La epopeya de Ashura

Relato del martirio del niño de pecho del Imam Husain (a.s.), el noble Ali Asgar (a.s.), en día de Ashura en Karbalá

Por el Sheij Huseyn Ansarián

 

Uno de los trágicos acontecimientos que hubo se sufrir con gran pesar la familia del Profeta (a.s.) fue el martirio del hijito de seis meses del noble Señor de los Mártires (a.s.).[1]

En las obras más importantes, como Waqiat at-Taf de Abu Mijnaf,[2] Kitáb al-Irshád del Sheij Al-Mufíd,[3] Nafs al-Mahmúm,[4] Bihár al-Anwár,[5] Al-Ihtiyáy de Tabarsí[6] o Muntajab at-tawáríj de Mulla Háshim Jorásání,[7]podemos leer:

“Cuando el Imam Huseyn (a.s.) fue a despedirse de Umm Kulzúm (a.s.) le dijo: “¡Hermana mía! Te pido que te cuides de este bebe lactante mío que no tiene ni seis meses de vida.”.

Su hermana le respondió: “¡Hermano! Este bebé lleva tres días y tres noches sin tomar leche y está sediento. Si te es posible consigue un poco de agua para él.”

Imam Huseyn (a.s.) puso al bebé en su pecho y fue ante el ejército enemigo. Cuando llegó frente a ellos dijo:

«وَهُوَ يَتَلظّیٰ عَطَشاً مِن غَيرِ ذَنْبٍ»؛

“¡Oh gentes! ¡Habéis matado a mis hermanos, a mis hijos y a mis ayudantes. No me queda nadie más que este niño y tiene sus labios pegados por la sed sin tener culpa alguna. Dadle un poco de agua. Si no tenéis misericordia conmigo tenedla con este bebé de seis meses ¡Oh gentes! Su madre se ha quedado sin leche en los pechos.”

Todavía no había terminado de hablar Imam Huseyn cuando una flecha atravesó la garganta del bebé. En los relatos de la matanza de Karbalá se puede leer:

«فَذُبِحَ الطِفْلُ مِنَ الوَريدِ إلَیَ الوَرِيدِ أوْ مِنَ الاُذُنِ إلَی الُذُن»؛

“Fue degollado el bebé de una oreja hasta la otra.” o “le cortaron todas las venas del cuello:”[8]

Sibt ibn Yúzí, transmitió de los sabios de la sunna:

“La cabeza del bebé que el Imam Huseyn (a.s.) tenía en sus brazos fue separada del cuerpo. El Imam recogió en la palma de su mano la sangre que manaba del cuello seccionado de su bebé de seis meses y la lanzó hacia el cielo diciendo:

“¡Oh Dios! ¡Se testigo de lo que han hecho estos hombres! ¡Han jurado que no dejarán vivo a ningún descendiente de la familia del Profeta![9]

En la obra Nafs al-Mahmúm se lee que Imam Huseyn (a.s.) lloró y dijo:

«اللّهُمَّ احْکُم بَينَنا وَبَينَ قومٍ دَعَوْنا لِيَنْصُروُنا فَقَتَلُونا»؛

“¡Oh Dios! ¡Juzga entre nosotros y las gentes que se ofrecieron a ayudarnos y después nos mataron.”

Entonces se escuchó una voz que decía:

«فَنُودِیَ مِنَ الهَواء»؛«يٰا حُسَيْن دَعْهُ» «فَإنَّ لَهُ مُرْضِعَةً فِی الجَنَّة»؛

“¡Oh Huseyn! ¡No te preocupes por el bebé pues en el Paraíso tiene quien le amamante!”

Estaba aún el Imam Huseyn (a.s.) quejándose del comportamiento de aquellas gentes, cuando Husín ibn Tamím le disparó una flecha a la cabeza que le cortó el labio haciendo que manara de él abundante sangre. El Imam Huseyn (a.s.), aun con los ojos llorosos, dijo:

«اللهمَّ أَشْکُو إلَيْکَ ما يُفْعَلُ بِی وَما يُفعَلُ بِإخوَتي وَوُلْدِی وَأَهْلِ بَيْتی»؛

“¡Oh Dios! ¡Ante Ti me quejo de lo que han hecho conmigo, con mis hermanos, con mis hijos y con la gente de mi casa.”

Todavía tenía a su bebé en los brazos, le pegó a su pecho y regresó a las tiendas. La noble Sukayna salió al encuentro del Imam Huseyn y le dijo:

“¡Padre! ¿Tengo la esperanza de que mi hermano haya saciado su sed!”

Parecería que el Imán había ocultado el cuerpo de su bebé de seis meses bajo su capa y la noble Sakina, al no verle, pensó que le habían dado de beber y ahora dormía, cubierto por la capa, en los brazos de su padre.

El noble Imam dijo:

“¡Hija mía! ¡Este es tu hermano al que los enemigos han cortado la cabeza de un flechazo.”[10]

El autor de Ma’álí as-Sibtayn recoge de la obra Rauda tul-Káfí de Koleiní lo siguiente:

“Kumiat ibn Zayd Asadí dijo:

“Fui a visitar al Imam As-Sádiq (a.s.) y me dijo: “Recita un poema para mi abuelo Huseyn.”

Cuando comencé a recitar la parte en que se relata la tragedia del noble Imam Huseyn (a.s.) Imam As-Sádiq (a.s.) comenzó a llorar abundantemente. Las mujeres de la casa que estaban en sus habitaciones, también comenzaron a llorar desconsoladamente. El Imam (a.s.) lloraba de tal manera que una criada salió de detrás de la cortina con un bebé lactante en los brazos y lo puso en los brazos del Imam. Entonces el Imam dejó de llorar en voz baja y comenzó a lamentarse en voz alta y lo mismo hicieron las mujeres de la casa, cuyos lamentos se podían escuchar claramente.”[11]

La manera de actuar de la sirvienta de la casa, evidentemente, respondía al deseo de las mujeres de que el Imam (a.s.) al ver aquel bebé lactante, recordase de manera más vívida aquel otro lactante de Karbalá y sus llantos aumentasen.

Esa es una guía para quienes participan en las ceremonias de duelo por los mártires de Ashurá, para que organicen representaciones de la tragedia de Karbalá de manera que hagan más vívido su recuerdo e incrementen el llanto por ellos. No hay nada objetable en ello.

Extraído del libro La epopeya de Ashura, un vistazo a la épica del Señor de los Mártires; Imam Huseyn (P); Editorial Elhame Shargh, 2014

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www.islamoriente.com ; Fundación Cultural Oriente


[1] Los historiadores han mencionado a dos niños que murieron en Karbalá a consecuencia de las flechas lanzadas contra ellos. Uno es Abdellah y el otro Ali Asgar, por lo tanto, los documentos existentes relativos al martirio del bebé de seis meses de Abu Abdellah Al-Huseyn (a.s.) en los hechos de Ashurá son variados y están ordenados en varios grupos.

Primer grupo: Documentos que nos hablan de ambos bebés. Un ejemplo de este tipo de documentos sería Fusúl al-Muhimmah, de Ibn Sabág, t. II, p.851-852.

Segundo grupo: Los documentos que solamente nos hablan de la existencia de un bebé de pecho de nombre Abdellah ibn Huseyn, conocido como Abdellah el lactante. Ejemplos de este tipo de documentos serían: Muzír al-Ahzán, p. 70; Tabarsí, ‘E’lám Al-Warí, t. I, p. 466; Seyed ibn Táwuus, Malhuf ‘ala qatli al-Tufúf, p. 50.

Tercer grupo: Los documentos que solamente nos hablan de que el nombre de este bebé lactante era Ali Asgar. Ejemplos de estos documentos serían: Mázandarání, Ma’álí as-Sibtayn, t. I, p. 417, sesión 16; Arbalí, Kashf ul-Gummah, t. II, p. 250.

Cuarto grupo: Los documentos que únicamente nos hablan del martirio del bebé lactante sin hacer ninguna referencia al nombre de este bebé. Ejemplos de estos documentos serían: Dainúrí, Ajbár at-Tuwál, p. 258; Ibn ‘Adím, Bagíat ut-Tullab, t. VI, p. 26-29.

[2] Abu Mijnaf, Waqiat ut-Taf, p. 245.

[3] Sheij Al-Mufíd, Kitáb al-Irshád, t. II, p. 108.

[4] Shey Abbás Qommí, Nafs al-Mahmúm, p. 349.

[5] Maylesí, Bihár al-Anwár, t. XLV, p. 49, cap. 37.

[6] Tabarsí, Al-Ihtiyáy, t. II, p. 101, hadíz 168.

[7] Mohaddez Háshim Jorásání, Muntajab at-tawáríj, p. 275.

[8] Mázandarání, Ma’álí as-Sibtayn, t. I, p. 423-425; Qandúzí, Yanábí’u al-Mawaddah, t. III, p. 78-79.

[9] Sibt ibn Yúzí, Tadkirat ul-Jawás, t. II, p. 164-165.

[10] Shey Abbás Qommí, Nafs al-Mahmúm, p. 161-162; Mázandarání, Ma’álí as-Sibtayn, t. I, p. 420, sesión 16.

[11] Mázandarání, Ma’álí as-Sibtayn, t. I, p. 160, sesión 7.

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