No derroches

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Si por un momento nos pusiéramos a pensar que en un solo día cuánta cantidad de agua, de energía eléctrica, de comida; etc… despilfarramos, quedaríamos muy asombrados, porque sólo con cepillarnos los dientes, dejando la pila abierta todo el tiempo gastamos el agua que otros no tienen para beberla.

Cepillándonos los dientes gastamos 20 litros de agua por no cerrar la llave[2], lavando los platos 100 litros por minuto[3], al igual que la gastamos cuando estamos realizando la ablución[4], que para todo musulmán es obligatorio antes de realizar la oración (salat) como elemento purificador y como estas son varias en el día imagínese cuánto de esta sustancia tan imprescindible derrochamos si no cerramos la llave.

 Y hay más datos; lavando la ropa 200 litros por carga completa, regando sólo 1 m2. De jardín 25 litros a la semana, dejando la manguera abierta regando 1.800 litros por hora, limpiando el carro con la manguera 500 litros[5].

Y por otro lado, ¿Usted se ha puesto a pensar cuánto de energía eléctrica utiliza al momento de usar sólo su computadora?, son 150 watts que se consumen, lo mismo que el televisor; y el aire acondicionado 2.950 watts que son casi 30 focos encendidos. Y el refrigerador que permanece funcionando las 254 horas del día, consume 138 kilowatts, lo equivalente a 138 focos encendidos; y si analizamos el consumo de energía cuando utilizamos los electrodomésticos en casa la suma es escalofriante, porque sólo un foco incandescente gasta 100 watts de energía por hora[6].

Y si vemos lo que se gasta de energía sólo cuando estamos haciendo uso de internet, herramienta tan importante en la actualidad; pero tan consumidora de energía; vemos que internet necesita un 2% de la energía consumida por el planeta[7], de acuerdo a un estudio de la Universidad de Berkeley y la Organización Ecologista Greenpeace.

“En su informe de 2012 Greenpeace[8] indicó que Apple obtiene más de un 55% de la energía que utiliza de combustibles fósiles, porcentaje que duplica el de Google (28%) y es superior al de Microsoft y Facebook (39%)”.

Y por eso también hay que señalar que es muy importante cuantificar la energía que utilizamos, sobre todo, conviene analizar en qué aparatos o en qué actividades gastamos más energía, aquí habría que distinguir entre la energía que utilizamos para mantenernos vivos (alimentos) por ejemplo, y ver también como la despilfarramos cuando la votamos a la basura casi sin terminarla (la mitad de una manzana).

Al respecto Tristram Stuart[9] en su libro titulado “Despilfarro”, denuncia el despilfarro alimentario que se produce en el mundo:

“Sólo las 40 millones de toneladas de alimentos despilfarrados en los EE.UU cada año, podrían alimentar a los 1.000 millones de personas que se van a la cama con hambre cada día. Y también calculé que si recogiera toda la comida despilfarrada en Gran Bretaña en un solo día, podría ofrecer una comida a 60 millones de personas”.[10]

Hay que manifestar que la mayoría de las personas, ya sea de Oriente u Occidente, piensan que los recursos energéticos son inagotables y viven en un mundo de consumismo y despilfarro, sin carencias, los que les lleva a pensar que los recursos son ilimitados.

Pero habría también que analizar la problemática del agotamiento de los combustibles fósiles, como es el caso del petróleo y su continúo encarecimiento.

En febrero del 2002 el barril de petróleo estaba a 20$, cuando aparece el artículo de Ballenilla [11] (2005) sobre la problemática del agotamiento de los combustibles fósiles, el barril de petróleo estaba ya a 40$. En octubre del 2007 se encontraba a 90$, [12] y ahora en 2014 el precio del petróleo está 122$ el barril[13].

El motivo de fondo de esta subida de precio está en relación con la teoría de Peak Oil, del geofísico Marion King Hubbert[14], que planteó que una vez consumida la mitad del recurso, se alcanza el Zenit de producción (Peak Oil) y que a partir de dicho momento, la producción decrece en forma inevitable, independientemente de los capitales invertidos o la tecnología empleada para volver a incrementarla. Esta pauta de comportamiento está reiteradamente verificada en multitud de pozos, campos y regiones petrolíferas.

Estamos ya a más del Zenit predicho por Hubbert, porque la producción de petróleo está decreciendo, un año tras otro, con la consiguiente escasez y encarecimiento de todas las energías y de los procesos que la consumen, prácticamente todos los que caracterizan a nuestra civilización industrial.

Y debemos tener presente que a cuenta de la guerra por el petróleo (llamada Guerra contra el Terrorismo) se ha producido un serio retroceso del sistema de libertades sobre todo en EE.UU (legalización de la tortura, cárceles secretas, Guantánamo, violación legal de la privacidad, de las comunicaciones, detención indefinida sin orden judicial, ni derecho a abogado; etc…), que en la actualidad continúan.

Habría que continuar investigando hasta descubrir una porción mágica para frenar este agotamiento de recursos renovables; pero lo que podemos hacer mientras tanto es contribuir al planeta y alejarnos de la cultura del despilfarro, como lo están haciendo muchos gobernantes del mundo, entre ellos se encuentra el Presidente del Uruguay, José Mujica, que en la Cumbre G77+China realizada en Bolivia entre el 14 y 15 de Junio de este año (Cumbre del Grupo de países en vías de desarrollo, y China, evento que contó con la presencia de 119 representantes de los gobiernos que componen este grupo)[15], cuestionó a los países en vías de desarrollo que copian las formas de vida generadas en occidente y los llamó a combatir la “Cultura del despilfarro”; que separa a los pueblos porque no genera desarrollo humano, sino material:

“Si uno se educa en la “Cultura del despilfarro” para que el capitalismo siga acumulándose, se cae en una trampa, puesto que es posible que se logre el desarrolle material, pero no el desarrollo humano. No están para hacer plata o consumirla o acumular riquezas”, les dijo a los gobernantes[16].

Y así también lo señala el islam, pues debemos saber que Dios: el agua, la tierra, el sol, el aire y otras materias ha creado para todos de una manera gratuita y de forma igualitaria, para que nosotros las podamos utilizar. Valoremos cada una de las energías y materias que Él con su amor ha creado. Así en una de las narraciones, cuentos denominada “No derroches”, [17] nos llama a reflexionar sobre este tema tan importante:

“El señor Reza vio la mitad de una fruta tirada en el piso. Quien la había tirado era uno de sus familiares.

El señor Reza se enojó e inmediatamente lo llamó y le dijo: “¿Por qué despilfarras?”, “¿Por qué eres desatento con la creación de Dios?”, “¿Acaso no sabes que a los derrochadores Dios no los quiere?”, “¿No sabes que Dios a ellos un castigo fuerte les da?”! Si es que una cosa no tiene valor para ti, no la destruyas!; pues este desperdicio podría ser un alimento para los necesitados e indigentes.

Debemos poner atención a estas palabras del Señor Reza; ya que imaginemos cuanta cantidad de trabajo, energía, agua, aire y demás materia; así como el esfuerzo de muchas personas se utiliza para que una semilla de manzana se transforme en un árbol y de frutos para que lleguen a nuestras manos.

¡Pensemos cómo esta cantidad de trabajo y energía tiene valor! cuando una parte de esta fruta la tiramos y la materia de Dios sin sentido las desperdiciamos; en realidad toda aquella energía y esfuerzo derrochada es una ingratitud y desconocimiento a Dios.

¿Por qué despilfarramos la creación de Dios?, ¿Acaso somos felices cuando un niño hambriento tiene hambre y nosotros echamos esa comida o una fruta al basurero?, ¿O cuando las personas están sedientas nosotros el agua sin sentido la desperdiciamos?, ¿O cuando las hojas de un cuaderno arrancamos, las dejamos en blanco y votamos sin sentido? ¿Acaso es racional que desperdiciemos la energía cuando otras personas no cuentan con ella?

Pues debemos saber que Dios: el agua, la tierra, el sol, el aire y otras materias ha creado para todos de una manera gratuita y de forma igualitaria, para que nosotros las podamos utilizar. Valoremos cada una de las energías y materias que Él con su amor ha creado”.

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

 

[1] Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia, Directora de la Asociación de Mujeres Musulmanas de Bolivia.

[2] www.japac.gob.mx (viernes 26 de abril de 2013).

[3] Ídem.

[4] La ablución es una purificación de algunas partes del cuerpo antes de la oración (salat). En el islam, el agua se utiliza para purificar al creyente y hablamos de abluciones pequeñas el (wudu) y de abluciones grandes el (ghusl), dependiendo si en el transcurso del día ciertas circunstancias nos llevan a romper la ablución. (www.islamoriente.com “La oración en el Islam”).

[5] www.japac.gob.mx

[6] https://www.sadm.gob.mx/portalsadm/jsp/prensa.jsp

[7] www.iprofesional.com (4 de Julio de 2013).

[8] www.greenpeace.org

[9] Stuart Tristram, Escritor e Historiador Inglés, autor del libro “Despilfarro: el escándalo global de la comida”.

[10] Ídem.

[11] Ballenilla Fernando, Profesor, escritor e investigador de la Universidad de Alicante-España; “La sostenibilidad desde la perspectiva del agotamiento de los combustibles fósiles, un problema socio-ambiental relevante”; Grupo “La Illeta”, 2005.

[12] García Eduardo J, Rodríguez Fátima, Solís Carmen M, Ballenilla Fernando; “Investigando el problema del uso de la energía”; España, 2010.

[13] oil-price.net (jueves 20 de junio de 2014).

[14] Hubbert, M. King (1971); “The energy resources of the earth (págs. 31-40) en energy and power, monographic de scientific American.

[15] www. la-razon.com (16 de Junio de 2014).

[16] Ídem.

[17] Chambi Calle Roberto, Saavedra A. Sdenka; “Versos y Cuentos del Mundo Islámico”; Ed. Asociación de la Comunidad Islámica Ahlul Bait de Bolivia (Aciabol); Julio 2014, La Paz-Bolivia.

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