Ayatollah Murtada Mutahhari: El Profesor y el Filósofo sui generis cuyo pensamiento aún vive en toda las generaciones

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Este 2 de mayo se recuerda el asesinato de uno de los grandes maestros en el mundo islámico shiita, nos estamos refiriendo a uno de los principales artífices de la nueva conciencia islámica en Irán, al gran discípulo del Imam Ayatollah Jomeini, al pensador revolucionario por los temas que abordó y su determinación de ofrecer respuestas a nuevos desafíos , al intelectual y erudito que por sus eminentes obras desmitifica a la información distorsionada que se tiene en Occidente sobre el verdadero islam, como el tema de la Mujer, la Yihad, y otras temáticas que por su desconocimiento son presas fáciles de la mala propaganda de los “Todos poderosos”, al destacado y reconocido escritor, el cual también escribió extensamente contra los efectos perniciosos del consumismo, la exégesis, la filosofía, la ética, la sociología, la historia, y muchos otros asuntos que se encuentran ligados con el mundo contemporáneo y a los cuales les da una solución. Quien dejó más de 50 libros[2], los que se han publicado en persa, árabe, turco, urdú, español, inglés, alemán y muchos otros idiomas más.

El que a través de sus conferencias, cátedras, escritos, artículos y libros se convirtió en una figura muy respetada por toda la República Islámica de Irán, pero por sobre todo entre los estudiantes y profesores de las escuelas, Madrazas, Universidades, influyendo como ejemplo con una educación tradicional y un compromiso socialmente consiente musulmán.

Sus ideas son para nosotros una puerta de luz del camino hacia la liberación, quien las lea habrá encontrado las respuestas a muchísimas temáticas dentro del islam, que los medios de comunicación masiva a través de su propaganda mal intencionada, se encargaron de distorsionar su verdadero contenido y mostrar otra realidad falsa de un islam terrorista, aniquilador, torturador, degollador y asesino.

Los invitamos a descubrir el verdadero islam a través de los libros y textos que este gran Maestro dejó para la humanidad como legado. Entre sus principales libros se encuentran:  “La ciencia de la Gnosis”, “El hombre perfecto”, “El salvador esperado”, “La meta de la vida”,” Jurisprudencia y sus principios”, “La yihad, la guerra santa”,  “Introducción a la filosofía religiosa del islam”, “Sociedad e Historia”, “Hombre y fe”, “Ética sexual en el islam y en el mundo Occidental”, “Discursos espirituales”, “Polarización en torno del carácter de Ali Ibn Abi Talib”, “La educación y la enseñanza en el islam”, “Narraciones de los justos”, “Misticismo islámico” y muchísimos otros que nos llevan a descubrir sus enseñanzas y doctrinas como guías hacia el camino del bien, las cuales nos advierten del materialismo, de la corrupción y de todos los males que en la actualidad al mundo rodea y corrompe; pero hay que destacar de sobremanera también que con respecto a la Mujer en el islam escribió “Los Derechos de la mujer en el islam”,[3]en el que desmitifica el papel de la mujer en el islam, su rol como hija, esposa, madre, su independencia social y en el que nos plasma y explica en forma detallada los derechos que gozan las mujeres en esta forma de vida, muchos de los cuales no los posee una mujer en Occidente, como la dote y el derecho al mantenimiento que el hombre está obligado a cubrir; es decir nos da a conocer el verdadero estatus de la mujer en la visión del mundo del islam, pues en el matrimonio el hombre busca la unión con la mujer, no su esclavitud.

Este gran profesor y mártir que supo ligar sus cánones controversiales con su sabiduría mística con los temas netamente contemporáneos dejándonos su magnánima filosofía, es nada menos que el Ayatollah Murtada Mutahhari, quien pese a ser brutalmente martirizado (el 2 de mayo de 1979) a sólo tres meses del triunfo de la Revolución Islámica (ocurrida el 11 de febrero de 1979), continúa vivo por sus ideas y pensamientos que dejó en sus libros, que fueron y son expresión del más puro espíritu islámico, un espíritu abierto que busca la justicia y la libertad, y que procura entrar en los corazones por medio de la persuasión y la razón y no por la violencia.

Debemos recordar que cuando fue martirizado el Ayatollah Murtada Mutahhari, el Imam Jomeini (r.a) el gran líder de la Revolución Islámica dijo:

“En él he perdido a un querido hijo. Estoy de luto por la muerte de uno que era el fruto de mi vida”.[4]

“Mutahhari es un gran mártir, intelectual, filósofo y un erudito de la ley islámica de primer orden, Mutahhari luchó con fuerza contra la perversión y la desviación, Mutahhari un ejemplo singular de teólogo islámico, experto en diferentes tópicos islámicos y del Sagrado Corán”.[5]

“A parte de que fue un hombre de la pluma, el Imam Jomeini ha reconocido que Mutahhari fue un orador elocuente y combatiente´alim; pues su predicación y amonestación emanaba de un corazón lleno de fe y convicción son beneficiosos y agradables tanto para el gnóstico como para el plebeyo”.[6]

“Él es un epítome del martirio y el sacrificio; así como un resucitador del movimiento”.[7]

A través de estas palabras, se puede decir que para el Imam Jomeini, el Profesor Seyyed Mutahhari, no puede limitarse a una sola dimensión; ya que es una forma de realización de una totalidad; pues poseía un don muy particular y es el de poder llegar con facilidad hacia la mentalidad de las personas a través de sus mensajes y en particular la de los jóvenes, y con este poder de convocatoria pudo atraerlas y resucitar el pensamiento del movimiento libertario preparatorio hacia la revolución, aquella que se deshizo de un tirano usurpador con ideas imperialistas como fue el Sha; pues Mutahhari es Mutahhari.

Y es así que este gran erudito, pensador sui géneris, el que se adelantó a su tiempo, por los temas que abordó y su determinación de ofrecer nuevas respuestas a nuevos desafíos y proponer soluciones muy bien planteadas, se dirigió a los jóvenes y en su libro “Guiando a la Juventud de la Nueva Generación”, [8]señala que en el verdadero islam, las responsabilidades son compartidas entre la gente; con esto se quiere decir que las personas son los guardianes y son responsables de unos a otros y que todos compartimos en esta responsabilidad hacia los demás.

“Cada generación es el guardián y es responsable de otra generación. Cada generación es responsable de la que viene detrás de ellos, y es responsable de asegurar la religión y la orientación que se ha heredado de las generaciones anteriores, y estas a las futuras”.[9]

Al mismo tiempo nos exhorta a no abandonar los desafíos de hoy con las soluciones de ayer, en este sentido afirma:

“Consciente de la época en que vivimos, tenemos que centrarnos en la integración de los aspectos intelectuales, sociales y emocionales que afectan a nuestros jóvenes y especialmente a los estudiantes de colegios y universidades”.

Y desde ese punto de vista este defensor revolucionario del islam es un guía que ha considerado que la libertad es perfección y que sin ella el hombre no puede alcanzar su propia perfección. Dios ha creado al hombre de tal manera como para que alcance su mayor grado de perfección por medio del libre albedrío y la libre opción. El camino a la perfección no puede ser otro sino aquel por el que va hacia ella por medio de su libre voluntad. Tan pronto como interfiera alguna compulsión, el camino queda firmemente bloqueado.

El Islam ha confirmado la libertad como un valor humano pero no como el único valor humano en su sentido superficial. ‘Alî (P.) ha dicho a su hijo el Imam Al-Hasan en el pacto realizado, según el “Nahyul Balaga”: “Mantente alejado de toda cosa baja... No conseguirás de nuevo el respeto que pierdas. No seas esclavo de nadie, en tanto Dios te ha creado libre”.[10]

El Imam As-Sâdiq (P.) ha hecho la siguiente observación: “Solamente una cosa puede hacerse equivalente al alma de uno, y eso es Dios”.

Entonces si la libertad es perfección no la confundamos como libertinaje como se lo está haciendo en la actualidad y destruyamos el mundo, ya lo dijo el gran Profesor Mutahhari.

“Creyentes. Temed a Dios. Que cada uno considere lo que prepara para mañana (el Día del Juicio). Temed a Dios. Dios está bien informado de lo que hacéis. No seáis como quienes, habiendo olvidado a Dios, El hace que se olviden de sí mismos. Estos tales son los perversos” (59:18-19)

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