Islam, Occidente y Los Derechos Humanos

De punto de vista del Imam Jomeini (ra)

Imam Jomeini y Libertad de prensa”

Por Sharif Lakza’i

1. Prólogo

“La prensa libre puede traer bienestar y dicha a una sociedad y proporcionarle progreso y crecimiento a un país”, así lo creía Sayyid Jamaluddin Asadabadi, uno de los intelectuales y reformistas contemporáneos más destacados. En su opinión, la prensa libre es una de las razones detrás del bienestar y el éxito entre las naciones europeas. Él declara:

“Una de las causas del desarrollo en Occidente es la libertad de prensa. Esta libertad hace público los vicios y virtudes de los gobernantes indefectiblemente. Los medios revelan y amplifican las virtudes de los virtuosos y descubren y denuncian los vicios de los corruptos. Nadie cuestiona la libertad de prensa, a menos que se manifiesta contra la justicia y la verdad o busque calumniar. Cualquiera cuyos derechos sean violados por la prensa, tiene el derecho a litigar judicialmente, mientras que en Irán, los medios van por el camino opuesto. Ellos elogian tanto lo bueno como lo malo, no hay ninguna diferencia entre ellos, ninguna distinción entre el vicio y la virtud. La razón es la falta de interés de los gobernantes en corregir los medios”.[1]

De hecho, como dice Sayyid Jamal, una de las causas del bienestar de las sociedades y, según el término moderno, su desarrollo, es la prensa libre e independiente. La pregunta básica es cuáles son las funciones de la prensa en sociedades donde se puede asumir que constituyen un medio para el progreso y la perfección. ¿La prensa tiene derecho a la libertad absoluta, o está constreñida por límites y restricciones? El presente estudio intenta examinar la postura del Imam Jomeini sobre el estatus y función de la prensa, por lo que buscará la respuesta a dichas preguntas en su pensamiento.

La libertad de prensa, que es parte de las libertades políticas, es de hecho una de las más importantes y significativas. La libertad política en la sociedad islámica significa que:

“Cada individuo en la sociedad islámica debe hacerse cargo de una función en la evolución y dirección de la organización política de una sociedad; no debería ser el caso que solamente un estrato o facción social o los miembros de un solo grupo étnico tengan derechos y se les permita administrar los asuntos del país. Libertad política significa que todas las personas, sin tener en cuenta su tribu, idioma, raza y creencia religiosa debe ser capaces de dirigir la sociedad a su destino anhelado. Naturalmente, en los casos de diferencia de opiniones —que siempre ocurren en una sociedad—, la opinión con más partidarios (por supuesto dentro del marco de los principios aceptados y los valores de ese sistema) tendrá que ser acatada y el resto deberá resignarse a ello”.[2]

Luego esta definición continúa:

“Cuando se dice que en la sociedad islámica el pueblo disfruta de derechos políticos, quiere decir que todos tienen derecho a votar y a involucrarse en actividades políticas, a emitir publicaciones en los diarios y periódicos, a establecer organizaciones, partidos, asociaciones políticas y a expresar sus ideas políticas y opiniones”.[3]

De hecho, uno puede decir que la libertad política es la manifestación de la relación mutua entre los gobernantes y los ciudadanos, en la que la gente tiene una función y un papel en la evolución y dirección de su sistema político y puede conducir un sistema hacia su destino final, esto por supuesto, después de poner en segundo lugar los intereses particulares de su tribu, lengua, etnia y lazos religiosos que naturalmente tiene cualquiera de los miembros de una sociedad.

De cualquier manera, según la definición de libertad política mencionada anteriormente, la gente puede utilizar la prensa para expresar sus ideas y pensamientos políticos sin problemas, así como jugar un papel en el sistema político y dirigirlo hacia sus objetivos y aspiraciones. Al mismo tiempo, pueden comunicar sus peticiones y expectativas al gobierno. De acuerdo a las enseñanzas religiosas y a sus tradiciones, en un sistema político islámico todas las personas tienen derecho a participar y a involucrarse en la administración de los asuntos del país.[4] Uno de los mejores medios para expresar las ideas y las opiniones es haciendo uso de los medios masivos. La libertad de prensa, que es independiente del gobierno, es de hecho, una lengua que expresa abiertamente las expectativas de la gente, las peticiones, la crítica y las protestas contra las autoridades; de la misma manera en que la prensa dependiente del gobierno refleja exclusivamente los deseos y visiones de aquellos que gozan del poder.

Quizás podríamos seguir adelante sin una definición de “libertad de prensa”, pero para aclarar el concepto y la posición de este texto, suministraremos una breve definición. Según la base de la libertad de prensa “los individuos tienen el derecho a publicar sus ideas y creencias a través de escritos o de la prensa, sin necesidad de obtener permiso y sin temer la censura previa”.[5]

Sayyid Jamaluddin Asadabadi presenta una notable definición para el término «periódico» cuando dice:

“El periódico es el que debe comunicar los hechos y escudriñar lo que sucede, hablar de lo que puede beneficiar a la gente, hablar sobre los defectos de la sociedad y señalar los remedios para estas imperfecciones; no debe estar lleno de exageraciones repulsivas. Es mejor que tales periódicos no sean publicados e impresos, para que sus periodistas no sean ridiculizados por su propia obra”.[6]

En la opinión de Sayyid Jamal, los diarios y los medios masivos en general deben expresar los hechos de manera imparcial y ocuparse de lo que sea benéfico para el pueblo en lugar de publicar halagos para quienes detentan el poder político. El venerado Imam Jomeini, cuando enumeró las características de los países civilizados, se refirió a la libertad de prensa como una de sus particularidades más notables. En su opinión, en tales sociedades la gente debe ser capaz de hacer oír sus ideas y opiniones con libertad, especialmente a través de los medios de difusión: “Un país civilizado es aquel que es libre, en el que la prensa es libre, y las personas son libres para expresar sus ideas y opiniones”.[7]

2. Los modelos teóricos para el marco de la prensa

En nuestros días, teniendo en mente la atmósfera dominante en los círculos políticos y sociales sobre la prensa, nos encontramos con opiniones contradictorias y diversas respecto de la teoría del venerado Imam Jomeini. La pregunta fundamental cuestiona cual es el modelo teórico dominante en los pensamientos del noble Imam.

Distintas teorías sobre el marco de referencia para la prensa han sido propuestas por los especialistas.[8] Aunque no tenemos oportunidad aquí de aclarar todos los modelos teóricos para el marco de la prensa, en líneas generales, podemos agrupar los modelos dominantes en tres grandes teorías: el autoritarismo, el liberalismo y la responsabilidad social.

a. Teoría Autoritaria

Como dice esta teoría, que está influenciada por el ambiente autoritario del Renacimiento tardío, la verdad en vez de ser un producto de los esfuerzos de las masas, es el resultado de los desvelos de unos pocos intelectuales que las guían. De hecho, los intelectuales son la élite gobernante, los custodios del pueblo y están obligados a dirigirlo y orientarlo, debido a su elevado índice de coeficiente intelectual. En otras palabras, la verdad y el poder son dos lados de la misma moneda y cuanto más cerca esté el pueblo del centro de poder, mayor será su acceso a la verdad.

En esta teoría, la prensa está típicamente controlada por el gobierno, por lo que cualquier protesta o crítica que sea vista como una amenaza a la seguridad y estabilidad del estado será reprimida.

En general, podría decirse que en esta teoría la política de gobierno es la de la élite que decide lo que se publica en diarios o periódicos. De hecho, de acuerdo a este modelo, la elite piensa por la gente, genera modas y corrientes y de esta forma asume la guía intelectual del pueblo.[9] En resumen, esta teoría es un acercamiento minimalista al concepto de prensa y libertad de prensa.

Algunos comentaristas de la opinión del venerado Imam Jomeini sobre el marco teórico de la prensa[10] entienden que sus palabras y pensamientos sugieren la necesidad de una limitación de los medios, y en consecuencia, llaman a más y más restricciones (legales o ilegales) en esta área. Este acercamiento a las palabras del Imam, no contempla a la prensa como un factor positivo sino como una causa de perjuicio y decadencia para la religión y el sistema religioso de la sociedad, de inestabilidad para al sistema político del régimen religioso, y de destrucción y daño para la sociedad. Sobre esta base, la presencia de un estado independiente y una prensa libre en la sociedad islámica provocan debilidad e inestabilidad en los fundamentos religiosos del pueblo y conduce al deterioro de las estructuras religiosas.

Además, según esta visión, la actividad de la prensa libre e independiente, aún dentro del marco de la ley, puede estropear la seguridad nacional y el orden público. Por eso, la prensa debe servir al régimen y cumplir los caprichos y deseos de los gobernantes. La gente no es capaz de reconocer sus propios intereses y uno debe decidir por ellos, por consiguiente, la prensa debe ser contenida en tanto sea posible. Esta postura ve a los medios como siervos exclusivos de la autoridad y el poder político.

Aunque uno puede decir que tal falta de simpatía con la prensa puede estar motivada por las confrontaciones políticas entre facciones y partidos, la verdad es que tales ideas y posiciones se observan claramente en la sociedad y en el sistema de los medios de difusión del país.

b. Teoría del Liberalismo

Esta teoría, que surgió del crecimiento de la democracia política y la libertad religiosa, la expansión del libre mercado, la aceptación de la economía liberal y la experiencia filosófica del Iluminismo, restringió el espacio del autoritarismo remplazándolo por un nuevo concepto llamado «liberalismo». De todos modos, esta teoría fue reafirmada a finales del siglo XVII y a principios del siglo XVIII y encontró su camino durante el siglo XIX. El liberalismo, como novedad política y social, fue el marco en el que diferentes instituciones, incluyendo a la prensa, jugaron un papel consistente con sus códigos filosófico-gubernamentales.

La teoría surgió cuando en el siglo XVII, Gran Bretaña fue testigo de la excesiva supervisión del gobierno sobre las actividades de la prensa. El gobierno utilizaba varios tipos de controles y aplicaba la censura poniendo como pretexto que la libertad de prensa era un peligro para la seguridad y estabilidad del Estado. De hecho, los pensadores liberales exigieron libertad como una reacción a los excesos del poder. En definitiva, en esencia, esta teoría está basada en el liberalismo clásico y en la concepción del gobierno restringido, el estado de derecho, la prohibición del poder autocrático y la canonización de la propiedad privada. La libertad se materializa en las interacciones entre la gente y las responsabilidades de los individuos en cuanto a su propio destino. Según explica esta teoría, el papel del liberalismo en los medios masivos implica insistir en la importancia del individuo, la confianza en su capacidad de raciocinio y el concepto de los derechos naturales, que consisten en la libertad de creencia (religión), de prensa y de expresión.

De acuerdo a este modelo, el hombre es un ser racional y sensible, él es el fin y no debe ser considerado meramente como un medio. El hombre, como organismo inteligente, es capaz de decidir sobre sus propios intereses y de organizar el ambiente que le rodea; es una criatura única y distinta de los otros animales teniendo en cuenta su habilidad para pensar, recordar, utilizar diferentes experiencias, analizar y deducir. La actualización de las facultades humanas latentes está considerada como uno de los objetivos últimos. La sociedad y el gobierno no deben perseguir ninguna otra meta sino la realización de las potencialidades de la humanidad.[11] Es por todo esto que esta perspectiva ideológica pone siempre el acento en la libertad de prensa.

Algunos leen el punto de vista del Imam Jomeini en este marco conceptual e interpretan de sus palabras una postura de libertad absoluta para la prensa[12], y naturalmente reclaman establecer condiciones para que la prensa pueda de manera más fácil reflejar los eventos y acontecimientos. Desde este punto de vista, la prensa puede transitar el camino del crecimiento y el progreso así como acompañar el desarrollo político de la sociedad y aportar al bienestar y felicidad de la gente. También desde este punto de vista, la prensa y las actividades de los medios dentro del marco de la ley no son un impedimento para la seguridad nacional y el orden social, o una causa de disturbio, sino que las fortalecen. Desde esta perspectiva teórica, la autoridad y el poder político están al servicio de los medios y la prensa.

En cualquier caso, ambos puntos de vista mencionados anteriormente (el autoritarismo y el liberalismo) apoyan sus interpretaciones y lecturas sobre la prensa utilizando las palabras del venerado Imam, y utilizan sus dichos para probar sus propias teorías. La pregunta es: ¿Qué teoría se adecúa mejor al pensamiento del Imam? ¿Puede decirse que la idea del Imam respecto de la prensa no está incluida en ninguna de las dos posturas anteriores sino que choca con ambas, y que hay que considerar una tercera postura? Esta pregunta será respondida después de explicar el tercer modelo.

c. Teoría de la responsabilidad social

Esta teoría, que de hecho, evoluciona a partir de la teoría liberal, va más allá de aceptar la función liberal de la prensa considerando otras funciones especiales, tales como la consciencia y la responsabilidad ante las personas y la sociedad. El centro de esta teoría es que la libertad y la responsabilidad son dos caras de la misma moneda, y así como la prensa tiene derecho a criticar al gobierno y a otras instituciones, también es responsable de los intereses y la seguridad nacional, y responde por las necesidades de la sociedad. Según esta teoría, el acceso público a la información verdadera tiene prioridad por sobre la libertad absoluta de la prensa. Esta teoría indica que se pueden satisfacer las demandas de la sociedad siempre y cuando la prensa cumpla correctamente con sus responsabilidades y base en ellas su política. Pero si la prensa olvida sus responsabilidades, es obligación de otras instituciones y centros vigilar las funciones principales de los medios masivos y asegurarse de su correcta ejecución. Los defensores de este modelo dicen: “1) la prensa tiene que suministrar un informe auténtico, exhaustivo y lúcido de los eventos diarios; 2) la prensa tiene que ser un instrumento para el intercambio de ideas y hacerse eco de las críticas; 3) la prensa tiene que reflejar una postura que englobe la de los grupos presentes en la sociedad, 4) la prensa tiene que ser un espejo que refleje los objetivos y valores de la sociedad, 5) la prensa debe tener todo tipo de información a su disposición y estar equipada con lo último del conocimiento”.

Como contrapartida, en esta teoría, la gente tiene también sus responsabilidades ante la prensa. Además de estar enterada del poder considerable de los medios masivos, la gente debe reconocer que este poder suele estar acumulado en las manos de unos pocos y que, de ser así, la prensa también sufre de defectos a la hora de satisfacer las necesidades de la sociedad.

Mientras que en la teoría del liberalismo lo más significativo es el aspecto negativo de la libertad, es decir “libre de” (libre de toda restricción externa), en la teoría de la responsabilidad social lo más relevante es el concepto de la libertad positiva (por ejemplo la libertad para lograr objetivos constructivos). De acuerdo a esta teoría, el estado no solo tiene que autorizar la libertad, sino que además tiene que fortalecerla y expandirla de manera activa defendiendo los derechos de sus ciudadanos cuando sea necesario.[13] Uno puede observar que esta teoría se sitúa de alguna manera entre las dos explicadas en primer lugar.

Podría afirmarse que la teoría de la “responsabilidad social” es el marco que mejor se ajusta a las palabras del Imam en relación a la prensa, ya que desde su punto de vista, la prensa tiene una doble función: puede moverse tanto en una dirección positiva, desarrollando las capacidades de las personas, haciéndolas crecer y volviéndolas piadosas para desarrollar el régimen islámico y para cumplir sus responsabilidades; o en una dirección negativa, haciendo que la sociedad se estanque, se vuelva inmoral, yendo en contra de los intereses públicos y actuando contra sus responsabilidades.

Esta teoría permitirá aclarar los pensamientos del Imam Jomeini antes y después de la victoria de la Revolución Islámica. En algunos casos, antes de la Revolución, el Imam protestaba contra la prensa debido a su libertad y su ataque a los asuntos sagrados y solicitaba su restricción.

“¿Por qué permiten que estos diarios difamen injustamente? Si los clérigos desaparecieran no habría modelos para el país. ¿Por qué la prensa es tan excesivamente libre?”.[14]

En esa ocasión, la preocupación y énfasis del Imam estaba en que la prensa debía ser el custodio de los valores del pueblo, y que no debía insultar ni difamar las sagradas creencias islámicas, que son aceptadas generalmente por el pueblo iraní que es musulmán.

También observamos en las palabras del Imam durante el mismo período que también habla de la falta de libertad de prensa, y critica el régimen, planteando la pregunta de por qué no permite que la prensa sea libre para expresar lo que ellos creen:

“¡Harían bien en respetar la Constitución! La Constitución ha establecido que la prensa es libre; ¿hacen ustedes lo mismo? ¿Ustedes nos llaman reaccionarios cuando decimos que la Constitución debe ser respetada y la prensa libre?”.[15]

También dice: “Lo que queremos decir es que ustedes deben respetar la Constitución; la prensa es libre, la pluma es libre, permítanles escribir lo que quieran”.[16] Lo que el Imam tiene en mente es que la prensa tiene que ser capaz de hacerse eco de los deseos y voluntad del pueblo y criticar al régimen y a sus autoridades y normas, y nadie debe hacerlos callar y censurarlos.

Por eso, según este modelo, no se puede encontrar ninguna contradicción en las palabras del Imam, y por ende esta teoría es la más adecuada para analizar sus palabras en relación a la prensa. Basándonos en este modelo, surge una tercera perspectiva sobre los pensamientos del Imam según la cual la prensa poseería una doble función: prestar atención a los intereses y el bienestar de la gente ilustrándola sobre estos puntos, y evitando todo lo que vaya contra el bien social. En este modelo, el gobierno debe intervenir y cumplir con sus obligaciones administrativas cuando se manifieste una transgresión por parte de la prensa.

En resumidas cuentas, esta teoría puede considerarse un modelo intermedio e ideal para la libertad de prensa, y la opinión del Imam puede ser encuadrada y evaluada dentro de tal modelo.

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Fuente: Prólogo del libro Islam, Occidente y Los Derechos Humanos De punto de vista del Imam Jomeini (ra); Una Colección de Artículos, Editorial Elhame Shargh

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[1]Cartas y Documentos Políticos del Sayyid Jamaluddin Asadabadi” (texto en persa), compilado por ‘Abulhasan Jamali Asadabadi, 3ª impresión, Teherán, Libros Parastu en colaboración con Publicaciones Amir Kabir, 1360 (1981) AHS, pp. 69-70.

[2]Andisheh-ye Hawzah” (Publicación trimestral), vol. 5, verano 1378 (1999) AHS, p. 102. Esta cita es del Líder Supremo Iraní, Su Eminencia Ayatollah Jamenei. Esta definición no solo representa una de las posibilidades en el campo del pensamiento islámico, sino que también presenta la postura de los que gobiernan la República Islámica. No es necesario decir que se trata de la más abarcativa entre las definiciones existentes para la libertad política. Para más estudios ver: Dr. Manuchehr Tabataba’i Mu’tamini, “Libertades públicas y Derechos Humanos” (texto persa), Publicaciones de la Universidad de Teherán 1370 (1991) AHS, Carl Cohen, “Democracia”, traducción persa de Fariborz Majidi, Publicaciones Kharazmi, Teherán 1373 (1994) AHS; France Nyman, “Libertad, Poder y Ley”, traducción persa de ‘Izzatullah Fuladvand, Publicaciones Kharazmi, Teherán, 1373 (1994) AHS.

[3] “Andisheh-ye Hawzah”, ibíd., p. 106.

[4] El principio de “ordenar el bien y vedar el mal” (al-amr bil-ma’ruf wan-nahy ‘anil-munkar), el principio de la consulta, el aconsejar a los líderes musulmanes, etc., se refieren siempre a la participación en los asuntos públicos. También podemos referirnos a la siguiente tradición: “Quien se levanta por la mañana sin preocuparse por los asuntos de los musulmanes, no es musulmán” (Bihar al-Anwar, vol. 71, Beirut, p. 336).

[5] Ali Aqa Bakhshi et al., “Diccionario de las Ciencias Políticas” (en persa), Markaz-e Ittila’at wa Madarek-e ‘Ilmiy-e Iran, Teherán 1375 (1996) AHS, p. 151. Definiendo la libertad de prensa, ‘Abdorrahim Talebof dice: “El individuo tiene el derecho a publicar lo que escribe, y no debe ser impedido a menos que la publicación de su texto cercene la libertad de los demás o incluya insultos o calumnias”. Sayyid Mahmud Hashemi (Ph.D.), “Derechos Constitucionales en la República Islámica de Irán” (en persa), vol. 1, Universidad Shahid Beheshti, Teherán 1374 (1995) AHS p. 5. También ver: Muhammad Ÿa’far Langartidi (Ph.D.), “Términos Legales” (en persa), Biblioteca Ganj-e Danesh, Teherán 1374 (1995) AHS, p. 32.

[6] “Cartas y Documentos Políticos del Sayyid Jamaleddin Asad’abadi” (texto en persa), recopilado por el Sayyid Hadi Khosroshahi, p. 55 (citando a Kazem Qadizadeh); “El pensamiento político-jurídico del Imam Jomeini” (texto en persa), Centro Presidencial para Investigaciones Estratégicas, Teherán 1377 (1998) AHS, p. 291.

[7] “Kawzar: Colección de los Discursos del Imam Jomeini con un informe de la Revolución” (texto en persa), vol. 1, Instituto para la Recopilación y Publicación de las Obras del Imam Jomeini, Teherán, 1377 (1998) AHS, p. 346 (08/28/1978 AHS).

[8] Se han presentado diferentes ideas sobre las teorías respecto de la libertad de prensa que abarcan de dos a seis modelos. Para más detalles sobre estas teorías ver la entrevista con ‘Ali-Asghar Kiya (Ph.D.), diario Intikhab (Domingo, 24 mes de Mordad, 1378 [1999] AHS, Nº 103, p. 5); los mismos puntos son presentados en un artículo en el diario Irán (Domingo, 24 mes de Mordad, 1378 [1999] AHS, Nº 1311).

[9] ‘Ali-Asghar Kiya (Ph.D.), ibíd.

[10] Sexto libro del Festival de Prensa, Oficina de Divulgación del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica, 1ª impresión, Teherán, 1378 (1999) AHS, p. 18.

[11] ‘Ali-Asghar Kiya (Ph.D.), ibíd.

[12] Sexto libro del Festival de Prensa, ibíd., p. 18.

[13] ‘Ali-Asghar Kiya (Ph.D.), ibíd.

[14]Kawzar...”, ibíd, vol. 1, p. 25, 11/04/1341 (1962) AHS. Estas palabras de reproche del Imam conciernen a la libertad de la prensa para insultar asuntos sagrados y al clero, lo cual era una práctica común y rutinaria en aquel momento.

[15] Ibíd., vol. 1, p. 115, 26/01/1341 (1962) AHS.

[16] Ibíd., vol. 1, p. 120, 26/01/1341 (1962) AHS.

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