La Alianza del Pacífico y la rearticulación del imperialismo en América Latina

Roberto Chambi Calle[1]

En pleno siglo XXI muchos países que otrora fueron colonias de las “superpotencias”, hoy han logrado consolidar procesos independientes de autodeterminación y soberanía por los distintos medios que han encontrado, entre muchos de ellos las revoluciones y las guerras para romper los yugos de las colonias, no obstante de ello aún en esta época existen algunas colonias y países que siguen siendo estrangulados política y económicamente por aquellos países que tienen la fuerza física y económica, no dando opción a los países subdesarrollados;  más que el de poder aunar esfuerzos para enfrentarse a estos gigantes despiadados sediento de poder y dinero.

Analizar la historia Latinoamericana también es cuestionar los gobiernos y la injerencia que han tenido en la región por parte de la administración Norteamericana; así como los países de la Unión Europea, esta última desplomada post Segunda Guerra Mundial, la misma que para salir a flote tuvo que recibir una inyección económica condicionada por EE.UU, mediante el famoso plan Marshall, el mismo que hoy es una obligación moral para Europa, cuando el país del Norte le pide ciertos favores. Una de esas obligaciones morales fue y es la conformación de la Organización del  Tratado del Atlántico Norte, formada por la mayoría de los países Europeos a la cabeza de Norteamérica, la misma que se ha convertido en el brazo exterior en materia bélica del imperialismo, cobrándose la vida de miles de ciudadanos del tercer mundo despojándolos de sus vidas, su territorio y su dignidad. La OTAN se ha convertido hoy en el garrote de los países “desarrollados” que impone su ley, aquella ley que no consulta con sus objetivos siendo su única respuesta el terror y el asesinato.

En la actualidad aparte de la intervención y el amedrentamiento bélico, los “países desarrollados”  del primer mundo, no sólo utilizan las armas para cumplir sus objetivos; sino también los factores económicos para empobrecer y aprovecharse de los pocos recursos que tienen los países en vías de desarrollo, en aras de ello ya en el contexto Latinoamericano, muchos países optaron por la integración y en muchos casos por la unificación con más fuerza desde la Segunda Guerra Mundial, esos procesos de integración han servido poco o nada, no obstante que no se puede desmerecer sus nobles intenciones. Obedeciendo a ello también la administración Norteamérica trazó un sinfín de planes para subyugar a los países Latinoamericanos, de ello es conocido que esta parte del continente sea considerado su “patio trasero[2]”.

Es así que desde los años 60 las falencias de los Estados Latinoamericanos pragmatizadas en Política Exterior[3] y consecuente Política Internacional[4], hicieron que sus planes tengan poco alcance; pues su construcción se la elaboró a partir de  gobiernos de turno, lo cual afectó enormemente a su legalidad y por sobre todo a su legitimidad; ejemplo palmario de ello es la Ex Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (A.L.A.L.C.), la misma que colapsó precisamente por la falta de voluntad política de los Estados Latinoamericanos, no obstante de que en 1980 se retoca este proceso con el Tratado de Montevideo creándose sobre la base de los tratados de la ALALC a la Asociación Latinoamericana de Integración (A.L.A.D.I.).

Siguiendo este ejemplo, los acuerdos regionales no tuvieron un rol importante sea en intercambios de servicios, áreas de educación, ciencia o tecnología, los gobiernos poco han ayudado a cumplir estas metas, en el caso de los acuerdos de alcance parcial, tan sólo se han centrado dinámicas de negocios, no dando mucha importancia a los convenios por ejemplo educativos, lo cual fue un nuevo motivo para que la sociedad Latinoamericana nuevamente se re reconstruya creando “nuevos” procesos de integración, tales como: El Acuerdo de Cartagena (Comunidad Andina de Naciones), el Mercado Común (MERCOSUR), la Comunidad Sudamericana de Naciones; los mismos que no han tenido los resultados esperados, justamente por la falta de voluntad política de algunos gobiernos en la región.

No debemos olvidar que en medio de todas estas frustraciones políticas y jurídicas, EE.UU para aprovechar esta situación es que en el año de 1994 por incitativa propia y aprovechando la inestabilidad de la política Latinoamericana, quiso imponer el Área Libre de Comercio en las Américas conocida como el ALCA[5], que era la incursión de mercados capitales, bienes y servicios lejos de las necesidad de la sociedad en vías de desarrollo, en donde sólo los más fuertes capitales iban aprovechar y socavar las riquezas Latinoamericanas; pues el mercado y el capital son inhumanos, las personas importan casi nada, sólo cuenta el dinero y las ganancias.

Esta iniciativa de intereses netamente norteamericanos, fue detenida con una nueva contrapropuesta humanitaria y liberadora como lo fue la creación del ALBA-TCP apoyada en un inicio por Venezuela y Cuba y que más adelante formaran parte de él, los nuevos gobiernos proclives a las políticas sociales como lo son en la actualidad: Ecuador, Bolivia, Nicaragua Venezuela y Cuba, y no solamente el proyecto contra esta imposición económica fue el ALBA; sino coetáneo con ello se crearon organizaciones internacionales como: UNASUR[6], Petrocaribe, CELAC[7]; etc… organizaciones y procesos de integración que tienen una política de justicia social y no mercantil.

Los resultados de estos procesos han sido muy fructíferos y notorios cuando las economías empezaron a ser más humanas y proclives a la sociedad; pues no se trata de  objetos de comercio, en donde sólo importan el dinero; sino las personas como parte del desarrollo integral de una economía como de una sociedad, no obstante de ello y de los éxitos de estos procesos descritos, hoy nuevamente hay vientos que van resquebrajando la unidad Latinoamericana, tal es la felonía al ideario Bolivariana que nuevamente países como: Chile, Perú, Colombia y México tratan de mercantilizar la sociedad, haciendo sólo alianzas económicas; con aquello países que siempre se han servido de los más débiles, pues como dijo el Vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera  “se han alineado allí los gobiernos más conservadores del continente comandado por EE.UU  quién los reúne y articula  fijando una estrategia  de contrainsurgencia continental, no para acabar con las guerrillas; sino para avanzar sobre estados y gobiernos”. Algo que también nos debe preocupar son las declaraciones que el hizo el Presidente Colombiano de querer ser parte de la OTAN, de ser así seguramente en un futuro cualquier país que no esté de acuerdo con una política económica o monetaria seguro será amedrentado por esta fuerza.

Se hace fundamental hoy por hoy, hacer frente a todas estas políticas económicas inhumanas, que sólo les interesa el mercado y los bienes, y no así la personas como dice el Presidente del Ecuador "Creemos en sociedades con mercado, pero no subyugadas por el mercado, donde la vida, las personas y la sociedad misma se tratan como una mercancía más (...) en función de esa entelequia llamada mercado[8]"; pues sobre estos principios esgrimidos, los países en el marco de sus organizaciones internacionales puedan firmar acuerdos de comercio, no sólo con algunos países Europeos o Norteamericanos, sino también con los Estados que les brinden mayores beneficios, con ello queremos referirnos a que los convenios económicos y/o ayuda establecidos por ejemplo con la República Islámica de Irán, no sean amenazados o amedrentados por los países que creen ser nuestros regentes económicos; ya que cuando ello sucede muchas veces hay advertencias temerarias como lo ha hecho en su momento la ex Secretaria de estado de EEUU Hilary Clinton cuando dijo: “Sólo podemos decir que es una idea realmente mala para los países involucrados.  Éste es el mayor partidario, promotor y exportador del terrorismo en el mundo de hoy. Si las personas quieren coquetear con Irán, deberían ver qué consecuencias podría haber para ellos. Y esperamos que lo piensen dos veces".

Sin duda el proceso de la unidad Latinoamericana tiene un largo trabajo y este no solo depende de los gobiernos; sino de las sociedades, pues ellas son las que determinan el sistema político, la soberanía y la autodeterminación sin ningún tipo de injerencia política porque Latinoamérica “no es el patio trasero” de nadie.

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Fundación Cultural Oriente


[1] Cientista Jurídico y Analista en Relaciones Internacionales, Miembro del Comité para el Estudio y la Difusión del  Derecho en América Latina.

[2] Esta fueron las declaraciones del Secretario del Estado Norteamericano John Kerry durante su discurso ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo en aquella oportunidad: "El hemisferio occidental es nuestro patio trasero, es de vital importancia para nosotros. Con mucha frecuencia, muchos países del hemisferio occidental sienten que Estados Unidos no pone suficiente atención en ellos y en ocasiones, probablemente, es verdad. Necesitamos acercarnos vigorosamente, planeamos hacerlo. El presidente viajará pronto a México y después al sur no recuerdo a qué países, pero va a la región". Ver más en: http://www.hispantv.com

[3] Entendida como la manifestación unilateral de los estados frente a la comunidad internacional, otorgándole una identidad y posicionamiento propio.

[4] La misma se manifiesta en la interacción de las Políticas Exterior de los actores de la sociedad internacional, manifestándose por ejemplo en acciones y/o actos unilaterales, en el caso Boliviano podemos mencionar la Política exterior de Gas por Mar, en el Gobierno del señor Carlos D. Mesa Gisbert  y hablamos de Política Internacional cuando hay un intercambio de acciones con  los estados.

[5] Área de Libre Comercio de las Américas, fue el nombre oficial que se usaba para la expansión de Tratado de Comercio de América del norte  al resto de los estados latinoamericanos, aquel proyecto iniciada en 1994 en Miami que empezó a fracasar en el años 2005 por ser inadecuado y proclive a la mercantilización económica.

[6] Unión de Naciones Suramericanas, “Un organismo internacional, conformado por los doce países de la región suramericana: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela.” Ver más en: http://www.unasursg.org/

[7] Comunidad de estado Latinoamericanos y Caribeños creada en 23 de febrero de 2010.

[8] “El presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió la idea de otorgar un valor supremo al ser humano por encima del capital, ya que a su juicio “el control de la sociedad sobre el mercado es la vía para solucionar la actual crisis económica internacional”, ver más en: http://www.telesurtv.net/news/Rafael-Correa-defiende-la-idea-del-control...

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