La Interpretación Ejemplar del Sagrado Corán

Sura Quraish (Los Quraishíes) - Nº 106

Ésta sura fue revelada en La Meca y consta de cuatro aleyas

Contenido y mérito de su lectura

Como sus aleyas lo indican, ésta es, una complementación de la sura precedente. La misma recuerda las mercedes de Dios hacia la tribu de Quraish, a fin de estimular a sus integrantes, con el sentido de gratitud y comunicarles, que debían adorar al Creador de la Ka‘bah, a quien le debían todo el honor y la nobleza que gozaban.

Dijo el Profeta Muhammad (PB) respecto al mérito de su lectura:

“A quien la recite, Dios le computará diez recompensas según el número de todas las personas que han circunvalado Su casa, o hayan permanecido junto a ella.”[1]

Naturalmente semejante mérito, será para quien se someta, adore y venere al Creador de esa casa, escuche su mensaje con el oído del corazón y lo lleve a la práctica.

Nº 106 - Sura Quraish (Los Quraishíes)

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَنِ الرَّحِیم

لإیلافِ قُرَیْشٍ ﴿١﴾ إِیلافِهِمْ رِحْلَةَ الشِّتَاءِ وَالصَّیْفِ ﴿٢﴾ فَلْیَعْبُدُوا رَبَّ هَذَا الْبَیْتِ ﴿٣﴾ الَّذِی أَطْعَمَهُمْ مِنْ جُوعٍ وَآمَنَهُمْ مِنْ خَوْفٍ ﴿٤﴾

Bismil lâhi ar rahmâni ar rahîm

1. Li-ilâfi quraish

2. Ilâfihim rihlatash-shitâ’i uas-saif

3. Falia‘budu rabba hâdhal bait

4. Al-ladhî at‘amahum min ÿû‘in ua âmanahum min jauf

En el nombre de dios, el compasivo, el misericordiosísimo

1- para que se solidaricen los quraishíes (es decir que el objetivo del castigo a los cornacas, era que quraish se solidarizara con la ka‘bah y se preparara para la llegada del profeta (pb)).

2- o sea su solidaridad en la expedición invernal y estival.

3- ¡que adoren, pues, al señor de esta casa! (como gratitud a esta gran merced)

4- que les mantiene durante el hambre y les salvaguarda del temor.

¡Que adoren al Señor de esta casa!

La sura anterior, desarrolla la aniquilación de los cornacas y ésta, a modo de complemento, dice en su primer versículo:

1. Li-ilâfi quraish[2]

1- para que se solidaricen los quraishíes

El vocablo “Ilâf”, significa solidarizarse y no cabe definirlo como pacto, como algunos lo hicieron, pues esta definición no concuerda ni con el término en sí, ni con el sentido de los versículos. De cualquier modo, significa crear solidaridad entre Quraish y el territorio de La Meca y la Ka‘bah, dado que los quraishíes y demás mequinenses, habían habitado el lugar, a raíz de la seguridad y santidad que encerraba el territorio.

Año tras año, la mayoría de los habitantes del Hiyaz viajaban hacia La Meca, para realizar los rituales de la peregrinación y, aprovechando la oportunidad, mantener intercambios económicos y culturales.

Todas esas actividades eran posibles, gracias a la peculiar seguridad que brindaba el lugar. Si la Ka‘bah se hubiera visto afectada por el ataque de Abrahah y sus hombres y hubiera sido destruida, nadie se habría solidarizado con ella.

De acuerdo a la mayoría de los intérpretes, el vocablo “Quraish” es un enorme pez, que devora con facilidad, todo tipo de peces y animales acuáticos. La elección del nombre, es debido a su gran poderío y también al abuso de ese poder. No obstante, algunos de ellos sostienen, que deriva de la raíz “Qarsh”, que significa mercar o comerciar y se debería a que a menudo, los integrantes de esta tribu se dedicaban al comercio.

Otra versión señala que “Qarsh”, significa investigar y se debería a la investigación que ellos hacían, sobre las condiciones materiales de los peregrinos, a fin de socorrerles. En cuanto a la raíz citada, también significa reunión, asamblea o sociabilidad. Esto, estaría relacionado con la particular unión y solidaridad que ellos practicaban.

Cualquiera sea su definición, el término “Quraish”, no encierra hoy día un sentido que sea de interés alguno, puesto que pese a ser la tribu de la cual surgió el Profeta (PB), se convirtió en la más acérrima enemiga del Islam y no abandonó ningún tipo de obstáculo, o perturbación a fin de lograr su propósito.

No dudaron en continuar con sus complots, incluso en los momentos en que eran derrotados y hasta después del fallecimiento del Profeta (PB); causando dolorosos e inolvidables sucesos. Sabemos también que los Bani Umaîiah y los Banî ‘Abbâs, fueron los más claros ejemplos de gobiernos opresores y déspotas, pertenecían ni más ni menos que a la tribu de Quraish.

El legado de la Historia, nos demuestra que en la época de la ignorancia se explotaba a la gente. Por tal motivo, cuando el Islam, fuente liberadora surgió, e hizo a un lado el peligro que significaban sus ilícitas ganancias, se alzaron en su contra y se valieron para ello, de todas las fuerzas con que contaban. Pero a pesar de todo, el poder infinito del Islam los venció.

2. Ilâfihim rihlatash-shitâ’i uas-saif[3]

2- o sea su solidaridad en la expedición invernal y estival.

Posiblemente el objetivo de Dios, al infundir en sus corazones amor hacia aquella tierra, fue para que regresaran y tuvieran en cuenta, la seguridad que la misma les brindaba y no fueran atraídos por el confort del que gozaban en el Yemen o Sham, cuando realizaban tanto los viajes invernales como los estivales.

Cabe también la posibilidad, de que la solidaridad a la que se refiere el Sagrado Corán, sea la que existía entre Quraish y el resto de los habitantes de la Península Arábiga, en el curso de los viajes en caravana. Luego del suceso protagonizado por Abrahah, las caravanas de Quraish fueron más valoradas y respetadas que nunca. Y esta seguridad les era muy necesaria, tanto en el camino, como en La Meca misma. Dios les otorgó ambas.

Se sabe que el territorio de La Meca, no contaba con grandes cultivos, su fauna no era muy variada y la mayoría de sus ingresos los constituían los viajes de las caravanas comerciales.

Durante el invierno viajaban al sur, donde el clima era parcialmente cálido y durante el verano al norte, que gozaba de un clima templado.

En aquellos días, también el Yemen y Sham eran importantes centros comerciales y La Meca y Medina, eran los eslabones que los unían. Quraish, se valía de medios ilícitos para obtener sus ganancias y naturalmente no merecían el honor y el cariño divinos. Sin embargo, como el propósito de Dios era, que de esa tribu y esa santa tierra surgieran el Islam y su noble Profeta (PB), se los brindó.

3. Falia‘budu rabba hâdhal bait

3- ¡que adoren, pues, al señor de esta casa!

Esto indica a los quraishíes, su deber de adorar al Creador de la Ka‘bah y no a los ídolos.

4. Al-ladhî at‘amahum min ÿû‘in ua âmanahum min jauf

4- que les mantiene durante el hambre y les salvaguarda del temor.[4]

Esto significa, que luego del fracaso de Abrahah, Dios les otorgó el desarrollo en el comercio y apartó de ellos la inseguridad y el temor. En realidad, Dios había oído la súplica de Abraham (P), el fundador de la Ka‘bah. No obstante, aquella gente nunca agradeció nada, convirtió a la santa casa en un templo idólatra y prefirió la veneración de los ídolos a la de un único Dios. Finalmente, fueron víctimas del nefasto resultado de su ingratitud.

¡Oh Dios nuestro! Haz que Te adoremos, Te sirvamos, agradezcamos Tus mercedes y protejamos Tu bendita casa.

¡Oh nuestro creador! Resplandece día a día el gran centro islámico y conviértelo en eslabón de unión de los musulmanes de todo el orbe.

¡Oh Señor nuestro! Amputa las manos de todo encarnizado enemigo y de aquellos que se exceden y abusan del prestigioso núcleo.

¡Asi sea, oh Señor de los Mundos!

Fin de la Sura Quraish.

Fuente: La Interpretación Ejemplar del Sagrado Corán- tomo 27; Editorial Elhame Shargh

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente


[1] Maÿma‘ al-Baiân, t. 10, p. 543.

[2] El “lâm” (ل) en “Li ilâfi” es causativo y se relaciona con las aleyas anteriores, es decir que Dios los hizo como heno comido para que se solidaricen los quraishíes. Sin embargo otros lo relacionan con la frase siguiente: “falia‘budu” (“¡Que adoren, pues!”). Pero esta probabilidad no concuerda con el sentido de las aleyas, siendo la primera opinión más correcta.

[3] “Ilâfihim” es el sustantivo de “Îlâf” en la aleya anterior; el pronombre “hum” (هم) es el primer objeto directo, y Rihlatash-shitâ’” es el segundo objeto directo, y según algunos tiene significado adverbial (dzarfiat), y es posible que tuviese un propósito tácito que sería así: “ilâfihim “min” (من) rihlatash-shitâ’i uas-saif”. El segundo y tercer significado parecen ser más adecuados.

[4] Algunos intérpretes consideran a esta aleya como dos aleyas, por lo que consideran que las aleyas de esta sura son cinco, pero lo más famoso es que ésta es una sola aleya, por lo que la sura tiene cuatro aleyas.

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