Análisis crítico de la Escuela de la Fuerza o Poder respecto al hombre perfecto (I)

Profesor Ayatola Murtada Mutahhari

“¡Qué de Profetas ha habido!, junto a los cuales combatieron muchas miríadas, y no se descorazonaron por los reveses padecidos por (la Causa de) Dios, no flaquearon, no cedieron. Dios ama a los tenaces” (3: 146).

Otra escuela que se ocupa del hombre perfecto, del superhombre, el hombre modelo, ideal y sublime, es la escuela de la fuerza. Esta ideología iguala al hombre perfecto con el hombre poderoso. En otras palabras, en esta doctrina la perfección significa fortaleza, mientras que la debilidad es considerada como imperfección o deficiencia. Cuanto más fuerte es el hombre, más perfecto es, y cuanto más débil, más deficiente resulta. Quienes se guían por esta escuela sostienen que la verdad, el derecho y la justicia no tiene ningún otro significado más que el de poder o fuerza. Cuando dos fuerzas chocan entre sí, consideran que la que sale victoriosa es la correcta y que la otra no tiene ningún derecho. Sin embargo, nosotros sostenemos que, generalmente, cuándos dos fuerzas o poderes se enfrentan, uno es falso y el otro auténtico, y no necesariamente el ganador es el justo o correcto ya que también un falso poder, una fuerza injusta, puede a veces triunfar. De todos modos el Sagrado Corán declara que la victoria final está siempre del lado de la verdad y que la victoria ocasional de las fuerzas del error y la falsedad es siempre temporaria. Se debe recordar que el Corán no dice que la posición correcta es siempre la triunfante. De ello se deduce que la fuerza o poderío no representa a la justicia, salvo en raras ocasiones.

LA HISTORIA DE LA ESCUELA DE LA FUERZA

Esta ideología goza de una larga historia. Se remonta a los tiempos presocráticos. Sócrates vivió 400 años antes de Jesús (P). Anteriormente a Sócrates existió un grupo conocido como sofistas quienes adherían a la escuela del poder. Sin embargo, con la aparición de filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles, dicha escuela fue abandonada en la Grecia antigua. Luego, con el advenimiento del cristianismo no quedó lugar para argumentos como el señalado (es decir: que el poder y la fuerza son sinónimos de justicia y verdad), porque su doctrina se levantó contra estas afirmaciones. El cristianismo ni difunde la supremacía del poder y la fuerza sino más bien la debilidad, la entrega. El cristianismo llama a los seres humanos a permitir que quien les golpee la mejilla derecha también lo haga con la izquierda. Este es un método de promoción de la debilidad y la mansedumbre. Cuando llega el Islam, como veremos, tuvo su propia actitud o posición hacia la fuerza y el poder, no sosteniendo que la fuerza de por sí es justa o que el poder y la justicia son iguales. Los europeos afirman que el poderío es equivalente a justicia y derecho.

Últimamente la noción de que el derecho y el poderío son iguales fue revivida en la Europa occidental, en primer lugar dentro de los límites de la filosofía política. Maquiavelo, el filósofo florentino, basó su filosofía sobre la hegemonía o dominación. Defendió el uso de todos los medios, incluso la traición y la fuerza, con el objeto de mantener la supremacía y el poder: Afirmó que en política no hay lugar para la rectitud, la virtud y otros valores verdaderos.

Maquiavelo fue seguido por otros filósofos y no sólo defendió el uso del poder absoluto en la política como criterio general, dando carta blanca para actuar a las autoridades en este sentido, sino que también creyó que la mejor conducta ética significa poder y autoridad. El filósofo alemán Nietzsche planteó por su parte crudamente al poder como un principio general de la ética.

LA TEORÍA DE FRANCIS BACON Y SU INFLUENCIA

En el siglo XVI la ciencia y la lógica sufrieron cambios considerables. Dos de los más prominentes filósofos del mundo, es decir, el inglés F. Bacón y el francés René Descartes, son conocidos como los precursores de la ciencia moderna. Bacón presentó una teoría respecto a la ciencia que trastornó a todas las teorías previas. Las ideas de Bacón produjeran un considerable avance de las ciencias y le dieron al hombre un extraordinario dominio sobre la naturaleza, al tiempo que corrompieron al género humano. En otras palabras, el método Bacón hizo florecer la naturaleza de la mano del hombre pero también corrompió al hombre a través de sus propias realizaciones. ¿Cuál es esa teoría? Antes de Bacón, grandes hombres de la filosofía y especialmente de la religión, habían colocado a la ciencia al servicio de la verdad y no al servicio de la fuerza o del poder. Estas personas animaron a los seres humanos a adquirir conocimiento porque esa conducta les conduciría a la verdad. Debido a esto, la ciencia y el conocimiento fueron venerados como algo sobre los intereses humanos y las cuestiones materiales. El conocimiento y la riqueza estaban en campos opuestos, disputando uno con otro. La cuestión que se presentaba a menudo era: ¿Cuál es el mejor de los dos, el conocimiento o la riqueza? Así es como se acostumbraba a empezar el debate. En la literatura persa y árabe el conocimiento y la riqueza son frecuentemente apareados y contrapesados, colocándose siempre al conocimiento primero.

Alí (P) ha preferido el conocimiento a la riqueza, como está indicado por medio de sus palabras registradas en el Nahyul Balaga: “Quien me enseña tanto como una palabra, me convierte en su siervo”. Consideremos la sublime jerarquía que el Sagrado Corán ha acordado al conocimiento observando la revelación en los versículos acerca de la creación (Sura 2:30-34).

Bacón prefirió un nuevo punto de vista al decir: “Estos argumentos respecto al carácter sagrado del conocimiento son simple diversión. Decir que buscar y descubrir la verdad es sagrado en sí mismo, es un prejuicio mental. ¡No! El hombre debe colocar el conocimiento al servicio de la vida. ¿Qué conocimiento es mejor que el más fructífero para la vida humana. ¿Qué conocimiento es mejor que el que faculta al hombre a dominar la naturaleza?”. De esta forma el conocimiento cedió su sublime y divina jerarquía por un puesto mundano y terrenal. En otras palabras, el curso del conocimiento y la investigación cambió y fue desviado hacia la naturaleza y el descubrimiento de sus secretos, de modo que el hombre podía asegurar mejor su bienestar y vida material.

La teoría mencionada prestó un gran servicio al hombre en el descubrimiento de los secretos naturales y le dio dominio sobre lo que lo rodeaba. Sin embargo, la ciencia perdió su posición elevada. No obstante, si se observa cuidadosamente, se advertirá que el conocimiento aún preserva su aspecto sagrado a los ojos de los estudiantes de religión en los seminarios (islámicos). Los textos religiosos como Adab ul-Muta'allimín y Muniat Al-Muríd del Shahid Zani, están repletos de tradiciones y narraciones atribuidas al Profeta (BPD) y los inmaculados Imames (P) que exaltan la sublime jerarquía del conocimiento. Por ejemplo nos impone la ablución (ritual para la purificación) antes de concurrir a la clase de teología (como forma de preparación para adquirir conocimiento). Para un estudiante de religión (islámica) un maestro es la persona de más alta estima, rayana en la santidad. Un estudiante de religión es muy humilde con sus maestros, y hasta siente vergüenza de estudiar con la finalidad de hacerse rico, de la misma forma que los maestros de las ciencias religiosas se sienten degradados si enseñan por dinero.

Pero en la educación moderna (occidental), la cual es una continuación y consecuencia de las teorías de Bacón, la enseñanza ha perdido su sacralidad por completo. Hoy día los esfuerzos de los estudiantes se dirigen a ganar su sustento. Ya no importa si la persona va a la escuela para convertirse en un físico o ingeniero y ganarse la vida decentemente, o se vuelve un simple empleado o comerciante. Van detrás del dinero y consideran que su maestro o profesor es alguien que cobra una suma de dinero por mes para decir ciertas cosas en el aula. Hoy día un estudiante puede decir cosas desagradables de su maestro a espaldas suyas y no avergonzarse por ello.

Bacón dijo: “El conocimiento es para el poder y al servicio del poder y nada más”. Esta teoría no produjo sus malos efectos rápidamente. Pero gradualmente, mientras el hombre buscaba obtener solamente poder de la ciencia y el conocimiento, llegó a un punto donde todas las cosas fueron puestas al servicio del poder.

Hoy día el mundo da vueltas sobre esta base, es decir, que el conocimiento sirve generalmente a los poderes. En ningún momento de la historia la fuerza ha sido tan monopolizada por aquellos que manejan el poder como sucede actualmente. Los científicos de primer orden son los seres humanos más cautivos en el mundo. Por ejemplo, Einstein fue un sirviente de Roosevelt y no podía vacilar o poner reparos al servirle. Y eso sucede tanto en el campo comunista como en el capitalista. Hoy el mundo es dirigido por la fuerza, no por la ciencia y/o el conocimiento. La frase que a menudo se cita y que dice “nuestro mundo es el mundo de la ciencia”, expresando con esto que la ciencia existe pero está encadenada. Está al servicio del poder. Hoy día la ciencia es esclava, no tiene libertad. Cada nuevo invento y descubrimiento es considerado, antes que nada, por sus méritos como arma con la cual matar y destruir. Ciertos descubrimientos que pueden tener usos beneficiosos son a veces mantenidos en secreto por largo tiempo para su probable aplicación militar en el futuro. El curso que inauguró Bacón finalizará necesariamente en lo que afirmó Maquiavelo y especialmente Nietzsche.

EL USO DE LOS PRINCIPIOS DARWINIANOS POR NIETZSCHE

 Otro principio que se desarrolló en el mundo y del cual hizo uso Nietzsche, es el principio darwiniano de la lucha por la subsistencia, o la supervivencia del más apto. Darwin era un fiel cristiano. Confesó en sus escritos la existencia de Dios y ha demostrado su admiración y respeto por Jesús (P). Se señala en la biografía de este científico que tenía una copia de la Biblia apretada con sus brazos en su lecho de muerte. Pero los principios darwinianos han degrado sus sentimientos religiosos. Un ejemplo de ello es el uso que se hizo de la teoría darwiniana de la evolución por los materialistas para negar la existencia de Dios. Otro ejemplo del uso denigrante de la filosofía evolucionista de Darwin concierne a la ética, específicamente al hombre perfecto, al desarrollo del hombre bueno, modelo, superior (el superhombre de los filósofos y otros pensadores es su visión del hombre perfecto que nosotros denominamos Al­Insán Al-Kámil.). Darwin estableció cuatro principios. Uno es el principio del amor propio, queriendo decir con ello que todo ser vivo se aprecia a sí mismo egoístamente y lucha por su supervivencia. Un argumento sobre el que se basa este punto de vista es que los seres vivientes están luchando constantemente entre sí, sobreviviendo los más fuertes. La naturaleza selecciona constantemente a los seres vivientes. La guerra es el tamiz de la naturaleza y la criba de la vida. Por medio de esta lucha continua y perpetua son filtrados los más aptos, que son los que sobreviven porque han tenido éxito en destruir a todos sus desafiantes.

Se hacen ciertas críticas a este principio. Se dice que los seres vivos a veces sobreviven no porque sean más fuertes, y que la aptitud para sobrevivir es algo distinto al hecho de poseer una mayor fuerza o poder. No entraremos en esto ahora. De cualquier manera, Nietzsche ha concluido que: “Este (la supervivencia del más fuerte) es el principio básico y esencial de la vida para todas las criaturas y seres vivientes, incluido el hombre. Estos deben combatir para sobrevivir y es el individuo más poderoso el que sobrevive. Esto es lo único correcto”. Luego agrega Nietzsche: “La naturaleza se mueve o progresa en la dirección del superhombre, y éste deberá evolucionar y desarrollarse en el futuro”. En opinión de Nietzsche el hombre perfecto entonces no es sino el hombre más fuerte, un hombre que no tenga ninguna inclinación ni compasión por la debilidad y los débiles, u otros sentimientos que nosotros consideramos atributos de la perfección, como ser amabilidad, compasión, amor, benevolencia, etc. Nietzsche afirma que tales sentimientos evitan el desarrollo y el surgimiento del más poderoso, del superhombre, del hombre perfecto. En su opinión el hombre perfecto es aquél que carece del atributo de la debilidad, como lo denomina él, y que nosotros (musulmanes) consideramos hoy día como un signo de perfección.

De esta manera Nietzsche es enemigo de Sócrates como así también de Jesús (P). Nietzsche ha llamado traidor a Sócrates por haber recomendado cosas como la castidad, la pureza, la justicia, la bondad, etc. Y en su opinión Jesús (P) es peor que Sócrates, por haber hablado tanto acerca de la compasión y el amor. Cuanto menos uno tiene las características del amor y del afecto más cerca está de la perfección porque según Nietzsche, la perfección significa fuerza y poder, mientras que la imperfección significa incapacidad para la aplicación de la violencia, lo cual es producto de una deficiencia.

RESUMEN DE LOS PUNTOS DE VISTA DE NIETZSCHE

Citaremos aquí algunos de los puntos de vista de Nietzsche, según están registrados en distintos libros de filosofía. Como Foroughi (autor iraní) ha narrado éstos más fielmente que otros, serán los que reproduciremos aquí: “Toda persona instruida considera el egoísmo malo y la filantropía buena. Nietzsche considera el amor y la benevolencia como debilidad y un defecto y recomienda el egoísmo como el camino correcto.” Este es un punto discutible y debemos analizarlo más ampliamente para ver si actitudes tales como la bondad, la compasión y otras parecidas son o no realmente debilidades.

“Tomando el punto de vista de Darwin, Nietzsche ha adoptado la cuestión de la necesidad de esforzarse en la vida y lo ha interpretado como una lucha por la supervivencia entre enemigos, dependiendo la supervivencia de uno de la aniquilación de los otros. En otras palabras, Nietzsche considera correcto que los individuos vayan a combatir uno con otro para hacerse con el poder y convertirse en los dominadores. En la sociedad humana todas las personas de buena voluntad han considerado necesario observar las formalidades impuestas por la mayoría, y han juzgado la conveniencia pública como el eje sobre el que se mueven los asuntos generales. Nietzsche ha considerado a la mayoría como de baja condición y degenerada y a una minoría selecta como la justa y correcta. De esta manera el pensamiento de Nietzsche recomienda que el ser humano adquiera todo el poder y fuerza que pueda y que goce una vida plena y excitante. Su yo, es decir, su ego, florece con el poder y la indulgencia con sus pasiones”.

Vemos aquí que Nietzsche defiende la indulgencia con las pasiones de manera abierta y sin restricciones, cosa que siempre se ha mantenido bajo control e incluso se consideraba anti ética para algunas situaciones inciertas. Pero Nietzsche dice que no, que no es realmente bueno o ético ningún encadenamiento o represión del yo o ego.

“Algunos dicen que hubiera sido mejor si no nacíamos. Puede ser cierto. No lo sé. Pero si sé que, sea bueno o malo el hecho de haber nacido, estoy en este mundo y debo gozarlo, cuanto más mejor”.

Advertimos que en lo citado Nietzsche dice que su objetivo es condescender a los placeres mundanos y las pasiones tanto como pueda y que cualquier cosa que le ayude a ese fin es bueno y ético. Estas son las mismas palabras pronunciadas por Mu‘auiah[1] cuando dijo: “Nos hemos revolcado y movido en medio de las bendiciones de este mundo”.

Cualquier cosa que ayude a este propósito (la excesiva permisividad), aunque signifique crueldad, engaño, violencia, guerra, es bueno según Nietzsche. Y por contraposición, cualquier cosa que se oponga a este goce desordenado es malo y erróneo, aunque se trate de virtudes y actitudes tales como la veracidad, la benevolencia, la virtud, etc. “La afirmación de que los hombres, las tribus o naciones tienen iguales derechos es falsa y opuesta al avance del mundo y de la humanidad”.

Así Nietzsche desecha la igualdad de derechos para los pueblos porque ello tiende a colocar al débil en el mismo nivel que el fuerte y, según su visión, tal igualdad frustra el avance de los fuertes. Lo que dice se iguala a lo siguiente: “Permite que el débil sea aplastado para que el fuerte pueda moverse con gran soltura. Y cuando la arena de la vida quede completamente disponible para el fuerte, se hará posible el surgimiento del superhombre”.

“La gente debe pertenecer a una de dos categorías: los amos (o superiores) o los subordinados (o inferiores), perteneciendo a los primeros el honor y el valor porque ellos son el objetivo último de la creación, mientras que los segundos son herramientas y medios en sus manos por medio de los cuales obtienen sus deseos. La sociedad y la civilización han sido desarrolladas para servir a los propósitos de la primera clase (los nobles y honorables, es decir: los fuertes). Es incorrecto decir que los superiores están obligados a proteger a sus subordinados”.

En realidad Nietzsche dice en las líneas recién citadas que la raison d’etre de la sociedad es el desarrollo y la prosperidad del fuerte, mientras que el débil, cuya jerarquía es la del animal, debe servir al fuerte para cualquier cosa que éste necesite. En la opinión de Nietzsche, pues, Saadi se has equivocado cuando dijo:

“No se trata de que el cordero pertenece al pastor sino que éste debe servir al cordero”.

Nietzsche dice que no, que el cordero es para el ovejero: “Los superiores y poderosos, que son los amos, deben ser nutridos y desarrollados de manera que puedan surgir de entre ellos los superhombres y ascender a las alturas del progreso y el desarrollo”.

Los occidentales tienen un argumento respecto al mejoramiento de la especie humana que, en alguna medida, Alexis Carrel ha tenido en cuenta en la última parte de su libro “El hombre, ese desconocido”. Es una posición que reclama el mejoramiento de la raza humana y sostiene que no se debe permitir que el ser humano débil se reproduzca.

“Los principios éticos seguidos hasta ahora han conducido a la conveniencia general del grupo mayoritario, es decir, de los grupos subordinados e inferiores. Estos principios no han servido a los intereses de la clase noble y superior (en la opinión de Nietzsche la clase noble es la clase superior y más fuerte). Por lo tanto esos principios deben ser apartados y otros nuevos, que meriten a los nobles, deben adoptarse en su lugar. Esto significa que en la doctrina de Nietzsche la bondad, la verdad, la belleza, que todos aprecian, no son valores reales ni absolutos. El poder y la fuerza, que todos ansían, es lo único real”.

Después Nietzsche ataca a las distintas religiones y dice que las mismas han extraviado a la humanidad al convocarla a la justicia y a la defensa y sostenimiento de los más humildes y sometidos. La situación era —según su parecer— correcta antes del advenimiento de la religión, es decir cuando prevalecía la ley de la jungla y el fuerte se comía al débil hasta que no quedaba ninguno de éstos.

“Al comienzo las cosas estaban bien para el poderoso. Los débiles eran sus subordinados y esclavos. Sin embargo, los poderosos eran un grupo pequeño mientras que los débiles eran multitudes. Por lo tanto los débiles, en base a la fortaleza que les daba el gran número y por medio de triquiñuelas, diplomacia y prudencia, inventaron y engendraron en la mente de los hombres ideas como las de verdad, bondad y belleza, y cualidades como las de benevolencia, cariño, humildad, justicia, etc., que fueron aceptadas por los poderosos. De esta manera los débiles controlan el poder de los poderosos, liberándose de su esclavitud. Esto lo consiguieron principalmente a través de la religión, usando los términos “Dios” y “verdad” para escudarse en ellos”.

La opinión recién expuesta es exactamente la opuesta a los puntos de vista sustentados por Marx. Tanto Nietzsche como Marx están contra la religión, pero Nietzsche, al estar en favor de la fuerza, asegura que la religión es un invento de los débiles frente a los fuertes, para representarlos a éstos. Marx, que está a favor de los oprimidos, dice que los poderosos inventaron la religión con el objeto de evitar el levantamiento de los sometidos.

Después Nietzsche ataca a Sócrates, Buda y Jesús (P), al decir: “La conducta de los cristianos es la del esclavo. Han deteriorado la conducta superior del hombre dando lugar a la aparición de cosas tales como sostener la igualdad, la fraternidad, los derechos de la mujer y de los oprimidos, así como otros argumentos en boga hoy día. Esto se consigue por medio del engaño, tretas, astucias y artimañas. Estas son cosas de los débiles, de la pobreza y la degeneración, y deben ser reemplazadas por los principios de los amos, de los superiores. ¿Cuáles son los principios de los fuertes en la vida? Incluyen el abandono de la idea de Dios y de la vida en el más allá..., el rechazo de la benevolencia, el altruismo y la compasión. El cariño y la benevolencia surgen de la debilidad. La humildad y la obediencia son cosas abyectas y bajas. La paciencia, la contención, el perdón, la tolerancia, son cosas de la debilidad y la flaqueza. El valor es la mejor cosa para manifestarse. El ser humano debe alcanzar la jerarquía de superhombre. El superhombre está por encima del bien y el mal. Es un ser de determinación y voluntad de hierro”. Entre los occidentales han aparecido muchas escuelas de pensamiento e ideológicas como la descripta, pero afortunadamente tales posiciones, es decir tales pestilencias, no se han desarrollado entre nosotros.

Este es el espíritu occidental. Su proclamación de la declaración de los derechos humanos es para engañar. La verdadera educación y formación occidental es maquiavélica y nietzscheana. El colonialismo se basa en esos conceptos. El espíritu occidental, ya sea actualmente europeo o norteamericano, es “ética” colonialista y nietzscheana. Cometemos un error al citar sus ideas sobre los derechos humanos. Sus palabras floridas respecto a los mismos nos embelesan y entonces las citamos.

Lo que EE.UU. hizo en Vietnam no fue sino la implementación de la filosofía nietzscheana. Fue exactamente eso y nada más. ¡Y son los norteamericanos quienes precisamente hablan de filantropía y humanismo! Nosotros decimos: “Russell dijo tal cosa, Sartre tal otra”, en tanto que la idea que fundamenta a ambos proviene de la filosofía de Nietzsche. Todos los occidentales poseen esta filosofía nietzscheana como base de su ideología. Son excepciones los que, nacidos en occidente, tienen raíces espirituales distintas a las señaladas.

Dice Nietzsche: “¿Por qué suprimir el ego? El ego debe ser nutrido y desarrollado. ¿Para qué el altruismo? Uno debe amarse a sí mismo. El débil e incapacitado debe ser abandonado a la muerte (es decir: deberíamos sacárnoslos de encima) fin de que haya menos sufrimiento en la tierra. El superhombre es aquel que resulta fuerte, vive poderosamente y da lugar a todos sus deseos físicos. El superhombre debe ser alegre y considerarse señor y amo, apartando todas las cosas que le impidan ejercer su soberanía y señorío. No debe temer el peligro, el conflicto y la guerra”.

Tal es la descripción dada por Nietzsche del superhombre, que es, en su opinión, el pináculo de la existencia y la perfección. Todas las cosas han sido creadas en función y para este superhombre. Nadie puede ni debe, de ninguna manera, impedir o evitar que concrete todas sus pasiones como más le guste, desprendiéndose de toda conducta ética.

Con respecto a las mujeres, dice Nietzsche: “La igualdad de los sexos y la necesidad de observar los derechos de las mujeres es otra cuestión sin sentido. El hombre es lo esencial y debería ser un combatiente, y la mujer debe servirle como un pasatiempo y para criar los hijos”.

Con lo expresado dice Nietzsche que la mujer no tiene ninguna otra función más que la de ser un pasatiempo para el hombre y proveerle placer, como una máquina de reproducción. ¡Qué criterio sublime para reconocer al hombre perfecto e ideal, al superhombre!

Contrastando con la posición señalada hay una ideología que promueve la humildad y considera que la bondad y la virtud se encuentran en la debilidad. Tal crítica es válida especialmente respecto al cristianismo, el cual alaba exclusivamente la mansedumbre; la incitación a poner la otra mejilla a quien nos golpea es un ejemplo de ello.

LA LÓGICA ISLÁMICA RESPECTO AL PODER O LA FUERZA

¿Cómo ve la doctrina islámica la cuestión de la fuerza y el poder? ¿El Islam defiende la fortaleza, o bien la debilidad, o no lo hace con ninguna de ambas en el sentido en que estábamos considerándolas? La respuesta es que el Islam defiende la fuerza y el poder pero no en el sentido nietzscheano. El Islam recomienda ese poder, fuerza o capacidad que es fundamental para todos los valores y cualidades humanas más sublimes. Es la fuente de la cual emana el afecto, el amor, la compasión, la benevolencia, etc.

No cabe ninguna duda de que el Islam defiende la fortaleza y la energía. Así está especificado en el Sagrado Corán y las tradiciones. Otras personas no musulmanas que han estudiado el Islam lo reconocieron como la religión que defiende la firmeza y fuerza más que ninguna otra. Al hablar del Islam en “Historia de la civilización” dice Will Durant: “De todas las religiones que han invitado a los hombres a ser fuertes y poderosos, ninguna supera al Islam”.

El Sagrado Corán puede ser citado para muchos ejemplos de fortaleza y poderío. Los siguientes versículos que se citan, ilustran este punto: “¡Juan (el Bautista)! ¡Sostén la Escritura con mano firme (con fuerza)!” (19:12) “Dios ama a los que luchan enfilados por su causa, como si fueran un edificio sellado con plomo (sólido, cementado)” (61:4) “Muhammad es el Mensajero de Dios, y quienes están con él son severos (tenaces) contra los impíos y compasivos entre sí” (48:29), “Preparad contra ellos (los impíos) toda la fuerza que podáis...” (8:60). “Combatid por Dios contra quienes combaten contra vosotros, pero no seáis vosotros los agresores...” (2:190). Este último versículo citado especifica justamente que los musulmanes deben combatir solamente contra quienes les combaten. Es una orden que conserva la pureza y la justicia en la lucha con el enemigo, es una orden para la defensa, que censura la acción agresiva.

COMO SE REFLEJAN EL PODER O FUERZA EN LAS TRADICIONES

Las tradiciones que siguen establecen la condena del Islam a la debilidad o flaqueza y a la cobardía, y su incitación y jerarquización de la fuerza y el poderío, aunque no de la manera en que lo hace Nietzsche.

Dijo el Profeta (B.P.D.): “Dos cosas son indignas de un creyente: la avaricia y la cobardía”. (Bihár, vol. 75, pág. 301) ‘Alî (P) ha dicho: “¡Señor! Me amparo en Ti de dos cosas: la miserabilidad y la cobardía”. (Yame as-Sagir, vol. 1, pág. 58).

Con respecto a la personalidad de los creyentes, ha dicho ‘Alî (P): “El alma de un creyente es más firme que el granito” (Nahyul Balaga, sección sobre Hikmah, punto 333). Dijo el Imam Al-Sadiq (P): “Dios ha hecho al hombre libre, excepto de una cosa: no puede elegir por propia voluntad la abyección”. También hizo la siguiente observación respecto a la personalidad del musulmán: “Un creyente siempre es honorable, más exaltado que la montaña más elevada, porque ésta puede ser demolida pero nada puede abatir el alma de un creyente” (Usul Al-Kafi, vol. V, pág. 5).

El Imam Al-Bâqir (P) hizo el siguiente comentario acerca de los creyentes: “Dios ha concedido a los creyentes tres cosas: honor en esta vida y en la próxima, la salvación en ambos mundos, y una grandeza de inspiración sobrecogedora”. Esto significa que el creyente está facultado con tal grandeza de espíritu y personalidad, que inspira temor en los corazones de los opresores. Mussolini, el dictador italiano, dijo: “Quien posee herramientas (es decir, armas) puede conseguir pan”. Iqbal, el poeta y filósofo pakistaní, dijo: “Quien es férreo, puede conseguir pan”. Mussolini enfatiza el uso de la fuerza, en tanto que Iqbal recomienda la fortaleza del alma, y éste es el sentido de las palabras de ‘Alî (P) cuando dice que el alma del creyente es más firme que el granito. Todos estos ejemplos indican que el Islam aboga por la fortaleza y el poder.

‘Alî (P) recalcó la fortaleza en el Nahyul Balaga en numerosas ocasiones, al punto que ha declarado la debilidad como indigna de la sociedad islámica: “Nadie puede obtener sus derechos, excepto por el esfuerzo, y una persona abatida o humillada no puede enfrentar la opresión si no se empeña o esfuerza en tal sentido” (Nahyul Balaga, sermones 27 y 29).

¿ES EL DERECHO ALGO A SER CONCEDIDO O ES UNA DEMANDA QUE DEBE SER CUMPLIDA?

Los occidentales dicen que el derecho es algo que debe ser tomado o asumido. Aquél a quien se le usurpó un derecho, ¿debe apoderarse del mismo (es decir: obtenerlo a la fuerza) o debe esperar hasta que le sea cedido por quien se lo quitó? Algunas escuelas de pensamiento sostienen el punto de vista de que un derecho es algo a ser dado, retornado o cedido, y que si la persona que lo tiene que hacer no lo da, no lo devuelve a su legítimo propietario, no hay que apoderarse del mismo. El cristianismo se basa en ese supuesto. Recomienda la reparación del error pero también recomienda que quien ha sido dañado por el error no debe rebelarse para tomar de vuelta lo que es suyo porque tal acción es indigna de su condición y contraria a la ética.

También están aquellos que afirman que el derecho es algo a ser tomado, porque es improbable que quien ha tomado o usurpado un derecho de otro se lo devuelva por propia voluntad.

Desde el punto de vista islámico, un derecho es algo que debe ser tanto concedido como tomado (o respetado y reclamado).

‘Alî (P), citando al Profeta (BPD), ha dicho en su famosa carta a Malik ibn Ashtar, gobernador de Egipto: “Ningún pueblo obtendrá bonanza y virtud a menos que primero se haya opuesto a la opresión y demandado sin vacilaciones sus derechos de los opresores”. Esto implica que el Islam no ve bien a un pueblo que es demasiado débil para demandar los derechos que le corresponden.

El Islam considera la fuerza como un valor humano a la par con otros valores humanos, los cuales, sumándose, construyen el hombre perfecto. La diferencia entre la ideología de Nietzsche y la islámica reside en que la primera considera la fuerza y el poder como el único y solo valor humano al que deben ser sacrificados todos los demás, mientras que en el Islam la fuerza o el poder es un valor junto a otros valores, lo cual lo vuelve de alguna manera diferente, al ser colocado en el mismo contexto con los demás.

GLOSARIO DE TÉRMINOS Y ABREVIATURAS

 (00:00): Abreviatura para las citas del Sagrado Corán. El primer número indica una de las 114 suras o capítulos, luego de los dos puntos se indican los versículos.

‘ARIF: (Plural ‘urafá) Literalmente quiere decir sabios o conocedores. Designa a los seguidores del sufismo o espiritualismo islámico, también conocido como ‘Irfán.

BPD: Abreviatura de: La Bendición y la Paz sean con él y su Descendencia. Se dice después de la mención del Profeta Muhammad (BPD).

HADlZ: Ver Tradición.

HAFIZ: Famoso poeta místico iraní.

HEGlRA: La emigración del Profeta Muhammad (BPD) de la Meca a Medina en el 622 d.C. Es el punto de partida del calendario y era islámica.

IMAMES: En esta obra el término designa específica mente a los Doce Imames (P), los impecables sucesores del Profeta Muhammad (BPD) hasta la época actual. Ver: El Islam Shiíta, de Allamah Tabatabai.

MOULANA: Ver  Moulavi.

 MOULAVI: Literalmente “mi maestro”, es un apelativo común en oriente para Yalaluddín Rumi, conocido en occidente como un destacado exponente del sufismo. Se lo llama también Moulana que significa “nuestro maestro”.

MUYAHIDIN: Quienes combaten en el Yihad o Guerra Sagrada.

NAFS: Esta palabra árabe significa, según su uso, tanto alma como ego. Puede tener un sentido positivo, negativo o neutro según el contexto.

NAHYUL BALAGA: Famosa compilación de los dichos, cartas y sermones del Imam ‘Alî lbn Abi Talib (P). Es una obra famosa en todo el Islam por su sabiduría, elocuencia y perfección de la lengua árabe. El título significa “Cimas de la Elocuencia”, y hay versión en castellano.

P: Esta abreviatura entre paréntesis significa: La Paz sea con él. Se coloca luego de los nombres de los Imames (P) y de los Profetas (P).

SAADI: Famoso poeta y místico iraní. Algunas de sus obras están traducidas al español.

TRADICIÓN: Traducción del término hadiz, designa a los dichos, hechos, enseñanzas, etc., que se han recibido directamente del Profeta (BPD) o de los Imames de su Descendencia (P.), y que se encuentran compiladas en numerosos libros antiguos y modernos por millares. Es una de las dos fuentes de la doctrina islámica, ocupa el segundo lugar en importancia luego del Corán.

‘URAFA: Plural de ‘arif (ver).

VINO: Este término, igual que el de taberna, bebedores, borrachos, etc., que aparece en los poemas místicos citados en el texto, es una alegoría o símbolo para el néctar de la realización espiritual y la embriaguez de los estados contemplativos. No debe interpretarse como lo hacen algunos ignorantes en sentido literal (como en la poesía de Omar Khayyan) pues el vino y todo embriagante está totalmente prohibido en el Islam y los místicos siempre respetaron esto.

YIHAD: Este término (traducido a veces como Guerra Santa) significa todo lo que sea esfuerzo, sacrificio, combate, lucha, pero por un fin superior, no la mera violencia injusta. Se aplica tanto a la guerra que se emprende defensivamente para restablecer la justicia o rechazar la opresión, como al combate espiritual interior para establecer la justicia y equidad en la propia alma. En este último sentido es usado en este texto.

Extraído del libro El Hombre Perfecto Desde la visión del Islam y otros pensamientos; Editorial Elhame Shargh

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com; Fundación Cultural Oriente


[1] Mu’auiah, hijo de Abu Sufián, se sublevó conta ‘Alî y usurpó el califato o sucesión profética dando origen a la dinastía omeya.

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