LA CUALIDAD DE LAS ENSEÑANZAS DEL SAGRADO CORÁN (I)

El Corán como un libro universal, perfecto y eterno

Por: ‘Al.lamah Tabataba’i

EL CORÁN COMO UN LIBRO UNIVERSAL

El Corán, en la medida de lo que refleja su contenido, no pertenece exclusivamente a ningún pueblo en especial como los árabes u otro cualquier grupo de musulmanes. Él se dirige tanto a los musulmanes como a los no-musulmanes (tales alocuciones y argumentos se encuentran en muchísimos versículos del Corán por lo que nos eximimos de citarlos aquí), incluyendo a aquellos que se velan a la verdad de la religión (los “kafirûn o impíos), los politeístas, la “gente del Libro” (judíos y cristianos, que recibieron una revelación). Por medio de la argumentación invita a cada uno de estos grupos a su justa enseñanza.

Además el Sagrado Corán convoca a cada grupo a través del razonamiento y la argumentación clara. Jamás se confina a los árabes. Por ejemplo, hablando de los politeístas e idólatras, dice:

فإِن تَابُوا وَأَقَامُوا الصَّلاَةَ وَءَاتَوُا الزَّكَاةَ فَإِخْوَانُكُمْ فِي الدِّينِ

''Pero si se arrepienten (de su idolatría) y cumplen con la oración y la caridad (zakat), tomadlos como vuestros hermanos en el dîn (modo de vida y religión)”. (9: 11)

Y dice de la “gente del Libro” como los cristianos, judíos y mazdeos:

قُلْ يَآ أَهْلَ الْكِتَابِ تَعَالَوْاْ إِلَى كَلِمَةٍ سَوَآءٍ بَيْنَنَا وَبَيْنَكُمْ اَلاَّ نَعْبُدَ إِلاَّ اللَّهَ وَلاَ نُشْرِكَ بِهِ شَيْئاً وَلاَيَتَّخِذَ بَعْضُنَا بَعْضاً أَرْبَاباً مِنْ دُونِ اللّهِ

“Dí:’¡Gente del Libro! Convengamos en una afirmación (de fe) equitativa para nosotros y vosotros: Que no adoraremos sino a Dios, sin asociarle nada, y que no nos tomaremos mutuamente como señores en lugar de Dios”. (3:64)

Como se ve, jamás dice: “... si los politeístas árabes se arrepienten…” o “...la gente del Libro árabe…”. Desde luego, en el origen del Islam, cuando su mensaje no había salido aún de la península árabe, la palabra Coránica se dirigía a los pueblos árabes, pero a partir del año sexto después Je la Hégira, cuando la convocatoria del Islam trascendió el ámbito de Arabia, no quedó causa alguna para suponer ninguna exclusividad. Dice el Sagrado Corán:

وَاُوحِيَ إِلَيَّ هذَا الْقُرْءَانُ لأِنذِرَكُم بِهِ وَمَن بَلَغَ

“Y me fue revelado este Corán para que os advierta con él y a quienes alcance (su mensaje, además de vosotros)” (6:19)

Y dice:

وَمَا هُوَ إِلاَّ ذِكْرٌ لِلْعَالَمِينَ

“Y no es (el Corán) sino una advertencia para las naciones” (lit.: “los mundos” o “los seres”). (38:87)

إِنْ هُوَ إِلاَّ ذِكْرٌ لِلْعَالَمِينَ

“Ciertamente él (el Corán) no es sino una Advertencia para las naciones (68:52) “. Y uno de los más graves versículos que inspiran en la humanidad el temor al castigo, dice:

إِنَّهَا لإِحْدَى الْكُبَرِ نَذِيراً لِلْبَشَرِ

“Ciertamente él (el Infierno) es uno de los más graves infortunios. Una advertencia paro el género humano”. (74: 35 y 36)

También, según los hechos históricos, el Islam ha abierto su camino para los seguidores de otras creencias, incluyendo a los idólatras, judíos, cristianos, así como a miembros de otros grupos, como Salmân el persa, Sahib el romano 'y Bilal el etíope (todos destacados compañeros del Profeta).

EL CORÁN COMO UN LIBRO PERFECTO

El Corán contiene y explica el objetivo perfecto del género humano de la mejor manera posible, ya que esta meta humana ha sido proyectada en él de manera realista. Incluye una perfecta visión del mundo y adopta principios morales y leyes prácticas adecuadas a esta idea del mundo. El Corán describe este objetivo de una manera perfecta. Dice Dios, exaltado sea:

يَهْدِي إِلَى الْحَقِّ وَإِلَى طَرِيقٍ مُسْتَقِيمٍ

“Guía (el Corán) hacia la Verdad y a un sendero recto”. (46:30)

Y en otro lugar, luego de mencionar al Pentateuco (Torah) y el Evangelio (anteriores revelaciones), dice:

وَأَنْزَلْنَآ إِلَيْكَ الْكِتَابَ بِالْحَقِّ مُصَدِّقاً لِمَا بَيْنَ يَدَيْهِ مِنَ الْكِتَابِ وَمُهَيْمِناً عَلَيْهِ

 y...” Te hemos revelado el Libro (Corán) con la Verdad, como confirmación de lo que tenéis (de anteriores revelaciones) de la Escritura y como guardián (y protector) de ella (la revelación)”. (5:48)

Y en el contenido del Corán, acerca de la misma verdad de la religión de los Profetas del pasado, dice:

شَرَعَ لَكُم مِنَ الدِّينِ مَا وَصَّى بِهِ نُوحاً وَالَّذِي أَوْحَيْنَآ إِلَيْكَ وَمَا وَصَّيْنَا بِهِ إِبْرَاهِيمَ وَمُوسَى وَعِيسَى

“Os ha prescripto (en leyes y regulaciones) en materia de dîn (religión y modo de vida) lo que ya había ordenado a Noé, y lo que te hemos revelado a tí (Muhammad) y lo que ordenamos a Abraham, Moisés y Jesús” . (42:13)

Y de una manera más amplia afirma:

وَنَزَّلْنَا عَلَيْكَ الْكِتَابَ تِبْيَاناً لِكُلِّ شَيْءٍ

“Y te revelamos (Muhammad) el Libro (Corán) como una clara explicación de todo”. (16:89)

La conclusión de los versículos citados es que el Corán contiene- reúne en sí -la verdad de los significados de todos los Libros revelados y algo más. Describe, de una forma perfecta, todo lo que la humanidad necesita en su marcha hacia la felicidad y completitud en los ámbitos tanto de la creencia como de la acción.

El CORÁN COMO UN LIBRO ETERNO

Las cuestiones expuestas en el último párrafo son suficientes para apoyo de esta afirmación, pues una explicitación perfecta y absoluta de un asunto u objetivo no tiene limitada su validez y exactitud a un tiempo fijo. El Corán considera sus explicaciones como perfectas y no hay nada más allá de la perfección. Dice Dios:

 إِنَّهُ لَقَوْلٌ فَصْلٌ وَمَا هُوَ بِالْهَزْلِ

(El Corán) es, en verdad, una palabra decisiva y no es diversión”. (86:13 y 14)

Por otra parte las enseñanzas de la fe son la verdad pura y realidades absolutas, y los principios y leyes prácticas que son descriptas allí son conclusiones verdaderas y el producto de hechos que no cambian. Tales cosas no pueden ser abrogadas y anuladas con el paso del tiempo. Dice Dios, exaltado sea:

وَبِالْحَقِّ أَنزَلْنَاهُ وَبالْحَقِّ نَزَلَ

Y con la Verdad lo hemos revelado (al Corán), y con la Verdad fue revelado”.(17:105), significando que en el proceso de la Revelación y en su permanencia no está separado de la Verdad.

Y agrega:

فَمَاذَا بَعْدَ الْحَقِّ إِلاَّ الضَّلاَلُ

¿Y qué hay después de la verdad sino el error?” (10:32). Y en otro lugar afirma de manera mucho más amplia:

وَإِنَّهُ لَكِتَابٌ عَزِيزٌلاَ يَأْتِيهِ الْبَاطِلُ مِن بَيْنِ يَدَيْهِ وَلاَ مِنْ خَلْفِهِ

¡ No obstante es un Libro excelente! Al que no alcanzará la falsedad ni por delante ni por detrás (ni antes ni después41:41) “... (  y 42) significando que ni ahora ni en el futuro será anulado o abrogado. Se han planteado desde luego muchas discusiones respecto de la eternidad del Corán, pero su tratamiento cae fuera de los límites de esta obra que está dedicada a la posición del Corán entre los musulmanes según el mismo Libro.

EL RAZONAMIENTO INDEPENDIENTE DEL CORÁN

El Sagrado Corán utiliza un lenguaje que, como la lengua ordinaria, revela su propósito en su significado.Jamás es oscuro en su razonamiento. No existe evidencia exterior alguna de que el significado del Corán es algo distinto del sentido que transmiten sus palabras árabes. La prueba de su simplicidad es que cualquiera que esté familiarizado con el idioma y vocabulario (árabe) puede comprender fácilmente el significado de los versículos Coránicos de la misma forma que comprende el significado de cualquier otra sentencia en árabe. Por otra parte, nos encontramos con muchos versículos en el Corán que se dirigen a grupos específicos tales como los israelitas, los creyentes, los que se velan a la verdad de la religión y a menudo a toda la gente, a quienes se sugiere su finalidad y se ofrecen distintas pruebas y razones (como ¡Gente del Libro! “o ¡Hijos de Israel! “). O, si esta gente duda de si el Corán es la Palabra de Dios, se les pide que produzcan algo igual. Obviamente, dirigirse a la gente con términos oscuros no tendría sentido, y tampoco sería razonable sugerirles que produzcan algo igual. Más dice Dios:

أَفَلاَ يَتَدَبَّرُونَ الْقُرْءَانَ أَمْ عَلَى قُلُوبٍ أَقْفَالُهَآ

 ¿Es que no reflexionan sobre el Corán? ¿ O tienen sus corazones cerrados?” (47:24)

Y también:

أَفَلا يَتَدَبَّرُونَ الْقُرْءَانَ وَلَوْ كَانَ مِنْ عِندِ غَيْرِ اللَّهِ لَوَجَدُوا فِيهِ اخْتِلاَفاً كَثِيراً

 “¿Es que no reflexionan sobre el Corán? Si proviniera de otro que Dios encontrarían sin duda en él muchas discrepancias?” (4:82)

El razonamiento del Corán, en el sentido de que acepta la reflexión que aporte un juicio de comprensión, y que esta reflexión resuelve la discrepancia en los versículos que resulta de una observación preliminar superficial, está completamente claro. Es muy obvio que, si los versículos carecieran de un significado manifiesto no tendría sentido reflexionar en ellos o resolver sus discrepancias por la meditación

Respecto de la afirmación de que no existe una causa o razón externa para negar la prueba manifiesta del Corán, es porque no existe, contra lo mencionado por algunos, a saber, que para comprender las ideas del Corán debe hacerse referencia a los dichos del Profeta y su descendencia (los Imames Impecables). Debe decirse que esta afirmación es inaceptable pues las razones (de la validez) de los dichos del Santo Profeta (BPD) y los Imames (P) deben deducirse ellas mismas del Corán[1], en cuyo caso el razonamiento del Corán no puede depender de los dichos; por otra parte es el mismo Libro el que suministra evidencia de la Profecía y la demostración del principio de la misión del Profeta y los Imames.

Esto que mencionamos no es incompatible con el hecho de que al Profeta y los Imames de su casa le fue confiada la tarea de explicar los detalles de la Ley divina y legislar sobre lo que el Corán parece no expedirse. Además, ellos han actuado como maestros de las ideas Coránicas como se muestra en los siguientes versículos:

وَأَنزَلْنَآ إِلَيْكَ الذِّكْرَ لِتُبَيِّنَ لِلنَّاسِ مَا نُزِّلَ إِلَيْهِمْ

“Y te hemos revelado a ti la Advertencia para que puedas clarificar (hacer evidente) a los hombres lo que a ellos fue revelado”. (16:44)

وَمَآ ءَاتَاكُمُ الرَّسُولُ فَخُذُوهُ وَمَا نَهَاكُمْ عَنْهُ فَانتَهُوا

“Y lo que el Mensajero os dé, aceptadlo, y de lo que os prohíbe, apartaos”. (59:7)

 وَمَآ أَرْسَلْنَا مِن رَسُولٍ إِلاَّ لِيُطَاعَ بإِذْنِ اللّهِ

“Y no enviamos un mensajero sino para que sea obedecido con la anuencia de Dios”. (4:64)

هُوَ الَّذِي بَعَثَ فِي الأُمِّيِّينَ رَسُولاً مِنْهُمْ يَتْلُواْ عَلَيْهِمْ ءَايَاتِهِ وَيُزَكِّيهِمْ وَيُعَلِّمُهُمُ الْكِتَابَ وَالْحِكْمَةَ

“El (Dios) es Quien hizo surgir entre los iletrados (carecientes de Escritura sagrada) a un Mensajero de entre ellos (mismos), quien les recita Sus versículos, los purifica y les enseña el Libro y la Sabiduría.” (62:2)

Según los versículos anteriores el Santo Profeta es la persona que explica los detalles y peculiaridades de la religión. El es un maestro divinamente inspirado del Sagrado Corán y según la ya mencionada tradición de Zaqalain, el Profeta (BPD) designó a los Imames de su descendencia como sus delegados y sucesores en esta tarea. Esto no es incompatible con la idea de que también otros, habiendo profundizado en el camino de los verdaderos maestros, sean capaces de comprender el significado del Sagrado Corán del aspecto (manifiesto) de sus versículos.

CUALIDADES MANIFIESTAS Y OCULTAS DEL CORÁN

Dice Dios, exaltado sea:

وَاعْبُدُوا اللَّهَ وَلاَ تُشْرِكُوا بِهِ شَيْئاً

''Adorad sólo a Dios y no Le asociéis nada”. (4: 36) Este versículo parece prohibir la idolatría, como se muestra también en:

فَاجْتَنِبُوا الرِّجْسَ مِنَ الاَوْثَانِ

''Evitad la impureza que proviene de los ídolos”. (22:30) El análisis y la reflexión sobre estos versículos muestra que la razón para prohibir la idolatría es que sólo a Dios debe rendirse culto sumiso, no existiendo causa alguna para adorar un ídolo, como Él dice:

أَلَمْ أَعْهَدْ إِلَيْكُمْ يَا بَنِي ءَادَمَ أَن لاَّ تَعْبُدُوا الشَّيْطَانَ

¿No he convenido con vosotros, hijos de Adán (hombres) que no serviríais (ni adoraríais) a Satanás...?” (36:60)

Otro análisis muestra que no hay diferencia entre la devoción a uno mismo y a otros, y puesto que no debe servirse ni adorar a otro que Dios, se infiere de manera similar que no debe prodigarse devoción a los propios deseos y pasiones. Dice Dios:

أَفَرَءَيْتَ مَنِ اتَّخَذَ إِلَهَهُ هَوَآهُ

¿ Y qué opinas de quien toma como dios (diviniza) a sus pasiones?” (45:23)

Y un escrutinio más cuidadoso aún muestra que no debe prestarse atención a otro que Dios Altísimo, pues tal consideración atenta a otros significa otorgar les independencia y mostrarse sumiso a ellos. Y tal es el espíritu de la adoración verdadera. Dice Dios:

وَلَقَدْ ذَرَأْنَا لِجَهَنَّمَ كَثِيراً مِنَ الْجِنِّ وَالإِنْسِ اُوْلَئِكَ هُمُ الْغَافِلُونَ

“Ciertamente hemos creado para el Ardentísimo (la Gehena) a muchos de los genios y los hombres. Esos son los desatentos”. (7:179)

Como el versículo “... y no Le asociéis nada” (4:36) sugiere a primera vista, los ídolos no deben ser adorados. Una visión más amplia y comprehensiva muestra que uno no debe seguir ni aún los propios deseos. Pero, sobre todo, no debe estar desatento (distraído) respecto de Dios brindando atención a otro que El.

Este orden, donde vemos que hay un significado preliminar manifiesto, debajo del cual existe un sentido más profundo y todavía debajo de éste un mensaje más amplio aún, y así siguiendo, puede observarse en todo el Corán. Reflexionando sobre estos significados (a cual más profundo), se nos explica el sentido de la famosa tradición del Profeta, citada en las obras sobre exégesis (Coránica) y narraciones que dice:

اِنَّ لِلقُرآنِ ظَهراً وَ بَطناً وَ لِبَطنِهِ بَطناً إِلی سَبعَةِ أَبطُنٍ

“El Corán posee un sentido manifiesto y un sentido oculto. Su (sentido) oculto tiene (a su vez) un sentido oculto (más profundo) y así hasta siete significados ocultos (a cual más profundo).”[2]

Entonces, el Corán posee un sentido manifiesto y otro oculto, estando ambos indicados en los versículos. Sin embargo estos dos sentidos están referidos -por así decirlo- a su longitud y no a su amplitud, por lo que ni el sentido manifiesto niega el oculto ni viceversa.

 ¿POR QUÉ EL CORÁN HA DADO TANTO EXPLICACIONES MANIFIESTAS COMO OCULTAS?

El ser humano, en su primera vida, la mundanal y temporaria, es como una burbuja en el infinito mar de la materia. En todas las actividades en el curso de la propia existencia uno está a merced de las furiosas olas de este ancho mar y debe tratar con la materia. Tanto los sentidos externos como internos están vueltos hacia la materia y las cosas materiales y los propios pensamientos se conforman según el propio conocimiento sensual (que aportan los sentidos). Uno realiza todos sus actos como comer, beber, sentarse o pararse, hablar y escuchar, ir y venir, moverse y descansar, en conexión con la materia y no tiene ningún otro pensamiento.

Y algunas veces, cuando uno se ocupa de cuestiones de orden espiritual tales como la amistad o enemistad, magnanimidad, dignidad y otras por el estilo, se las figura en formas materiales, tal como cuando compara la dulzura de la victoria con la del azúcar, o la atracción de la amistad con la del imán, o la magnanimidad con la majestad de un lugar o una estrella, y la dignidad con el tamaño de una montaña, etc.

 Al mismo tiempo, la habilidad de pensar y comprender asuntos espirituales que pertenecen a un mundo más vasto que el de la materia, difiere y contiene diferentes bases de desarrollo. Estas comienzan al nivel del pensamiento y gradualmente ascienden hasta el nivel donde se comprenden fácilmente los asuntos no materiales más profundos.

En cualquier caso, cuando mayor es la habilidad de un ind1viduo para comprender cuestiones de orden espiritual, menor será su apego al mundo material y, proporcionalmente, a sus ilusorias manifestaciones. De manera similar, a menor grado de apego al mundo, mayor habilidad para comprender asuntos espirituales. Además, todos los seres humanos, por su naturaleza humana, poseen esta habilidad para comprender y, sino anulan esta facultad, pueden ser enseñados.

Podemos concluir así que ninguno de los estadios elevados de la comprensión puede ser impuesto a un nivel más bajo porque produciría una reacción contraria, especialmente en el caso de aquellas cuestiones espirituales que están muy por encima del nivel de la materia y los objetos. Si ellas fueran abiertamente y sin reservas impuestas a la comprensión de la gente común que no va más allá de los sentidos y los objetos sensibles, sería totalmente anulado su objetivo.

Puede darse un ejemplo de una religión y el dualismo .Si alguien reflexiona profundamente en los Upanishads védicos (escrituras sagradas) de la India, y analiza cuidadosamente algunas de sus partes con la ayuda de otras, comprenderá que no tiene otro objetivo que el puro monoteísmo. Pero, desafortunadamente, han sido presentadas (estas ideas metafísicas) directamente, por lo que, cuando el modelo de la Unidad divina se presenta al común de la gente en los Upanishads, conduce solo a la idolatría y la admisión de muchos dioses. Por consiguiente, los secretos metafísicos deben presentarse de una manera velada a aquellos que tienen una actitud materialista.

Mientras que en otras creencias algunos son privados de privilegios religiosos, como las mujeres entre los brahmanes, judíos y cristianos, en el Islam no es este el caso. Al común de la gente y a los destacados, a hombres y mujeres, al negro y al blanco, a todos se da igual acceso a estos privilegios. Dice Dios:

أَنِّي لآ اُضِيعُ عَمَلَ عَامِلٍ مِنْكُم مِن ذَكَرٍ أَوْ اُنْثَى بَعْضُكُم مِن بَعْضٍ

“Ciertamente no menguaré la obra de ninguno de vosotros, sea de hombre o mujer, (pues se proveen unos de otros)”. (3:195)

Y en otro lado:

          يَآ أَيُّهَا النَّاسُ إِنَّا خَلَقْنَاكُم مِن ذَكَرٍ وَاُنثَى وَجَعَلْنَاكُمْ شُعُوباً وَقَبَآئِلَ لِتَعَارَفُوا إِنَّ أَكْرَمَكُمْ عِندَ اللَّهِ أَتْقَاكُمْ

¡Género humano! Ciertamente os creamos de un hombre y una mujer, y os hemos establecido en tribus y clanes para que os reconozcáis mutuamente. En verdad que el más noble de vosotros ante Dios es quien más Le teme (cumpliendo con su deber)”. (49: 13)

Después de esta explicación preliminar podemos decir que el Sagrado Corán ha considerado que toda la humanidad puede ser enseñada y por eso ha difundido sus instrucciones para la totalidad del género humano. Pero como existen grandes diferencias (entre la gente) en la comprensión de los asuntos espirituales y dado que la inspiración del sublime conocimiento metafísico no carece por tal razón de peligro (de mala interpretación y desvío), es que (el Sagrado Corán) ha comunicado sus enseñanzas en un nivel adecuado para la más simple de las mentalidades, es decir, para el común de la gente, usando para ello un idioma simple.

 Naturalmente, este método (de exposición en la Escritura) provocará que el sutil conocimiento espiritual sea expresado en un idioma simple y común. Y la apariencia de las palabras sugerirá por ello asuntos de naturaleza perceptible (sensitiva), detrás de los cuales se esconderán verdades de orden espiritual y metafísico que se mostrarán según los variados grados de la comprensión humana, y donde cada persona obtendrá beneficios de ello en proporción al propio nivel intelectual.

Dice Dios, exaltado sea:

 إِنَّا جَعَلْنَاهُ قُرْءَاناً عَرَبِيّاً لَعَلَّكُمْ تَعْقِلُونَ وَإِنَّهُ فِي أُمِّ الْكِتَابِ لَدَيْنَا لَعَلِيٌّ حَكِيمٌ

“Ciertamente lo hemos hecho un Corán árabe, puede que quizás (lo) meditéis. En verdad la matriz (el original) del Libro está con Nosotros, (es) ciertamente elevado, pleno de sabiduría.” (43:3 y 4) La palabra “elevado” significa que es inaccesible a los seres humanos y el término “sabiduría” indica que el intelecto humano no puede penetrarlo (en su totalidad). Y dice también en conexión con lo correcto y lo incorrecto y la capacidad para comprenderlo:

أَنزَلَ مِنَ السَّمَآءِ مَآءً فَسَالَتْ أَوْدِيَةُ بِقَدَرِهَا

“(Dios) hace descender agua del cielo (la Revelación que vivifica) y luego los cursos de agua fluyen por los valles (los hombres) según la medida (capacidad de comprensión) de éstos.”(13:17.)[3] El Santo Profeta (BPD) dice en una famosa tradición[4]:

إِنّا مَعاشِرَ الاَنبِیاءِ نُکَلِّمُ النّاسَ عَلی قَدرِ عُقولِهِم

    Nosotros, la comunidad de los Profetas, hablamos a la gente según la medida de su comprensión (entendimiento o intelecto) “.

Otra conclusión que extraemos de este método (Coránico) es que las explicaciones del Sagrado Corán toman la forma de una analogía acorde con su sentido oculto. Esto es, en el caso de las enseñanzas divinas, las cuales están muy por encima del nivel ordinario de comprensión, existen algunas formas de analogías (semejanzas, parábolas), a fin de hacer estas comunicaciones inteligibles al intelecto ordinario. Dice Dios:

وَلَقَدْ صَرَّفْنَا لِلنَّاسِ فِي هَذَا الْقُرْءَانِ مِن كُلِّ مَثَلٍ فَاَبَى أَكْثَرُ النَّاسِ إِلاَّ كُفُوراً

“Y hemos puesto para los hombres en este Corán de toda clase de símiles (ejemplos, analogías). Pero la mayoría de los hombres niegan (todo) salvo la infidelidad (el velamiento a la verdad). “(17:89)

Y añade:

وَتِلْكَ الاَمْثَالُ نَضْرِبُهَا لِلنَّاسِ وَمَا يَعْقِلُهَآ إِلاَّ الْعَالِمُونَ

“Y estos son los ejemplos que damos a los hombres pero no los comprenden sino los sabios.” (29:43)

 El Corán da muchos ejemplos pero los versículos anteriores y lo que está vinculado con este tema es suficiente (y definitivo para obtener una conclusión). Puede decirse entonces que todas las afirmaciones Coránicas de orden metafísico, espiritual y sublime, las cuales conforman el propósito real del Libro, son símiles alegóricos (parábolas y analogías).

Fuente: El Corán en el Islam; Editorial Elhame Shargh

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[1] Un principio firme de la ciencia del hadiz (dichos y narraciones del Profeta y los Imames) es que las tradiciones deben confrontarse con el Sagrado Corán y no contradecirlo en absoluto. Este principio fue establecido por el mismo Profeta (BPD) quien dijo: “Si os llega algo de mí, comparadlo con el Corán. Si concuerda, tomadlo, y si discrepa, rechazadlo”. Mal puede entonces el razonamiento o validez del Corán apoyarse en algo exterior cuya validez depende de él mismo. Sería una tautología. (Nota del traductor).

[2]  Tafsír As-Sâfi, introducción, página 8 y “Safinah Al-Bihar”, capítulo “Batan”.

[3] Hemos agregado entre paréntesis el sentido que la interpretación tradicional da a este versículo, pues sin ello el lector no avisado no comprendería el sentido de su cita en este contexto .(Nota del Traductor(

[4] “Bihár Al-Anuár”, volumen 1, pág. 37.

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