Los vicios y las malas acciones

Husain Ansâriyân

Los vicios y las malas acciones son tantos que estas páginas no son suficientes para hablar de ellos.

En esta parte explicaremos los factores que tienen que ver con el tema con base en el Corán y las tradiciones, tal y como lo hemos hecho con los temas anteriores.

Adornarse con la buena moral y purificarse de los vicios hace que el hombre cambie ganando la felicidad en esta vida y en la otra. Lo más hermoso de esto es que la misericordia Divina llega como la lluvia. Cuando el hombre no se purifica de los vicios, esto causa la furia Divina y hace a su vez que la personalidad humana desaparezca. De esta manera, las buenas acciones se asemejan a ladrillos que construyen poco a poco nuestra casa en el Paraíso, mientras las malas acciones son los instrumentos que la demuelen. Debemos aprovechar la oportunidad que se nos da en la vida para lograr llegar al prometido Paraíso.

La mentira

La mentira, es decir, la palabra opuesta a la verdad, es una obscenidad incitada por Satanás.

En muchos versículos coránicos encontramos la mentira como uno de los mayores pecados y por lo tanto el mentiroso merece toda la furia de Dios. Por ejemplo, se menciona en el Corán cuando los cristianos de Naÿrân fueron a Medina a discutir con el Profeta Muhammad (BP). Él los retó a hacer la mubâhala[1] para demostrarles que eran mentirosos y que merecían el castigo de Dios.

Sí. El pecado de la mentira es tan grave que un mentiroso merece la maldición de Dios y ser retirado de la misericordia Divina.

“Execrémonos mutuamente e imprequemos la maldición de Dios sobre quienes mientan”. [Corán: 3:61]

En el Corán Dios menciona las malas características de los hipócritas entre las cuales se encuentra la mentira,

“Pero Dios es testigo de que los hipócritas mienten”. [Corán: 63:1]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “es una gran traición que estés mintiéndole a tu hermano mientras él cree que lo que dices es verdad”.[2]

Del Imam Alí (P): “cuidado con la mentira pues es lo más bajo de la mala moral y es una obscenidad y una maldad”

Del Profeta Muhammad (BP): “el mayor de los pecados es poseer una lengua mentirosa”.[3]

Del Imam Alí (P): “si una persona dice una mentira, el ángel (que está con él) se retira varios kilómetros por la ofensa que ha cometido”.[4]

Por su lado, el Imam Bâqir (P) dijo: “Dios ha puesto candados para toda maldad e hizo que las bebidas fueran las llaves para estos candados; pero mentir es más malvado que consumir bebidas alcohólicas”.[5]

Del Profeta Muhammad (BP): “la mentira es una de las puertas de la hipocresía”.[6]

La difamación

¡Qué feo es cuando alguien daña la reputación de otra persona! ¡Qué feo es cuando una persona acusa a otra de algo sólo por seguir sus motivos personales, sus deseos y el susurro de Satanás! ¡Qué feo es cuando alguien vitupera de la gente, la difama y la deshonra! Este es uno de los actos más horribles.

“Quien comete una falta o un pecado y acusa de ello a un inocente, carga con una infamia y con un pecado manifiesto”. [Corán: 4:112]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “aquel que difama a un creyente o lo acusa de algo que no ha hecho, Dios lo pondrá de pie en una montaña de fuego en el Día de la Resurrección hasta que se retracte de lo que ha dicho”.[7]

Del Imam Sâdiq (P): “quien difame a un creyente  o a una creyente o lo acuse o la acuse de algo que no ha hecho, el Día de la Resurrección Dios lo introducirá en una laguna de Jabâl hasta que se arrepienta de lo que dijo”. Alguien le pregunta al Imam (P) acerca del significado de la palabra Jabâl, a lo cual él (P) respondió, “es la pus que sale de los genitales de las prostitutas”.[8]

La murmuración

Dentro de los vicios y la mala moral se halla el hecho de hablar mal de alguien a sus espaldas. La murmuración es mencionar algo de cierta persona en su ausencia a sabiendas que lo hace quedar mal ante los demás. En el Sagrado Corán se compara al que murmura como al que comiera la carne de su hermano,

“¡Creyentes! ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto? Os causaría horror... ¡Temed a Dios! Dios es Indulgente, Misericordioso”. [Corán: 49:12]

El Profeta Muhammad (BP) le dijo a Abu Dhar, “cuidado con la murmuración, pues es peor que el adulterio”, Abu Dhar le preguntó al Profeta acerca del significado de la palabra murmuración, a lo que él (BP) le respondió: “es mencionar algo de tu hermano que sepas que no le guste”.[9]

Del Imam Alí (P): “aquel que escuche la murmuración es como el murmurador mismo”.[10]

Del Profeta Muhammad (BP): “aquel que escucha la murmuración acerca de su hermano Musulmán y no lo defiende perderá en esta vida y en la otra”.[11]

El rechazo y la mofa

Mofarse de otros y rechazarlos son pecados graves. ¿Con qué frecuencia nos burlaremos de personas que podrían ser los santos y sinceros siervos de Dios?

“¡Creyentes! ¡No os burléis unos de otros! Podría ser que los burlados fueran mejores que los que se burlan. Ni las mujeres unas de otras. Podría ser que las burladas fueran mejores que las que se burlan. ¡No os critiquéis ni os llaméis con motes ofensivos! ¡Mala cosa es ser llamado 'perverso' después de haber recibido la fe!” [Corán: 49:11]

Del Profeta Muhammad (BP): “la puerta del Paraíso será abierta para el burlón y se le dirá, “entra”. Cuando este esté a punto de entrar, se le cerrará la puerta frente a él”3. “No se burlen de los creyentes porque los más pequeños pueden ser los preferidos por Dios”4. “Es bastante pecado para el hombre rechazar a su hermano Musulmán”.

Los juramentos

Algunas personas, con tal de alcanzar sus deseos materiales, juran por Dios, siendo esto una indignidad, un deshonor y una violación a lo Sagrado que es Dios.

“Jurando por Dios, no hagáis de Él un obstáculo que os impida practicar la caridad, ser temerosos de Dios y reconciliar a los hombres. Dios todo lo oye, todo lo sabe”. [Corán: 2:224]

El Profeta Muhammad (BP) le dijo al Imam ‘Alí (P): “no jures por Dios sin necesidad o falsamente y no hagas de Dios un obstáculo para tu juramento, puesto que Dios no se compadece de aquel que ha usado Su Nombre en falso”.[12]

Del Imam Sâdiq (P): “aquel que jura a sabiendas que es en falso, está retando a Dios”.[13]

La lascivia.

La lascivia incluye los placeres del estómago y de las partes privadas; aquellos placeres mentales y corporales desenfrenados que van en contra del consentimiento de Dios.

El hombre debe recordar a Dios, a la otra vida y al castigo severo antes de darle gusto a sus placeres.

“...mientras que quien haya temido comparecer ante su Señor y preservado su alma de la pasión tendrá el Jardín por morada”. [Corán: 79: 40-41]

Del Profeta Muhammad (BP): “bendecido es aquel que se abstiene de satisfacer un deseo pensando en la promesa que Dios le ha hecho”. “Temo por mi nación ante tres cosas: la desviación después de conocer la verdad, las sediciones y los deseos del abdomen y de las partes privadas”.[14] “La verdad es pesada y amarga mientras la mentira es liviana y dulce. Quizás la satisfacción de un deseo por unos instantes cause una punición de por vida”.[15] “Si alguien comete pecado por seguir sus deseos carnales y se arrepiente de ello, Dios lo salvará del tormento eterno”.

La injusticia y la opresión

La injusticia, violar los derechos de los demás, no permitir que los demás ejerzan sus derechos, tener malas conductas que causan mal a la gente, contradecir la ley, practicar la herejía, la arrogancia y demás, son elementos de la injusticia, la opresión y la agresión.

“El Sagrado Corán muestra que mientras las personas estén en el círculo de la opresión y la agresión se hallan fuera de la guía y además no la merecen”. [Corán: 61:7]

La injusticia y la opresión son causas del perecimiento y la extinción de la bondad, así que una sociedad injusta merece el infortunio, el tormento y el perecimiento,

“Cuando Nuestros mensajeros vinieron a Abraham con la buena nueva, dijeron: “Vamos a hacer perecer a la población de esta ciudad. Son unos impíos”. [Corán: 29:31]

La gente injusta será privada de la intercesión y el apoyo de los asistentes y familiares, por lo tanto vivirán en el infierno en una terrible desolación.

“Prevenles contra el día de la Inminente, cuando, angustiados, se les haga un nudo en la garganta. No tendrán los impíos ningún amigo ferviente ni intercesor que sea escuchado”.  [Corán: 40:18]

El perecimiento del infierno para los injustos no sólo será para ellos sino también para sus seguidores,

“Les verás expuestos a él, abatidos de humillación, mirando con disimulo, mientras que quienes hayan creído dirán: “Quienes de verdad pierden son los que el Día de la Resurrección se han perdido a sí mismos y han perdido a sus familias”. ¿No tendrán los impíos un castigo permanente?” [Corán: 42:45]

Del Profeta Muhammad (PB): “entre el Paraíso y el Infierno existen siete castigos entre los cuales el más llevadero es la muerte” Anas preguntó, “Mensajero de Dios, ¿cuál es el más difícil?”. “Estar de pie enfrente de Dios mientras el pervertido echará mano de los pervertidores”.

En una tradición Qudsi se narra: “Mi furia se ha engrandecido mucho en contra de aquellos que han desviado a quienes no tenían más apoyo que el Mío”.

Del Profeta (BP): “eviten la injusticia puesto que es la oscuridad en el Día de la Resurrección”. “El que es conciente de la injusticia, el que ayuda a cometerla y el que se complace con ella son compañeros en esa maldad”.

El enojo y la violencia

El enojo que no sea por la verdad, además de la violencia al enfrentarse a diferentes situaciones con otras personas o en contra de la esposa o los hijos, son estados satánicos y poderes malignos que despiertan los estados de desviación humana.

Controlar la ira y suprimir la rabia son actos de moral necesarios para todo musulmán. El hombre que se enoja y es violento se convierte en un cautivo de estos actos malvados y se va hundiendo en la arena de la desviación. Quien actúa dentro de este estado puede llegar a cometer actos irreparables.

El control de la ira, el perdón y la bondad para con los demás se hallan entre los mejores actos de bondad,

“[...quienes] dan limosna tanto en la prosperidad como en la adversidad, reprimen la ira, perdonan a los hombres -Dios ama a quienes hacen el bien-“. [Corán: 3.134]

Del Profeta (BP): “si alguien se enoja estando de pie, que se siente, y si su ira no cesa, que se acueste”.1

El Profeta Muhammad (BP) le dijo el Imam Alí (P): “nunca te enojes. Cuando eso te suceda, siéntate y piensa en el poder de Dios sobre la gente y Su paciencia con ellos”.2

Del Imam Alí (P): “cuidado con la ira pues su comienzo es el enojo y su final es el remordimiento”.

Del Imam Bâqir (P): “quien controle su ira Dios lo llena de seguridad y fe”. “La ira es la llave de toda maldad”.3

La perversidad y el odio

La perversidad, al igual que el odio en contra de alguien sin una excusa legal, son signos de maldad y de la tenencia de un interior enfermo. Esto es prohibido en la Shari‘ah.

El que manifieste estos sentimientos en contra de otros es capaz de malograr y oprimir por el solo hecho de satisfacer sus sentimientos negativos y para amortiguar sus complejos ocultos.

Un hombre perverso vive en una sequía espiritual la cual se ve reflejada en su relación con los demás. Se vuelve desatento y no se relaciona bien con otras personas. Este tipo de personas está lejos de la misericordia de Dios en esta vida y en la otra. El Imam Alí (P)  habla de estos defectos como los peores y como la naturaleza de los malvados. “Es un fuego oculto que no puede apagarse excepto con la muerte o con una victoria”. “Saca el odio de los corazones de los demás sacando el del tuyo primero”. “La causa de la sedición es el odio”. “Quien saque estos sentimientos de su vida, su corazón y su mente estarán tranquilos”. “Una persona que odie no tiene hermanos”.

La mezquindad

Este es un estado psicológico negativo del ser humano que lo previene de gastar su dinero, o de enfrentarse con su posición o su honor por la causa de Dios o para resolverles los problemas a otros que necesitan de su ayuda.

La tacañería es un estado de maldad que aleja al hombre de la buena moral. Es igualmente uno de los estados de los malvados y los envidiosos.

El Corán condena severamente la mezquindad,

“Que no crean quienes se muestran avaros del favor recibido de Dios que eso es bueno para ellos. Al contrario, es malo; el día de la Resurrección llevarán a modo de collar el objeto de su avaricia. La  herencia de los cielos y de la tierra pertenece a Dios. Dios está bien informado de lo que hacéis”. [Corán: 3: 180]

“¡Creyentes! Muchos doctores y monjes devoran, sí, la hacienda ajena injustamente, desviando a otros del camino de Dios. A quienes atesoran oro y plata y no lo gastan por la causa de Dios, anúnciales un castigo doloroso; el día que esos metales se pongan candentes en el fuego de la gehena y sus frentes, costados y espaldas sean marcados con ellos: “Esto es lo que atesorabais para vosotros. ¡Gustad, pues, lo que atesorabais!” [Corán: 9:34-35]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “la gente menos satisfecha es la gente mezquina”.1

Del Imam Alí (P): “la mezquindad contiene todos los defectos y es el defecto que lleva a todo mal”.2

El Imam Sâdiq (P) dijo: “una persona tacaña es aquella que mezquina lo que Dios le ha dado”.3

El monopolio

El monopolio se refiere a la retención de los bienes que la gente necesita, tales como los alimentos y las medicinas, para que sus precios se incrementen y así se obtenga una ventaja de ellos. Esta es una gran injusticia en contra de la gente necesitada.

La persona que ejercite esta acción, se está privando a sí mismo de la misericordia de Dios en esta vida y en la otra, ya que es un acto supremamente egoísta. Además, el dinero que se obtiene del monopolio es ilegal.

“A quien obre así, violando la ley impíamente, le arrojaremos a un Fuego. Es cosa fácil para Dios”. [Corán: 4:30]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “quien retenga alimentos durante cuarenta día con la intención de incrementar su precio ha sido irresponsable ante Dios, por lo tanto Dios no se hace responsable de él”.1 “Quien haya retenido un producto durante cuarenta días y después lo de en caridad, esta no le será aceptada”. “La peor persona es la que monopolisa. Cuando Dios hace que los precios bajen, esta se entristece, pero cuando los precios incrementan, se pone contenta”. “Los monopolistas son asesinos y deben ser arrojados al infierno como tales”.

Del Imam Alí (P): “el monopolio es una de las características de los malvados”.2

El apego a la vida mundanal

Es natural que al ser humano le gusten las cosas materiales pues esto le lleva a que se afane por ofrecerle una mejor condición a su familia. El gusto por las cosas materiales, sin embargo, debe ser libre de ambición, de lujos, de deseos desenfrenados y lujurias ya que esto se halla fuera de toda moral y conlleva al pecado.

Vemos en los versículos coránicos y en las tradiciones que el apego a la vida mundanal es negativo, lo cual lleva a que el hombre quiera obtener su riqueza ilegalmente, lo lleva a la injusticia, a la opresión, a la traición...

El corazón de los apegados a este mundo está corrompido con el amor material que da frutos amargos y causa la mala moral y el olvido acerca de la otra vida. El corazón del hombre es como un santuario y no debe ser corrompido con el amor material. Uno debe vivir de acuerdo a las enseñanzas islámicas mencionadas en el Corán y las tradiciones.

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “si el amor a este mundo ocupa el corazón de uno, estará envuelto en tres cosas: la ocupación cuyo cansancio no cesará, la pobreza que no será mitigada con ninguna riqueza y una esperanza que nunca será alcanzada”.[16] “Es imposible para un corazón materialista deshacerse de la avaricia”.[17]

Del Imam Alí (P): “aquel que ama lo material trabaja para otro”. Es decir, la persona que acumula dinero y riquezas, lo hace con base en su mezquindad, y al morir, otra persona termina disfrutándolo todo.

El Imam Sâdiq (P) dijo: “a quien ama el mundo material, este lo hace orgulloso; a quien lo admira, este lo vuelve mezquino; a quien lo sigue, este lo hace avaro; al que lo alaba, este lo hace hipócrita; al que lo desea, este lo hace orgulloso; a quien confíe el él, este lo hace distraído”.[18]

La traición

La traición es opuesta a la lealtad. Si alguien utiliza los tesoros o depósitos de Dios y de otras personas sin su permiso y causa daño a dichos depósitos, comete traición. Este es un acto horrible y satánico. Sale del corazón que está propenso a la maldad y es el defecto que aquellos que siguen sus deseos fuera de los principios de la religión y la conciencia.

Dios habla sobre este tema en muchos versículos coránicos. Él se refiere a la traición en sus diferentes formas: con el ojo (mirando mujeres no permitidas), la traición a otros (hablando mal de ellos), la traición a los depósitos (ya sean depósitos corporales o mentales que Dios nos otorga, bienes materiales o secretos que no deben ser revelados) y la traición en las cuestiones económicas, principalmente.

Dios declara que no ama a los traidores,

“Si temes una traición por parte de una gente, denuncia, con equidad, la alianza con ella. Dios no ama a los traidores”. [Corán: 8:58]

“¡Creyentes! ¡No traicionéis a Dios y a Enviado! ¡No traicionéis, a sabiendas, la confianza puesta en vosotros!” [Corán: 8:27]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “no es de nosotros quien traiciona a un musulmán en cuanto a su familia y sus propiedades”. “Revelar los secretos de tu hermano es una traición, así que cuidado con eso”. “No traiciones a quién te ha traicionado...a no ser que te hayas vuelto igual de bajo a él”. “Existen tres cosas que, si entran en un hogar, lo destruirán y no podrá reconstruirse: la traición, el robo, el consumo de embriagantes y el adulterio”. “La gente deshonesta, traidora y tramposa estará en el infierno”.1

Del Imam Alí (P): “la traición es la evidencia de la poquedad de la piedad y la fe”.2

Del  Imam Sâdiq (P): “la traición y la mentira no pertenecen a la naturaleza del creyente”.3

El consumo de embriagantes

Se entiende de las enseñanzas islámicas que el primero en propagar los embriagantes fue Satanás. No creo que alguien ignore los daños que las bebidas embriagantes causan al ser humano. Estas se cuelan en la mente humana y poco a poco la van desgastando hasta convertir al hombre en un ser vil.

Cambiar cualquier bendición que Dios nos da es una gran traición. El consumo de bebidas alcohólicas es una gran traición, una mala acción y un grave pecado.  Dios ha prohibido la venta de uvas, dátiles o cualquier otra bendición de la tierra si su propósito es elaborar embriagantes. El dinero que de esto se obtenga es, por lo tanto, ilegal.

“¡Creyentes! El vino, el maysir [los juegos de azar], las piedras erectas y las flechas no son sino abominación y obra del Demonio. ¡Evitadlo, pues! Quizás, así, prosperéis. El Demonio quiere sólo crear hostilidad y odio entre vosotros valiéndose del vino y del maysir, e impediros que recordéis a Dios y hagáis la azalá. ¿Os abstendréis, pues?” [Corán: 5:90-91]

El Profeta Muhammad (PB) dijo: “no le creas a un borracho, no cases a tus hijas con él, no lo visites cuando se enferme, no le confíes nada y no vayas a su funeral cuando muera”. “El ebrio será resucitado de su tumba con un escrito entre sus ojos: desespera de la misericordia de Dios”. “El vino es la madre de los vicios y es el mayor de los más grandes pecados”. “Dios ha maldecido al vino, al que lo elabora, al que lo cosecha, al que lo bebe, al que lo sirve, al que lo vende, al que lo compra, al que vive de su ganancia, al que lo transporta y al que lo recibe”. “Quien cree en el Día de la Resurrección  que no se siente a una mesa en la cual se está bebiendo vino”.[19]

Al Mufaddal narró, “le pregunté a Abu ‘Abdullah (As-Sâdiq (P)), por qué Dios prohibió el vino. Él dijo: por su influencia y corrupción puesto que causa el temor del hombre, se lleva su luz, destruye su magnanimidad, lo hace atreverse a pecar, a matar, a cometer adulterio, o lo que es peor, a abusar sexualmente de sus familiares más cercanas, como hijas o hermanas. El vino no le da al hombre más que maldad”.[20]

La maledicencia y el insulto

La maledicencia y la obscenidad son manifestaciones de la ignorancia y de la mala educación que dañan la dignidad y la fe del ser humano. Dios no permite que maldigamos ni siquiera a los enemigos Suyos. Las tradiciones exhortan al hombre a no mentar palabras soeces incluso a los animales o a las sustancias materiales.

“No insultéis a los que ellos invocan en lugar de invocar a Dios, no sea que, por hostilidad, insulten a Dios sin conocimiento”. [Corán: 6:108]

Del Profeta (BP): “no insultes a la gente pues causarías enemistad”. “No insultes a Satanás, sino pídele a Dios que te proteja de su maldad”. “No maldigas el viento pues es creado por Dios, no insultes a las montañas, a las horas, a los días o las noches pues tus palabras se te pueden devolver”.[21]

El desperdicio y el despilfarro

Todo desperdicio en la comida, en la ropa, en las bebidas e incluso el derroche en el amor hacia otras personas es el resultado del apego a lo material. Incluso la libertad excesiva o inmoderación al dar es despilfarro. Estos son malas acciones que son reprochadas en el Corán y las Tradiciones.

“¡Hijos de Adán! ¡Atended a vuestro atavío siempre que oréis! ¡Comed y bebed, pero no cometáis excesos, que Él no ama a los inmoderados!” [Corán: 7:31]

“...que los pródigos son hermanos de los demonios, y el Demonio es desagradecido para con su Señor”. [Corán: 17:27]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “las marcas del desperdiciador son cuatro, ceguera mental, inadvertencia, falta de atención y olvido”1 “Es un desperdicio comer de lo que uno quiera”

El Imam ‘Askari (P) dijo: “la generosidad tiene un límite que cuando se excede se convierte en desperdicio”.2

El Imam Alí (P) dijo: “¡ay del derrochador! ¡Qué lejos está de reformarse o de manejar sus propios asuntos!”3

Del Imam Sâdiq (P): “un desperdiciador tiene tres características, compra lo que no es suyo, usa lo que no es suyo y se come lo que no es suyo”.4

Del Imam Ÿa‘far al Kâdzim (P): “quien posea dinero que se cuide de la corrupción. Gastar su dinero en otra cosa diferente a la correcta es desperdicio y derroche. Esto hace honorable a su dueño ante los hombres pero ante Dios lo hace un perdedor”.1

La trampa

La trampa y la ventaja para con la gente son vicios y mala moral. Se hallan entre los signos de la hipocresía y la agresión. En el Corán se habla al respecto especialmente en cuestiones económicas. También las tradiciones hablan acerca de esto en detalle.

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “un musulmán es hermano de otro musulmán. No es permitido que un hermano al venderle algo a otro no le muestre sus defectos”2. “Quien le haga trampa a un musulmán será resucitado con los judíos pues estos son los más tramposos con los musulmanes”. “Aquel que venda algo defectuoso Dios lo detestará y los ángeles lo maldecirán”

Del Imam Alí (P): “aquel que trampee a los musulmanes, está negando a Dios y a Su mensajero”3. “La peor traición es traicionar a la Umma, y la peor trampa se hace en contra de la Umma”.

La usura

La usura es prestar dinero al interés. También se practica con otros bienes, como los alimentos, cuando se especula en su precio, o cuando se venden productos de mala calidad como si fueran buenos. Esto es prohibido y será castigado con el tormento severo.

“¡Creyentes! ¡Temed a Dios! ¡Y renunciad a los provechos pendientes de la usura, si es que sois creyentes! Si no lo hacéis así, podéis esperar guerra de Dios y Su Enviado”. [Corán: 2: 278-279]

Del Profeta Muhammad (BP): “la peor ganancia es la obtenida por la usura”. “Quien haya cometido usura Dios le llenará su estómago con fuego. Ninguna de sus acciones será aceptada y continuará siendo maldecido por Dios y Sus ángeles”. “Un dirham de usura es peor que cometer adulterio setenta veces con una mujer mahram[22] en la Casa de Dios (la Kaaba)”[23].

Causas del perecimiento

En diversos versículos coránicos encontramos las causas del perecimiento de las naciones al igual que los tormentos con los cuales han sido afligidas dadas distintas razones. Reflexionar acerca de dichos versículos educa al hombre, libera su alma e intelecto y le enseña cómo evitar la maldad y el perecimiento.

Ser injusto con uno mismo y con los demás, malgastar, no tener fe, negar la verdad, el derroche, la tiranía, la inadvertencia y el crimen son las causas del perecimiento de las naciones pasadas.[24]

El Profeta Muhammad (BP) dijo: “las causas del perecimiento son  la mezquindad, seguir los deseos y el orgullo”. “La avidez por el dinero ha hecho perecer otras naciones y los hará perecer también a ustedes”.

Del Imam ‘Alí (P): “aquel que es obstinado con su opinión, perecerá”. “Aquel que no se conoce a sí mismo, perecerá”.[25]

Del Imam Sâdiq (P): “Dios hace que perezcan seis por seis: los gobernantes por la injusticia, los árabes por el fanatismo, los ricos por el orgullo, los mercaderes por la traición, la gente común por la ignorancia y los eruditos por la envidia”.[26]

El orgullo y la altivez

(Ver la continuación en archivo pdf)

 

Extraído del libro El arrepentimiento, la cuna de la Misericordia

Editorial Elhame Shargh

Fundación Cultural Oriente

Todos derechos reservados.

Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com

Fundación Cultural Oriente

 

[1] Se refiere a la imprecación mutua.

[2] Bihâr ul-Anwâr, Vol. 78, p. 64.

[3] Mahaÿa Al-Baidâ, Vol. 5, p. 243.

[4] Sharh Nahÿul-Balâga, Vol. 6, p. 357.

[5] Bihâr ul-Anwâr, Vol. 72, p. 236.

[6] Tanbih al-Jawâtir, p. 92.

[7] Bihâr ul-Anwâr, Vol. 75, p. 194

[8] Bihâr ul-Anwâr, Vol. 75, p. 194

[9] Bihâr ul-Anwâr, Vol. 77, p. 89.

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