La Infalibilidad de los profetas y Ahlul Bait según la escuela del pensamiento Shia

Por Sayed Mustafá Qazwini

La escuela de pensamiento Shi’a sostiene que todo los Profetas de Al.lah, desde Adán hasta Muhammad, así como los doce sucesores (Imames) del Profeta Muhammad y su hija , Fátima az-Zahra fueron infalibles a lo largo de sus vidas y no cometieron ningún tipo de pecado que provocara la ira de Dios, el camino más claro para ver este punto es considerar que estas personas fueron los modelos a seguir, enviados para la humanidad, por lo que si cometieran pecados entonces las personas imitarían sus errores perdiéndose la confianza en los profetas y mensajeros.

La infalibilidad significa protección en terminología Islámica esto significa la gracia espiritual de Al.lah permitiéndole a una persona abstenerse de pecados por voluntad propia. La facultad de la infalibilidad o sin pecado no hace a una persona incapaz de cometer pecado, la persona se abstiene de ellos y de cometer errores por su propio poder y voluntad.

La infalibilidad es necesaria para los profetas y mensajeros porque su tarea no es solo transmitir las escrituras de Al.lah sino también conducir y guiar a la Humanidad hacia el camino correcto, por lo tanto ellos deben asumir el rol de modelos y ejemplos perfectos para toda la humanidad. Al mismo tiempo, el sagrado Corán y la sabiduría convencional ilustran este punto; el sagrado Corán menciona la infalibilidad trece veces, Al.lah le dice a satanás, “‘En verdad, no tendrás poder sobre mis siervos, excepto sobre los extraviados que te sigan.”[1] Satanás respondió así a Al.lah: “Juro, pues, por Tu poder que extraviaré a todos ellos a excepción de quienes entre ellos sean Tus siervos puros (los mensajeros y los imames).”[2]

Hay algunas aleyas en el sagrado Corán las cuales pareciesen insinuar que algunos de los Profetas (tales como Adam, Moisés o Jonás) cometieron pecados. En cuanto al Profeta Adán, él no desobedeció las ordenes de Al.lah; la orden que él no cumplió fue solo una recomendación, no una obligación y por lo tanto – de acuerdo a la terminología Islámica-- el no cometió un pecado. Cuando se habla de la ¨desobediencia¨ del Profeta Adán, el Sagrado Corán no se refiere a desobediencia en término literal; esto quiere decir que no se esperaba de una persona como el Profeta Adán, quien fue un líder para la humanidad, que no se adhiriera a los mandatos a manera de sugerencia por parte de Al.lah. Por lo tanto, tal acto es calificado alegóricamente como un pecado en el sagrado Corán:

“Anteriormente, habíamos aceptado una promesa de Adán pero él la olvidó y no encontramos en él firmeza.

Cuando dijimos a los ángeles: ‘Prosternaos ante Adán’ y se prosternaron todos menos Iblís que se negó.”[3]

En cuanto al Profeta Moisés, el sagrado Corán lo menciona así:

“Y tienen cargos contra mí y temo que me maten.”[4]

Este cargo se produjo cuando golpeó a un hombre e inadvertidamente lo mató. En ese momento el Profeta Moisés defendía a uno de los hombres de su tribu, cuando golpeó al hombre de la gente del Faraón, lo que sucedió fue que éste estaba tan débil que cayó al suelo y murió. El Profeta Moisés no intentó asesinarlo y si huyó de la escena fue porque no quería ser capturado por el Faraón y sus hombres, el cual lo buscaba. Cuando el Profeta Moisés dice que estos “le acusan de crimen”, está reiterando las acusaciones de la gente del Faraón, no necesariamente creyendo que estas acusaciones son ciertas.

El caso del Profeta Yunus (Jonás) es similar. El Corán dice:

¨Y recuerda a Dhu n-Nun cuando se fue indignado pensando que no le pondríamos en dificultades. Y gritó en la oscuridad: ¡No hay más Dios que tú! ¡Gloria a ti! ¡En verdad, he sido de los opresores!¨.[5]

En este caso, el Profeta Yunus quería decir que él había sido injusto con él mismo, pero ser injusto con uno mismo no es un pecado ni un error. ¨Su injusticia contra el mismo significaba ser impaciente con sus seguidores y alejarse de ellos cuando ellos persistían en rechazar su invitación a la adoración de Al.lah. Ellos lo ridiculizaron y así el los abandono para que se enfrentaran a su difícil destino.

Muchas de las aleyas del Sagrado Corán, las cuales podrían insinuar que el Profeta Muhammad cometió un pecado, tienen una explicación hermenéutica más profunda. No todas las aleyas del Sagrado Corán han de ser tomados literalmente; en efecto existe un significado más profundo en cada una de ellos.

هُوَ الَّذِي أَنْزَلَ عَلَيْكَ الْكِتَابَ مِنْهُ ءَايَاتٌ مُحْكَمَاتٌ هُنَّ أُمُّ الْكِتَابِ وَاُخَرُ مُتَشَابِهاتٌ فَأَمَّا الَّذِينَ فِي قُلُوبِهِمْ زَيْغٌ فَيَتَّبِعُونَ مَا تَشَابَهَ مِنْهُ ابْتِغَآءَ الْفِتْنَةِ وَابْتِغَآءَ تَأْوِيلِهِ وَمَا يَعْلَمُ تَأْوِيلَهُ إِلاَّ اللّهُ وَالرَّاسِخُونَ فِي الْعِلْمِ يَقُولُونَ ءَامَنَّا بِهِ كُلٌّ مِنْ عِندِ رَبِّنَا وَمَا يَذَّكَّرُ إِلآَّ اُوْلُواْ الأَلْبَابِ

Él es quien hizo descender sobre ti la escritura en la que hay aleyas unívocas (aleya significa tanto “verso” como “signo”) que son como la madre de la escritura y otras que son alegóricas. Aquellos cuyos corazones están desviados siguen las que son alegóricas, buscando crear problemas y pretendiendo interpretar su simbolismo. Pero su simbolismo solo lo conoce Dios y los arraigados firmemente en el conocimiento, dicen: “Creemos en él. Todo procede de nuestro señor.” Pero no reflexionan más que los dotados de intelecto.[6]

Además, el respeto y el carácter general otorgado al Profeta muestran sin lugar a duda que él no era uno de los infractores.

Narraciones inapropiadas e ilógicas se encuentran en algunos libros de Hadithes refiriéndose a las faltas cometidas por varios Profetas de Al.lah. Por ejemplo, El Imam al-Bukhari narra:

“Umar le pidió permiso al Mensajero de Al.lah para visitarlo mientras algunas mujeres de Quraish estaban ocupadas hablando con él (el Profeta) y hablaban en un tono más alto que el de él. Cuando Umar pidió permiso, ellas se pusieron de pie y se alejaron a toda prisa detrás dela cortina. El Mensajero de Al.lah le dio permiso con una sonrisa. Luego Umar dijo, ¨Oh Mensajero de Al.lah, ¡que Al.lah te conceda la felicidad siempre! Entonces el Mensajero de Al.lah dijo, ‘Me asombro de aquellas mujeres que estaban conmigo y que tan pronto oyeron tu voz inmediatamente se colocaron el hiyab’”[7]

Similarmente el Imam Muslim narra acerca del sagrado Profeta lo siguiente:

Abu Bakr vino a verme y yo tenía dos niñas conmigo de entre las chicas de los Ansar (compañeros del Profeta) y ellas estaban cantando lo que los Ansar recitaron mutuamente en la batalla de Bu´ath, a pesar que no eran cantantes. Viendo esto Abu Bakr dijo, “¿Qué? ¿Un instrumento de viento (el cual tocaban) en la casa del Mensajero de Al.lah y en Eid (Día festivo de los musulmanes)?” Siendo así el Mensajero de Al.lah dijo: “Abu Bakr, todas las personas tienen un día festivo y éste es nuestra fiesta (Por lo tanto déjalas tocar).”[8]

También se narra que el Profeta Muhammad fue visto de pie y orinando en público.[9] Obviamente, los actos que el primer y segundo Califas y los laicos considerarían anti-Islámicos no serían realizados por el Profeta de Al.lah. Ningún musulmán aceptaría tal comportamiento por parte del líder de la humanidad, cuyo ejemplo es obligatorio seguir en todos los aspectos según el Sagrado Corán.

En los libros de Hadithes hay otras narraciones poco confiables las cuales contradicen la sabiduría y el sentido común.

Hay unas razones similares también acerca de algunos de los otros Profetas de Al.lah, por ejemplo:

“El ángel de la muerte vino a Moisés y dijo: ‘Responde a (El llamado de) Al.lah (Estate preparado para la muerte)’. Moisés le dio un golpe en el ojo al ángel de la muerte y lo noqueó. El ángel regreso donde Al.lah y dijo “Tú me enviaste hacia Tu siervo quien no quiere morir, pues mira que noqueó mi ojo.” Al.lah entonces restauro su ojo”.[10]

Si una persona musulmana común ataca a alguien que cumplía con su deber, entonces sería un opresor y transgresor, por lo que se le imputarían cargos. Por lo tanto, tal comportamiento es completamente inaceptable e impensable especialmente si esa persona es uno de los cinco Profetas universales enviados para guiar, iluminar y educar a la humanidad con sus buenos ejemplos y moralidad. ¿Por qué alguien como el Profeta Moisés atacaría al ángel de la muerte, si venía de parte de Dios? Narraciones como esta son completamente falsas e inaceptables. Los musulmanes deben abrir sus ojos frente a este tipo de narraciones en los libros de Hadithes, estas historias no armonizan con las enseñanzas del sagrado Corán.

Fuente: Cuestionamientos acerca del Islam Shi’añ Editorial Elhame Shargh

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www.islamoriente.com; Fundación Cultural Oriente


[1] Sagrado Corán 15:42

[2] Sagrado Corán 38:82

[3] Sagrado Corán 20:118-119

[4] Sagrado Corán 26:14

[5] Sagrado Corán 21:87

[6] Sagrado Corán 3:7

[7] aī al-Bukhari, “Libro in el comienzo de la creación”, Hadith 3051, “Libro de los rasgos sobresalientes”, Hadith 3407, “Buenas Maneras”, Hadith 5621; aī Muslim “Libro sobre los méritos de los compañeros”, Hadith 4410; Musnad Ahmad ibn Hanbal, Vol. 1, 171,182 y 187

[8] aī al-Bukhari “Libro sobre oración del viernes”, Hadith 897; aī Muslim, “Libro sobre las oraciones del día festivo”, Hadith 1479; Sunan ibn Mayah, “Libro sobre el matrimonio”, Hadith 1888; Musnad Ahmad ibn Hanbal, Parte 6, 166, 186 y 247.

[9] Sahih Muslim, “Bab al-Hirab wad-Darq, Iaum al-’Aid”, Sahih Muslim, “Libro de Taharah (purificación)”, Cap. 22; Sahih al-Bukhari, “Libro del Wudu (ablución)”, Vol. 1

[10] aī al-Bukhari, “Libro sobre los Funerales”, Hadith 1253; aī Muslim, “Libro sobre las virtudes”, Hadith 4374; an-Nisa΄i; “Libro sobre los funerales”, Hadith 2062; Musnad Ahmad ibn Hanbal, Vol. 2, 269, 315, 351, y 533

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