Modelo de familia en el Islam

La relación conyugal en el Islam

(Primera parte)

En base a diferentes libros de sabios musulmanes respecto a la familia en el Islam en especial el libro de “felices esposos “del autor: Ali Husainzadeh

Dios Altísimo, ha creado al hombre para perfeccionarse y convertirse en el representante y vicario de Dios en la Tierra. Él ha puesto esta capacidad en todos los seres humanos sin distinción de género.

El Islam considera que el hombre es un viajero que marcha hacia la obtención de sus objetivos. El florecimiento de muchas de las capacidades que Dios ha establecido en las criaturas está en relación con los demás.

Si una persona, en este largo viaje espiritual, tuviera un compañero íntimo, su camino hacia Dios sería más fácil y en este movimiento, a medida que él avanza, percibe y entiende su propia evolución, porque el papel de estos dos compañeros, que juntos recorren el camino de Dios, es como un espejo que en cada instancia del viaje le muestra al otro sus virtudes y defectos; así como también el grado de su avance o retroceso. Es por ello, que a Dios le agrada que sus siervos se movilicen bajo un sistema familiar.

Por lo tanto, el Islam mira a la familia como una institución educativa en la cual se educan tanto los cónyuges como los niños.

En el Islam, el casamiento y la formación de una familia tienen un especial rango para atravesar la escalera del progreso y alcanzar la perfección humana. Una familia que esté basada en la fe y en los criterios humanos tendrá garantizada la tranquilidad física y espiritual y, a través de la realización de la armonía, amor, solidaridad y concordia, se limpiarán todos los vestigios de desconcierto, desesperanza, cansancio corporal y psíquico.

En tal ambiente armonioso y luminoso, los esposos pueden ir de la mano y atravesar los rangos de felicidad uno tras otro. Una familia con estas características es el ideal del Islam que todos los miembros de una sociedad deben perseguir.

Sin duda alguna, llegar a obtener tal modelo de familia, necesita el conocimiento de todas las enseñanzas que nos brinda el Islam en cuanto a la relación entre los esposos y con los hijos en la familia.

Por ello, el Islam,  antes de formar una familia, pone a disposición todas las formas para poder elegir el mejor compañero que le ayude en su viaje espiritual y no se convierta en un obstáculo para su desarrollo espiritual.

Por tal razón, nosotros debemos conocer todos los factores que ayudan a los esposos para que alcancen esta familia ideal.

Parte de estos factores son éticos y otros son de comportamiento y, finalmente, existen los factores físicos y sexuales.

Factores éticos

Entre los diferentes factores mencionados, los factores éticos tienen una importancia elevada ya que analizan las características y estados que están arraigados en la persona.

Esta particularidad no es por períodos sino que, al igual que un pilar estable, deja efectos sobre la personalidad y le da fortaleza para que se enfrente con las tensiones sociales.

En esta parte, nosotros trataremos temas como castidad y pudor, buen carácter, buenas intenciones y pensamientos de otros, conformismo, entereza, evitar los caprichos, la envidia y la rivalidad.

Capítulo primero

La castidad y el pudor

De entre las características que ayudan a los esposos a tener una familia ideal, es la castidad y el pudor de los esposos. Por lo tanto, aconseja mucho casarse con personas pudorosas y castas.

Definición de castidad y pudor (‘effat ua haia)

Effat, lingüísticamente, significa proteger al ego de los deseos y pasiones[1]. Haia significa proteger el ego de la debilidad y defecto, así como también tiene el sentido de alejamiento de los asuntos viles.

Así como las inclinaciones del ego son diferentes en distintas personas y casos, la protección del ego (‘effat), también es diferente.

Por ejemplo, el ‘effat en un pobre es conformarse con lo que obtiene y proteger su ego de los deseos y pasiones, tal como se describe en la siguiente aleya.

 “Y los bienes que repartáis os benefician a vosotros mismos. No gastéis sino es buscando agradar a Dios. Y lo bueno que deis, volverá a vosotros y no seréis oprimidos.

Que sea para los necesitados que se encuentran en dificultades por su dedicación a la causa de Dios, sin poder desplazarse por la Tierra. El ignorante piensa que son ricos, por su discreción (‘effat). Los reconocerás por sus señales. Ellos no piden a la gente, molestándola. Cualquier bien que gastéis, ciertamente, Dios sabe de ello”. (Corán 2: 272, 273).

El término ‘effat, cuando se utiliza junto a la palabra riqueza, significa proteger al ego de los deseos que se arraigan en su riqueza.

Veamos la siguiente aleya del Corán:

“Examinad a los huérfanos hasta que lleguen a la edad de casarse y, si los consideráis maduros, entregadles sus bienes y no comáis de ellos, derrochándolos prematuramente, antes de que se hagan mayores. Y el que sea rico, que se abstenga de usar el bien del huérfano, y el que sea pobre que use lo justo. Cuando les entreguéis sus bienes, hacedlo ante testigos. Y Dios es Suficiente para llevar la cuenta”. (Corán, 4:6)

‘Effat en una persona que no tiene medios para casarse significa proteger su ego de deseos y pasiones a través de distintas vías.

La siguiente aleya nos describe esto:

“Y quienes no cuentan con recursos para contraer matrimonio que mantengan el celibato hasta que Dios les enriquezca con Su favor.

Y a quienes, de entre vuestros esclavos, deseen su escritura, escribídsela si sabéis que en ellos hay bien. Y dadles de los bienes de Dios que Él os ha otorgado.

Y, buscando obtener las ganancias de esta vida mundanal, no forcéis a vuestras esclavas a la prostitución si desean permanecer célibes. Pero si son obligadas, en verdad, Dios, tras haber sido ellas obligadas, es Perdonador, Misericordiosísimo”. (Corán 24:33)

‘Effat en las mujeres de edad avanzada es protegerse de mostrar sus adornos y no engalanarse para exhibirse (puesto que estas mujeres, según las aleyas coránicas, tienen permiso de no observar completamente el hiyab si son ancianas). No obstante, la misma aleya sugiere que vistan un hiyab completo y seguir el camino de ‘effat es mejor para ellos.

“Y las mujeres mayores que no tienen esperanza de contraer matrimonio, no cometen pecado si relajan su vestimenta sin llegar a mostrar sus adornos. Pero es mejor para ellas que se recaten”. (Corán 24:60)

Nuestras narraciones[2] también nos muestran la importancia de ‘effat en su forma general y, especialmente, enfatizan en controlar los deseos de comer y sexuales.

Dice el Imam Baqer (la paz sea con él): “No existe ninguna adoración más meritoria que ‘effat y protegerse frente a los deseos sexuales y de comer”.[3]

Esto nos demuestra que parte de la vulnerabilidad del ser humano se debe a sus deseos económicos y sexuales.

Dijo el enviado de Dios (la paz sea con él y su descendencia): “Lo que más hace caer a mi comunidad hacia el fuego son dos cosas, al batn (el estómago) ua al farj (deseos sexuales).[4]

Ahora vamos a analizar cómo es que ‘effat influye en la buena relación entre los esposos.

El príncipe de los creyentes, en su testamento a Muhammad Ibn Hanafíah, su hijo, dijo: “Quien no obedece a sus deseos pasionales hace que su personalidad se fortalezca”.[5]

De entre los más importantes deseos del ego se encuentra el deseo sexual. Por eso es que la castidad y pudor influyen en la buena relación de la pareja, de modo que el enviado de Dios considera que la castidad es de las mejores cualidades de la mujer.[6]

Analizando numerosos hadices al respecto, observamos que, junto a una invitación general hacia el ‘effat, algunos de ellos hacen una invitación especial a las mujeres.

Ahora nos surge una pregunta: “¿Cuál es el motivo del especial énfasis que se hace a la mujer?”.

La importancia de ‘effat (castidad) en la mujer

Se expresaron distintas opiniones respecto al origen de la ética sexual de la mujer como el pudor, la castidad y la tendencia a cubrirse frente al hombre.

Una de las más precisas es presentada por el sabio y mártir Muttahari: “Pudor, castidad y recato, son medidas que la mujer ha utilizado frente al hombre por inspiración divina”.

La mujer ha concebido, con su inteligencia innata, que desde el aspecto físico no puede igualarse al hombre y, por otro lado, ha encontrado un punto de esperanza en la misma necesidad que la creación divina ha puesto en el hombre, convirtiéndolo en la cristalización del amor y la búsqueda, y a la mujer la cristalización de ser amada y buscada.

Cuando la mujer sea consciente de su lugar y estatus frente al hombre, aprovechará el pudor y castidad para resguardar su estatus.

Asimismo, el famoso poeta Mulavi, da el ejemplo del agua y el fuego para hacer ver la importancia de la existencia de un obstáculo y separación entre la mujer y hombre, para proteger el estatus de ambos, y para valorización de la mujer. Él dice: “El hombre es como el agua y la mujer es como el fuego, si el obstáculo entre el agua y el fuego se elimina, el agua se apodera del fuego y lo apaga”.

Quiere decir que el valor de la mujer se garantiza cuando tiene pudor. De lo contrario, pierde su valor.

Él dice: “Si hay un obstáculo entre ambos, por ejemplo poner el agua en una olla y poner el fuego debajo de la olla, en este caso, el fuego, gradualmente, influye en el agua y le da calor, hasta tal punto que le da ebullición, hasta convertir todo su ser en vapor”.[7]

Así es cómo el enviado de Dios, a la vez que recomienda el pudor para la gente, lo considera, aún más bello para la mujer.[8] Y considera que la peor característica de la mujer es tener poco pudor.[9]

La castidad y el pudor es un factor eficaz para proteger y elevar la posición y personalidad de la mujer. No obstante, cabe destacar que el pudor de la mujer es valioso cuando es en relación con hombres ajenos y este comportamiento fortalece su relación con su propio esposo mientras que los hadices nos dicen que ser pudoroso frente al esposo, que es con quien Dios Altísimo nos permitió gozar, causa problemas en la relación conyugal.

Este tipo de pudor no es aconsejable en los dichos de nuestros Imames.

Dice el Imam Sadiq (la paz sea con él): “La mejor de vuestras mujeres es quien, cuando está con su esposo, se saca la vestimenta de pudor y cuando se viste para salir, se viste con la armadura del pudor”[10].

Quiere decir que una buena mujer es aquélla que al salir de su casa se viste con la vestimenta del pudor y la castidad para que la protejan, al igual que un escudo y armadura. Caminar con seriedad, de modo que las flechas de las miradas de viciosos jóvenes no tengan permiso de chocar con ella. No obstante, en su intimidad con su esposo, cualquier ternura y métodos de atracción hacia éste no sólo están permitidos, sino que son aconsejables.

La mujer creyente tiene que conocer en cada situación cómo comportarse.

Conocer distintos ejemplos de ‘effat

  1. ‘Effat en las relaciones sexuales

La característica más sobresaliente de ‘effat es el control de las pasiones en las relaciones sexuales.

En las narraciones, este tipo de pureza, luego de conocer a Dios, se halla entre las cualidades más exaltadas.

Dijo el Imam Ali Ibn al Husain (la paz sea con él): “No hay nada más amado para Dios, -luego de conocerLo- que el ‘effat en el deseo de comer y sexual”[11].

Y Dios, Altísimo, en el sagrado Corán, permite el goce sexual únicamente con sus esposas y esclavas. [12]

“Aquellos que protegen sus partes privadas,

Excepto de sus esposas o de sus esclavas, pues entonces no son censurables.

Quienes busquen más allá de esto, serán transgresores.” (Corán, 23: 5,6.)

En la siguiente aleya se invita a la gente que no tiene posibilidad de casarse a que mantenga su castidad y pureza y a alejarse de cualquier impureza en sus relaciones.

“Y quienes no cuentan con recursos para contraer matrimonio que mantengan la abstinencia hasta que Dios les enriquezca con su favor”. (Corán, 24:33)

  1. ‘Effat en el modo de vestir

Otro ejemplo de ‘effat es vestirse de forma recatada. El sagrado Corán nos describe la completa forma de vestimenta de los creyentes.

Vemos en las suras 24:31, 33:59, entre otras:

“Di a los creyentes que recaten sus miradas y que protejan sus partes privadas, esto es más puro. En verdad Dios está bien informado de lo que hacen.”

“Y di a las creyentes que recaten sus miradas y protejan sus partes privadas y no muestren sus encantos, excepto lo que está a simple vista. Que cubran sus pechos y que no muestren sus encantos, excepto a sus esposos…”

Este tema se desarrolla cuando se refiere al hiyab de la mujer musulmana.

  1. ‘Effat en la exhibición

En varias aleyas de Corán Dios invita a las mujeres a abstenerse de toda exhibición frente a los extraños. (Corán, 33:33).

Y en otras aleyas donde Dios permite a las mujeres de avanzada edad no prestar tanta atención en la cobertura de su cabello, pone como condición que no se maquille y que no tenga ninguna intención de exhibirse.

  1.  ‘Effat en la mirada

El Imam Ali, príncipe de los creyentes (la paz sea con él), basándose en las aleyas de Corán, considera a la castidad en la mirada, otro ejemplo importante de ‘effat y dice: “’Effat en la mirada y ‘effat en los estómagos son indicios de la piedad de una persona”[13].

Existen numerosos hadices que nos hablan de este tipo de ‘effat y enfatizan en que una persona no puede saborear el gusto de la fe si no controla su mirada, y este control es una de las principales formas para que Dios abra nuestro ojo interno hacia el mundo angelical.

El control de la mirada garantiza la felicidad de todas las familias y la aleja de la atracción y de cualquier tipo de infidelidad, puesto que la mirada es uno de los factores que permiten se origine la pasión en el corazón.

Si la mirada de una persona cae sobre una persona no mahram[14] o una escena ilícita, inmediatamente debe retirar su vista. De lo contrario, según los hadices, ello es suficiente para arrojar a la persona en la sedición. El Imam Ali (la paz sea con él) dice: “Una mirada tras otra, siembra en el corazón la pasión y ello es suficiente para arrojar a su dueño en graves problemas”.  La historia nos muestra hermosos ejemplos de quienes tuvieron este control y recibieron de parte de Dios grandes recompensas.

El ejemplo coránico de este ‘effat es el profeta Yusuf y la virgen María (la paz sea con ambos).

  1.  ‘Effat en el modo de caminar

Otro tipo de ‘effat es la castidad y serenidad en el caminar. El generoso Corán, elogiando la forma de caminar de la hija de Shu’aib, frente a la gente y los no mahram, dice: “Entonces, vino una de las mujeres con pasos recatados. Ella dijo: ‘En verdad, mi padre te invita para compensarte por haber abrevado nuestro ganado…’ (Corán, 28:25)

  1.  ‘Effat en la relación con los no mahram

Protegerse de no concurrir a lugares donde los ambientes son mixtos y evitar estar a solas con un hombre no mahram. Ésta es una de las virtudes de hombres y mujeres creyentes.

Dios, en el Corán corrobora la conducta de las hijas de Shu’aib que son ejemplos de mujeres pudorosas. Moisés, en la entrada a la ciudad de Madyan, vio a dos muchachas que se encontraban a una cierta distancia de los hombres, cuidando sus ovejas, mientras que los pastores estaban alrededor del pozo de agua abrevando a sus ganados.

Moisés preguntó a qué se debía esa separación, y ellas contestaron, según el Corán: “Y cuando llegó al pozo de Madyan, encontró en él a un grupo de gente abrevando a su ganado y encontró a dos mujeres manteniendo al suyo apartado.

 Él dijo: ‘¿Qué hacéis?’ Ellas dijeron: ‘No abrevamos a nuestro ganado hasta que los pastores no se vayan, pues nuestro padre es muy anciano’. Así pues, él abrevó el ganado para ellas y luego se volvió a la sombra y dijo: ‘¡Señor mío!’ ¡En verdad, estoy necesitado de cualquier bien que envíes para mí!’. (Corán 28:23).

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[1] Hasan Mustafavi, “At tahqiq fi kalimatiQur’anilkarima”. Tomo 8 p. 180

Ibid, Tomo 2,  p. 338

[2] Sheij Hurr Ameli, Uasa-ilu shia, Tomo 15, p. 249.

[3] Ibid.

[4] Ibid

[5] Ibid, p. 250

[6] Ibid, Tomo 20, p. 29.

[7] Murteza Motahari, “La cuestión del hiyab”.

[8] Maymu’eie barram, Tomo 2, p. 18

[9] Mirza Husain Nurí, Mustadrakul Uas-el, Tomo14, p. 165.

[10] Muhammad Ibn Ia’qub Kulaini, Al Kafi, Tomo 5, p. 324.

[11] Hasan Ibn Shu’ba Harrani, Tuhaful ‘Uqul, p.282.

[12] Esta aleya hace referencia a la época en que aún existían esclavas y, a pesar de que el Islam ha tomado medidas para su abolición, ésta fue paulatina. De todos modos, esta aleya muestra que aún las esclavas que estaban solteras, como tenían que estar al servicio de su amo permanentemente, pasaban a formar parte de la casa y eran consideradas permitidas para mantener relaciones sexuales con el amo si éste lo deseaba, al igual que sus esposas, aunque sus esposas tenían otro estatus. Pero el Islam no permitió que tenga relaciones con aquellas esclavas que estuviesen casadas.

[13] Hasan Ibn Abal Hasan Deilami, “A’lamu din”, página 292.

[14] Los mahram son los familiares consanguíneos de línea ascendente y descendente, que no pueden casarse con la mujer y con quienes no hace falta que la mujer se cubra con su hiyab. También son mahram quienes se relacionan directamente por causa de casamiento y por amamantamiento. La Sura Nur, aleya 35 explica en detalle quiénes son considerados mahram.

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