A la raíz de la adoración

Autor: Profesor Hussain Ansarian

¿Qué podría reconocer Dios con todas Sus cualidades perpetuas y perfecciones sin recurrir a la sumisión y reverencia a Él? A través de las historias y los hechos históricos, el Corán expresa los signos de Su poder y grandeza.

El Corán declara que Dios dio un hijo a María (P) sin que ella tuviera un marido; Él dividió el Río Nilo para Moisés (P) (1) y ahogó ahí a Faraón; Él hizo a los Profetas (P) victoriosos mientras estaban con las manos vacías, en contra de los súper-poderes de sus respectivos tiempos y frotó la nariz de los ídolos (t’aghut) (2) en el terreno (3).    

Él te creó de la arcilla inerte; tu vida y muerte así como el honor (‘izzah) y la humillación (dhillah) están en Sus manos. ¿Existe alguien que pueda percibir su propia debilidad, impotencia, ignorancia y limitación, así como los peligros y percances predecibles e impredecibles, pero no podría sentir la necesidad del Poder de la Salvación para él y someterse?

En varios versículos, el Corán recuerda al hombre su debilidad, diciendo: en el tiempo del nacimiento, no estabas enterado de nada; estuviste completamente en un estado de debilidad tal que después de adquirir fortaleza, otra vez volverás al estado de debilidad.

En cada momento, estás bajo la amenaza de diferentes tipos de peligros.

Si el movimiento (tanto de la rotación y la revolución) de la tierra debería bajar o el día debería permanecer quieto, ¿quién podría agilizar su movimiento y cambiarlo?

ِقُلْ أَ رَأَيْتُمْ إِنْ أَصْبَحَ ماؤُكُمْ غَوْرًا فَمَنْ يَأْتيكُمْ بِماءٍ مَعينٍ

Di: Decidme, si vuestra agua se sumergiese ¿Quién podrá ofreceros agua corriente?” [Sura 67:30].

لَوْ نَشاءُ جَعَلْناهُ أُجاجًا فَلَوْ لا تَشْكُرُونَ

Si hubiésemos querido la habríamos hecho salobre. Así pues ¿por qué no sois agradecidos?” [Sura 56:70].

لَوْ نَشاءُ لَجَعَلْناهُ حُطامًا فَظَلْتُمْ تَفَكَّهُونَ

Si hubiésemos querido habríamos hecho de ello paja seca. Entonces, os lamentaríais” [Sura 56:65].

إِنْ نَشَأْ نَخْسِفْ بِهِمُ اْلأَرْضَ أَوْ نُسْقِطْ عَلَيْهِمْ كِسَفًا مِنَ السَّماءِ

“… Si nosotros quisiéramos, haríamos que la tierra se los tragase o que cayese sobre ellos una parte del cielo” [Sura 34:9].

El Sagrado Corán menciona estas y otras decenas de ejemplos para que el hombre

deje de ser negligente, elimine su orgullo y lo invita hacia la adoración y la sumisión al Creador.

LA PROFUNDIDAD DE LA ADORACIÓN.

La adoración es un acto que aparentemente consideramos como un  tipo de humildad, pero tiene un significado más profundo.

La adoración contiene el alma; surge de la gnosis (ma’rifah); emana del conocimiento, origina la piedad (taqaddus), radia la adoración, deriva la admiración, viene de la búsqueda de refugio y asistencia y eleva el amor de las perfecciones (kamalat) del Ser Adorado (ma’bud).    

Si, aparentemente la adoración es un acto simple, pero si es otra cosa a lo mencionado anteriormente, la adoración no será contemplada por el hombre. La adoración significa vaciar el corazón de las cosas materiales, permitiendo al espíritu volar y al pie a que dé pasos más allá de las cosas visibles y que podemos escuchar. La adoración garantiza el amor del hombre cuya educación en relación a su Señor a veces es expresada a través de los elogios y la adoración; otras veces a través de la glorificación (tasbih) y la santificación (taqdis); y otras veces a través de la gratitud y los gestos de sumisión.

La indiferencia hacia la adoración su excelencia ‘Ali (P) dice:  

 Quedaré ciego si después de haber pasado tantos años de mi vida (y con la posesión de todos los talentos, capacidades, facilidades, intelecto, conocimiento e inspiración), ¡me convierta en un animal en forma humana!”

Si, la civilización, la tecnología y el progreso de los nuevos instrumentos han hecho la vida más confortable, otorgando confort y bienestar como un regalo (a nosotros), pero ¿la perfección del hombre cae en alcanzar tales comodidades materiales?

Si es así, entonces ¡los animales están más avanzados que el hombre respecto a los alimentos, vestido, habitación y satisfacción de los deseos carnales!

En términos de alimentos, ellos están mejor, más confortables y ¡no tienen necesidad de cocinar ni preparar!

En términos de vestido, ¡no tienen necesidad de coser, lavar ni planchar!

En términos de los deseos carnales, las satisfacen sin ninguna dificultad ni aprieto.

En procurar un lugar para vivir, hay tantos pájaros e insectos cuya técnica en hacer nidos y guaridas asombra al hombre.

En esencia, ¿este avance tecnológico también ha traído progreso a nuestra humanidad?

¿Ha reducido la corrupción individual y colectiva?

Este confort ¿también ha traído tranquilidad?

En cualquier caso, no solo el poner la mano del  hombre en lo infalible y solo los líderes serían una injusticia a la humanidad, si el corazón del hombre no está vinculado a Dios, se hubiera hecho un insulto a la humanidad.

NOTAS:

(1) La abreviación “P” se coloca en la frase en árabe “alayhis-salam”, que significa que la paz sea con él, que es usada después de los nombres de los profetas, ángeles, imames de la descendencia del Profeta (BP),

(2) El término de “ídolos” (t’aghut) aplica a cualquier imagen, objeto o individuo que prevenga a los hombres a hacer el bien y que los lleve al extravío. El término ha sido utilizado ocho veces en el Sagrado Corán. Antes del Islam, el ídolo (t’aghut) había sido el nombre de uno de los ídolos de la tribu Quraysh. Este nombre también es usado para referirse a Satanás. Sin embargo, el término es usado para indicar a alguien que se rebela en contra de los nobles valores, o supera todas las barreras en su despotismo y tiranía así como reclama las prerrogativas de la divinidad del él mismo ya sea explícita o implícita.                   

(2) Eso es, Dios sujetó a los ídolos (t’aghuts) a la más baja humillación y miserable posición.

Traducción: José Manuel Saad.

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com , Fundación Cultural Oriente

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