Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica

El poder de satanas y los yines

Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

Pregunta: ¿Hasta qué punto tienen Satanás y los demás Yinn poder sobre los seres humanos?

Respuesta Concisa

Las palabras “Satán” y “Yin” se mencionan constantemente en el Corán. Hay un capítulo del Corán que lleva por nombre “al-Yin”. “Satanás” es un sustantivo común que denota a cualquier criatura malévola, descarriada y malhechora, sea humano o no. “Iblis” es un sustantivo propio y es el nombre en árabe para un satanás particular, aquel que engañó al Profeta Adán y a Eva (a.s.) y hasta el día de hoy se aprovecha de cualquier oportunidad para engañar a los descendientes de Adán (a.s.).

La palabra “yin” etimológicamente se deriva de una palabra que significa “ocultar” o “estar oculto”. Denota a cualquier criatura hecha de fuego que posea tanto cuerpo como alma. Los yines tienen que rendirle cuentas a Dios y estos pueden escoger creer o ser incrédulos.

Lo que algunas personas entienden acerca de los yines es pura fantasía e hipérbolas, en tanto que otros niegan su existencia total. El Corán y los hadices describen a los yines como criaturas poderosas. Por ejemplo, en la Surah al-Naml (27), aleya 39, el Corán narra la historia de un Ifrit (un tipo de yin) que decía ser capaz de traer el trono de Bilqis hasta la presencia de Salomón (a.s.) “en un instante”. Debe tenerse en cuenta que Salomón (a.s.) no rechazó la sugerencia de este yin. Sin embargo, uno debe ser cuidadoso en no exagerar dicha información. Puede llegarse al shirk (idolatría), si se le asocia algo (socios) a Al-lah. Ninguna criatura, no importa con que tanto poder pueda actuar sin la aprobación de Dios. Es por esto que Satanás tiene el poder de desviar únicamente a aquellos que abandonan su creencia en Dios y que se someten a las tentaciones de Satanás. Por lo tanto, el mismo Satanás admite que él no tiene poder sobre los siervos sinceros cuando responde:

 “Dijo (Iblís): « ¡Señor mío! Puesto que me has desviado, les adornaré en la Tierra y les desviaré a todos”.

 “Excepto a quienes de entre ellos sean Tus siervos puros”.[1]

La influencia que tiene Satanás sobre el ser humano la ejerce por medio de las tentaciones que le susurra a éste. Él no puede privar al hombre de su libre albedrio. En términos filosóficos, la no-materialidad de Satanás es incompleta, por lo tanto. Él no puede alcanzar la elevada estación de la que goza el espíritu de los piadosos. Conducir hacia la tentación al alma que ordena (nafs al-ammarah) abre la puerta a las influencias satánicas, arrastrando al hombre hacia las trampas de Satanás. La forma de escapar de esta trampa es únicamente por medio de la devoción a Dios y buscar su protección. Al-lah dice:

En verdad, no tendrás poder sobre Mis siervos, excepto sobre los extraviados que te sigan.[2]

Respuesta Detallada

La Etimología de las palabras “Shaytān” y “Yin

Comencemos nuestro análisis examinando las palabras “shaytān” y “yin”, y luego investiguemos los límites del Poder de Satanás.

Shaytān” significa “desterrado” o “malévolo”. Esta palabra es mencionada 71 veces en su forma singular en el Sagrado Corán y 18 veces en plural. Tanto el Corán como los hadices dan a entender que Satanás es uno de los yines.

“Satanás” es un sustantivo común que denota a cualquier criatura que sea malévola, descarriada y que delinca, sea ser humano o no. “Iblis” es un sustantivo propio y es el nombre en árabe para un satán particular, aquel que engañó a Adán y Eva (a.s.), y que hasta nuestro tiempo espera la oportunidad mínima para desviar a su descendencia (a.s.).

La Etimología de la palabra “Yinn” (Genios)

La palabra “yinn” es mencionada 22 veces en el Sagrado Corán. “Yinn” se deriva de una palabra que significa “ocultar” o “estar oculto”. Los Yinn son creados de fuego o de una amalgama de fuego. En el idioma del Corán los yin son seres con consciencia y libre albedrío, ocultos a la percepción humana en circunstancias normales. Al igual que la humanidad, tendrán que rendir cuentas a Al-lah (S.W.T) y pueden escoger ser creyentes o incrédulos. Serán resucitados el Día del Juicio.

Mul-lah Sadra describe a los yinn de la siguiente manera:

“Los Yin poseen una existencia substancial tanto en esta dimensión corpórea y en el mundo imaginario u oculto. Ahora, acerca de su existencia en este mundo, es como ya lo explicamos—no existe substancia que posea algún tipo de sutileza y serenidad sin contener un espíritu y un alma la cual le ha sido insuflada por parte de la fuente de la Actividad Pura. Quizás la razón por la que los yinn pueden manifestarse y ocultarse en diferentes tiempos yace en la sutileza de sus cuerpos. Pueden dispersar los componentes de sus cuerpos e integrarlos nuevamente. Cuando integran sus componentes corporales, es cuando pueden ser vistos. Cuando se dispersa, se hacen invisibles, como el vapor del agua el cual asemeja las nubes cuando se condensan y desaparecen cuando se calientan”.

Al igual que los seres humanos, los yin poseen un cuerpo y un espíritu y capacidad cognitiva, por lo tanto tienen libre albedrío. Algunos son machos y otras hembras. Se reproducen y tienen responsabilidad de obediencia ante Al-lah (S.W.T). Nacen y mueren. Pueden escoger ser creyentes o incrédulos.

La Relación entre los Yinn y Satanás

La palabra árabe “shaytān” porta un significado adjetivo, significa “malicioso, perjudicial”. Este término ha sido usado en el Sagrado Corán de esta forma. Sin embargo, se utiliza alternativamente para Iblis y para cualquier ser al que la “maldad” se ha convertido en un atributo arraigado en su ser. De hecho, el Corán explícitamente menciona que nu “Satanás” puede ser de las filas de los Yinn o de los hombres.

Los límites del Poder de Satanás

En la religión dualista del Irán preislámico se creía que Ahriman era el creador de todo el mal. Algunos pueden pensar que en el Corán es el equivalente al Ahriman de la Irán antigua. Esta es una creencia errada puesto que Satanás no desempeña ningún rol en la creación. Al-lah (S.W.T) creó todo cuanto existe y ningún otro ser aparte de Él (S.W.T) puede crear independientemente. En el Sagrado Corán, Al-lah (S.W.T) deroga este tipo de creencias cuando dice:

 “Y ellos ponen junto a Dios a los genios como socios Suyos, cuando Él los ha crea­do y, sin conocimiento, Le atribuyen hijos e hijas. ¡Glorificado y ensalzado sea Él por encima de cuanto Le atribuyen!”[3]

Satanás tiene poder para incitar al hombre—susurrando en su mente—al mal y hacérselo ver como algo hermoso. No tiene el poder de obligar a alguien a hacer algo.

Es verdad que tanto los ángeles como los yinn tienen el poder de descender entre la gente. El descenso de los ángeles no se limita al momento de la muerte. Por ejemplo, si alguien dice; “Al-lah” con total atención, los ángeles descenderán sobre él. Los Yinn también tienen ciertos poderes. Por ejemplo, pueden realizar hazañas con una velocidad increíble. Aunque su poder de intelecto es débil son capaces de mover objetos pesados con gran velocidad. Algunas aleyas del Corán indican que los yinn—al igual que los humanos—son seres físicos.

En la historia de Salomón (a.s.) uno de los yinn proclama ser capaz de traer el trono de Bilqis a la corte de Salomón (a.s.) en menos de lo que le toma a éste ponerse de pie. Aunque en realidad no realizó esta hazaña, Salomón (a.s.) no repudio su exigencia, indicando que poseía tal capacidad. En otras aleyas dice que los yines son capaces de escuchar al Corán cuando es recitado (lo que requiere de la capacidad física de escuchar).

La Influencia de Satanás

Satanás lanza sus ataques sobre la humanidad desde cualquier ángulo. Como lo dice el Sagrado Corán:

“Llegaré a ellos por delante y por detrás, por su derecha y por su izquierda y encontrarás que la mayoría de ellos no son agradecidos.”[4]

1. Intenta alejar al hombre de la adoración a Dios, tentándolo para que se deje llevar por sus deseos.

2. Penetra la capacidad de raciocinio del ser humano para que en lugar de llegar a conclusiones lógicas, acepte las falacias que en apariencia se ven racionales.

3. Penetra la capacidad de comprensión de la realidad que tiene el hombre. Daña el entendimiento del hombre o lo convence de que rechace la posibilidad de entender dicha realidad. De esta forma, primero Satanás corrompe la percepción de la realidad del ser humano y posteriormente su capacidad de comprender la realidad y finalmente su comportamiento.

El Corán y los hadices señalan que Satanás y su cohorte únicamente tienen influencia sobre aquellos que han abandonado la devoción a Dios Todopoderoso y quienes —conforme a su negligencia— cayeron en un estupor de vanidad. Satanás mismo reconoce que él no tiene influencia sobre los verdaderos siervos de Dios:

Dijo (Iblis): ¡Señor mío! Puesto que me has desviado, les adornaré en la Tierra y les desviaré a todos, Excepto a quienes de entre ellos sean Tus siervos puros.[5]

En términos filosóficos, la inmaterialidad de Satanás no es completa, por lo tanto no puede alcanzar la estación elevada que disfrutan los espíritus de los piadosos.

La gente ha inventado una miríada de mitos en torno a los yinn que no tienen sentido lógico. Si dejamos de lado todo esto, la creencia básica en su existencia es totalmente lógica. En particular, no hay razón para creer que los seres vivos sean únicamente aquello que podemos percibir. Por el contrario, los hadices indican que los seres imperceptibles son más en número que los tangibles:

“Al-lah creó a los yines en cinco tipos: Un tipo son como fragancias en el aire, otros como serpientes, escorpiones, otros similares a insectos terrestres y unos parecidos a los seres humanos, que tendrán que rendir cuentas ante Dios”.[6]

Según da fe la historia, en gran parte se debe a los mitos que la gente ha creado en torno a los yines que muchos eruditos de tendencia racional nieguen su existencia. En realidad, cada grupo ha perdido la verdad al irse a los dos extremos. El Islam afirma la existencia de estos seres pero rechaza muchas historias fantasiosas en torno a ellos. Es por esta razón que un capítulo del Sagrado Corán se refiere a ellos.

Es necesario recordar que según el Islam, todo lo que existe—sean ángeles, yinn, o seres humanos, y sean materiales o inmateriales—son creación de Al-lah (S.W.T) y pueden actuar únicamente conforme a Su voluntad. Al-lah (S.W.T) constantemente nos recuerda en el Corán que ninguna causa, sea material o inmaterial, puede actuar independientemente. La vida y la muerte, el beneficio y el perjuicio están en Su Poder. Por lo tanto, uno debe siempre recordarlo y confiar y refugiarse en Él. Es estableciendo dicha relación con Al-lah que uno puede protegerse de todo mal. Como lo menciona el Corán:

 “Pero él no puede perjudicarles en nada excepto con el permiso de Dios”.[7]

También se nos ha advertido acerca de los seres humanos y yinn que son demonios (shayatin), como lo dice un escritor: “Nunca te inclines hacia ellos. Satanás es el enemigo jurado de Al-lah y el hombre. Ha prometido desviarte. Sin embargo, su poder sobre ti se limita a la tentación en forma de susurro y nunca puede privarte de tu libre albedrio. La fuente de los malos pensamientos yace en el alma misma del ser humano (al-nafs al-ammarah). Este aspecto del alma es el Talón de Aquiles del ser humano por medio del cual opera Satanás. Al-lah ha dicho:

 “En verdad, no tendrás poder sobre Mis siervos, excepto sobre los extraviados que te sigan”.[8]

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica; Editorial Elhame Shargh

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente


[1] (15: 39 – 42)

قَالَ رَبِّ بِمَآ أَغْوَيْتَنِي لاُزَيِّنَنَّ لَهُمْ فِي الاَرْضِ وَلاُغْوِيَنَّهُمْ أَجْمَعِينَ، إِلاَّ عِبَادَكَ مِنْهُمُ الْـمُخْلَصِينَ

[2] (15:42)

إِنَّ عِبَادِي لَيْسَ لَكَ عَلَيْهِمْ سُلْطَانٌ إِلاَّ مَنِ اتَّبَعَكَ مِنَ الْغَاوِينَ

[3] (6: 100)

وَجَعَلُوا لِلّهِ شُرَكَآء الْجِنَّ وَخَلَقَهُمْ وَخَرَقُوا لَهُ بَنِينَ وَبَنَاتٍ بِغَيْرِ عِلْمٍ سُبْحَانَهُ وَتَعَالَى عَمَّا يَصِفُونَ

[4] (7:17)

ثُمَّ لاَتِيَنَّهُم مِن بَيْنِ أَيْدِيهِمْ وَمِنْ خَلْفِهِمْ وَعَنْ أَيْمَانِهِمْ وَعَن شَمَآئِلِهِمْ وَلا تَجِدُ أَكْثَرَهُمْ شَاكِرِينَ

[5] (15: 39-40)

قَالَ رَبِّ بِمَآ أَغْوَيْتَنِي لاُزَيِّنَنَّ لَهُمْ فِي الاَرْضِ وَلاُغْوِيَنَّهُمْ أَجْمَعِينَ، إِلاَّ عِبَادَكَ مِنْهُمُ الْـمُخْلَصِينَ

[6]

خَلَقَ اللٌّهُ الْجِنَّ خَمْسَةَ أَصْنَافٍ: صِنْفٌ كَالرِّيحِ فِي الْهَوَاءِ، وَصِنْفٌ حَيَّاتٌ، وَصِنْفٌ عَقَارِبٌ، وَصِنْفٌ حَشَرَاتُ الأَرْضِ، وَصِنْفٌ كَبَنِي آدَمَ عَلَيْهِمُ الْحِسَابِ وَالْعِقَابَ

[7] (58:10)

وَلَيْسَ بِضَآرِّهِمْ شَيْئاً إِلاَّ بإِذْنِ اللَّهِ

[8] (15:42)

إِنَّ عِبَادِي لَيْسَ لَكَ عَلَيْهِمْ سُلْطَانٌ إِلاَّ مَنِ اتَّبَعَكَ مِنَ الْغَاوِينَ

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