Biografía de Fátima Ma‘sûmah(P) - II
 
Virtudes de Fátima Ma‘sûmah (P)
La naturaleza de la Karâmat y la Walâît Takwînî (poder sobre lo creado)
Una de las divisiones de wilâiah (poder y supremacía) es la Wilâîat Takwînîah. Este término significa que una persona puede obtener una fuerza y dominio en el mundo creado. Por ejemplo el Profeta Jesús (P) poseía esta jerarquía de poder y supremacía, es decir, tenía poder de dominar sobre el mundo creado, como revivir a un muerto, curar a un enfermo, etc.
Los ProfetasDivinos y los próximos a Dios tienen este poder en diferentes grados.
Esta fuerza se debe a que ellos son devotos siervos de Dios, y el ser humano tiene el poder y capacidad de llegar a tales jerarquías a través de una sincera adoración al Creador ya que de esta forma se convierte en la manifestación de los atributos de Perfección y Majestad de Dios.
En un dicho del Imâm Sâdiq (P) encontramos: “La adoración a Dioses una joya cuya esencia es divinidad”. Es decir, hacer los trabajos de Dios con la autorización de Dios.
En otros términos, la adoración acerca tanto al ser humano a Diosque se convierte como en un espejo de Dios y “con Su permiso” puede dominar la naturaleza y realizar funciones similares a las funciones del Creador.
Ahoradecimos que Fátima Ma‘sûmah (P) por una adoración perfecta y completo conocimiento llegó a conseguir una elevada jerarquía espiritual, y obtuvo el rango de wilâîat takwînîah, por lo tanto cuando desea puede, a través de su poder de wilâîat realizar obras milagrosas.
Existen varios libros que reúnen los karâmat de Fátima Ma‘sûmah (P). En este capítulo exponemos algunos karâmat seleccionados de distintas obras, todos ellos inscritos en la Oficina del Registro de los karâmat del Santuario de Fátima Ma‘sûmah que día a día incrementa el número de éstos:
1. La salvación de un grupo extraviado
Era invierno, unos años antes de la Revolución Islámica, cuando un grupo de visitantes de ciudades lejanas se dirigía hacia Qom. En ese entonces Qom carecía de electricidad. Habiendo llegado la noche y después de una copiosanevada este grupo de peregrinos se extravió, descaminándose en el desierto adyacente a la ciudad. Suplicaron para que Fátima Ma‘sûmah (P) los auxiliase y rescatase de tan peligrosa situación.
Uno delos servidores del Santuario, el difunto Saiîed Muhammad Radawî cuenta: “Ignoraba que venían visitantes. Sin saber cerré las puertas del santuario y me dirigí a casa a dormir. Esa noche soñé que ante mí se presentaba Fátima Ma‘sûmah y me ordenaba: “¡Levántate! ¡Y enciende las luces de los alminares!”.
Miré mireloj y noté que aún faltaban cuatro horas para la oración de la mañana. Normalmente abría las puertas del Santuario y encendía las luces unos momentos antes del llamado a la oración.
Regreséa la cama. Nuevamente Fátima Ma‘sûmah apareció en mi sueño y esta vez en tono imperativo me dijo: “¡Levántate! ¿Acaso no te dije que encendieras las luces de los minaretes?”.
Me levanté y fui a encenderlas. Había nevado abundantemente. Yo estaba sorprendido de por qué había encendido las luces antes de tiempo por orden de Fátima Ma‘sûmah (P).
La noche concluyó e hizo un día muy soleado. Al cruzar los patios del Santuario escuché que los peregrinos se decían unos a otros:
“¡FátimaMa‘sûmah (P) nos rescató! ¡Hemos de agradecerle! ¡Ya que en la oscura noche con nieve y sin guía para hallar la ciudad, de no ser porque encendieron las luces del Santuario, nos habríamos extraviado y no habríamos llegado sanos y salvos!”.
Fue entonces cuando comprendí mi sueño y la orden que me fue dada por esta gran Señora.[1]
2. La curación de un enfermo incurable
Una delas narraciones famosas es que a uno de los servidores del Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P) cuyo nombre era Mîrzâ Asadul·lâh se le paralizó un pie y los dedos se le ennegrecieron. Los médicos dictaminaron que si quería recuperar la salud debían amputarle el pie.
Un día antes de la operación el servidor de Fátima (P) se dijo: “Bueno, mañana me amputan el pié, es mejor que esta noche me quede en el Santuario y suplique para que Fátima Ma‘sûmah interceda por mí”.
Un hombrellamado Mubârak lo trasladó de su casa al Santuario. Al quedar solo se acercó a la tumba y empezó a llorar pidiendo ansiosamente la rehabilitación de su pie. En ese estado de súplica, doliente y angustiado, continuó sus súplicas hasta que llegó el alba. Al amanecer los servidores del Santuarioencontraron a Mîrzâ detrás de la puerta gritando: “¡Por favor abran la puerta, que la Señora aceptó mi súplica, y por medio de ella recibí la curación de parte de Dios!”.
Abrieron las puertas, encontraron a Mîrzâ Asadul·lâh alegre, ya no había señales de su enfermedad, se había rehabilitado por completo. Entonces relató: “La Noble Señora se presentó y me preguntó: “¿Qué te ha ocurrido?”.
“¡Oh, Señora! Mi pié esta enfermo y no puedo trabajar. De Dios quiero la curación o la muerte.” -Le respondí.
La Señorarozó con el borde de su velo mi pie enfermo y dijo: “¡Dios Te ha dado la salud!”.
De pronto sentí que estaba bien, los dolores de mi pie se habían calmado. Pregunté a la Señora: “¿Quién es usted?”. Me respondió: “¡¿A pesar de que eres uno de los servidores de mi Santuario no me reconoces?! Yo soy la hija de Mûsâ Ibn Ya‘far (P)!”.[2]
3. La intercesión de Fátima Ma‘sûmah (P) por Mul·lâ Sadrâ
Sadrud-Dîn Muhammad Ibn Ibrâhîm Shîrâzî, conocido como Mul·lâ Sadrâ, fue un gran filósofo, sabio, y jurisprudente del mundo islámico que escribió uno de los más importantes libros en filosofía tales como Asfâr(Viajes Espirituales), entre otros. Cuando tenía dificultades científicas, se dirigía desde Kahak (una aldea cercana a Qom) para visitar el Santuario de Fátima Ma‘sûmah y le pedía que intercediera para resolver sus problemas científicosy los asuntos enigmáticos que se le presentaban. [3]
4. La aniquilación de un mercenario del régimen Pahlavi
En la época en que Ridâ Jân Pahlavî (Riza Kan) había ordenado arrancar el velo islámico a las mujeres que lo usasen, el Jefe de la Policía del rey (sha), conocido por su aspereza y malos modos, ingresó en el Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P) y allí mismo empezó a atacar a las mujeres que se hallaban rezando, arrancándoles el manto y el velo. Ellas comenzaron a llorar, entonces elevando sus voces clamaron: “¡Cómo es posible que en el Santuario ocurra esto!”.
En esos momentosel Aiatul·lâh Mar‘ashî Nayafî (r) se hallaba presente. Con coraje fue a detener tal atropello, y luego de una acalorada discusión el Aiatul·lâh abofeteó al Jefe de Policía, quedado éste aturdido y sorprendido por el hecho inesperado. Fue entonces cuando amenazó al Aiatul·lâh con matarlo.
Al día siguienteeste mismo hombre visitó el Bazar de Qom. Se detuvo en una sección de éste y en ese momento se desplomó una parte del techo, cayendo sobre él y quitándole la vida.
Ésta es una de lasmuestras de la gracia de Fátima Ma‘sûmah (P) para quien faltó a la ley Divina y al respeto que merece su Santuario.[4]
5. Solución del problema de Aiatul·lâh Mar‘ashî Nayafî (ra).
El Aiatul·lâh dijo: Un día, siendo más joven, me encontraba aturdido por los problemas que me acometían; una de estas contrariedades era el casamiento de mi hija precisamente en el momento en que carecía de ahorros para comprar el ajuar (regalo tradicional en Irán de parte del padre a la hija) para ella. Estaba nervioso, en ese mismo estado me presenté en el Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P), llorando y suplicante le dije: “¡Oh, mi Señora! ¿Por qué mi protectora no da importancia a mi vida? ¡¿Qué puedo hacer para el casamiento de mi hija con estas manos vacías?!”.
Volví desoladoy triste a mi casa. Caí desvanecido. En ese estado tuve una visión que aclaró todo para mí. Noté que alguien golpeaba a la puerta; fui y abrí. Una persona que se encontraba detrás de ésta, cuando me vio dijo: “La Señora te busca”.
Apresurado me dirigí hacia el Santuario. Entré al patio y me encontré con algunas servidoras limpiando la Sala Dorada (eîwân talâ). Les pregunte el motivo por el cual se encontraban ahí. Dijeron: “Ahora viene la Señora”.
Después de poco tiempo apareció Fátima Ma‘sûmah (P) en la imagen de mi madre Fátima Zahrâ (P). Tres veces antes había yo visto a mi ascendiente la gran Fátima Zahrâ (P) en sueños.
Ya que mi ascendencia materna llegaba al Imâm Ridâ (P) Fátima Ma‘sûmah era mi tía. Me acerqué a ella y besé su mano.
Entonces me acaricióy dijo: “¡Oh, Shahâb! ¿Cuándo te hemos olvidado para que estés lamentando tu condición, te quejes y nos lo reproches? Desde el momento en que llegaste a Qom siempre has estado bajo nuestra protección y consideración”.
Cuando despertédel sueño entendí que había hecho mal. En ese mismo momento me dirigí al Santuario para disculparme. Desde ese día mi situación cambió y poco a poco se resolvieron mis dificultades.[5]
* * *
El Saiîed‘Âdil ‘Alawî relata de su respetable padre el fallecido Saiîed ‘Alî ‘Alawî queél escuchó de la boca del Aiatul·lâh Nayafî este carisma y agrega: Cuando el Aiatul·lâh Nayafî salió de la Sala Doradase le acercó un hombre y besó su mano. Entonces le entregó una bolsita con dinero y le dijo: “Este dinero no es limosna (zakât) ni del quinto (jums), sino un obsequio para usted”.
Él llevó la bolsita a casa y dijo a su esposa: “Toma esto y compra lo que desees para el ajuar de tu hija”.
Ella sin contar la cantidad, se dirigió hacia el bazar y compró lo que tenía pensado.
El difunto Aiatul·lâh Nayafî relató: “Después de que mi esposa compró lo necesario, abrió la bolsita y advirtió que el dinero se había terminado”.[6]
6. La curación de una joven paralítica
Había una joven de 14 años del pueblo de Shut Maku en Azerbaiyán, Irán, quien relata: “Enfermé de una extraña gripe que me paralizó ambas piernas durante catorce meses. Mi familiame llevó a examinar a diferentes hospitales en las ciudades de Maku, Jui y Tabriz. Luego de las radiografías y exámenes respectivos los médicos señalaron que no existía curación y que no volvería a mover mis piernas. Un día miércoles 12 del segundo mes del año 1373 de la d.H. solar (1993 d.C.), mientras dormía vi a una Señora vestida con un manto blanco y montada sobre un corcel del mismo color. Se me acercó y dijo: “¿Por qué desde el inicio de tu enfermedad no te dirigiste a mi santuario en Qom para que Dios te brindase la curación?”.
Sobresaltada desperté y de inmediato relaté a mis tíos la visión que había tenido. Ellos sin demora, iniciaron los preparativos para el viaje, así fue como el día viernes 23 de ese mismo mes, entramos al Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P) exactamentea las 19:30.
Luego de la oracióndel ocaso, empecé a leer la salutación especial que se lee al visitar el Santuario de esta gran Señora. En ese momento escuché la misma voz de la Señora que había visto en sueños, que me decía: “¡Levántate! ¡Camina que has obtenido la curación!”.
En un principio no presté importancia a tal voz, pero nuevamente la misma voz con las mismas palabras repitió la orden. Esta vez me moví y me di cuenta que ¡podía mover mis piernas! Sentí que estaba curada y ¡empecé a caminar! Gracias a Dios obtuve Su bendición por medio de la intercesión de FátimaMa‘sûmah (P)”.[7]
7. Un estudiante de Najichevan (Azerbaiyán)recupera la vista
El Aiatul·lâhMakârem Shîrâzî narra que luego de la desintegración de la Unión Soviética y la liberación de las Repúblicas Musulmanas del control soviético, como por ejemplo la República de Azerbaiyán, un grupo de Shî‘as de Najichevan pidieron enviar un grupo de jóvenes a estudiar en la Universidad de Teología en Qom, para que en el futuro retornasen a su patria y pudiesen explicar el Islam a sus compatriotas.
Esta propuestatuvo mucho éxito y fue bien acogida por la población azerí; de trescientos inscritos eligieron únicamente a cincuenta de los postulantes cuyas calificaciones eran las más altas. Empero de entre los más calificados uno fue rechazado por estar enfermo de la vista. Ante la insistencia de su padre los encargados de la selección no tuvieron más remedio que aceptar al joven estudiante. Cuando estaban filmando la ceremonia de despedida del grupo, el encargado de la filmación centró la cámara varias veces sobre el ojo del joven, lo cual hirió profundamente al joven.
Cuando el grupo arribóa Qom, se alojó en la escuela respectiva. Este joven fue a visitar el Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P) con absoluta confianza de que obtendría de Dios la curación de su ojo, al poner como intermediaria a esta Señora. El joven realizó las súplicas para acercar su alma y en ese momento lo invadió el sueño.
Durante su sueño vio diferentes mundos; al despertar encontró que sus ojos habíansanado. Volviendo contento a su habitación; sus amigos y compañeros que habían sido testigos de la enfermedad de su ojo, al ver el milagro ocurrido quedaron tan impresionados que todos en grupo se presentaron al Santuario durante horas para suplicar y conversar con Dios a travésde Fátima Ma‘sûmah (P).
Cuando la gente de su ciudad natal, Najichevan, se enteró de lo sucedido, los Shî‘as insistieron en que este joven sanado volviese a su pueblo, para que la gente lo viese y de este modo se fortaleciesen las creencias de los musulmanes.[8]
8. El agua de ZamZam y la turbah(tierra de la tumba)del Imâm Husaîn (P)
El religioso Hayy Saiîed Ihsânul·lâh Sabzavârî, uno de los destacados eruditos de Qom, relata: En el año 1414 d.H. (1997 d.C.), unos días antes de que naciera uno de mis hijos, visité a Fátima Ma‘sûmah y le dije:
“Quiero queme dé tres cosas para el nacimiento de mi hijo:
1.      Un poco de turbah (tierra) de la tumba del Imâm Husaîn (P);
2.      Un poco de agua del río Éufrates;
3.      Un poco de agua del manantial de Zam Zam (en La Meca)”.
Yo quería estas tres cosas para humedecer la boca de mi hijo, ya que numerosas narraciones enfatizan este acto y afirma que esto facilita al infante sentir amor hacia Ahl-ul Baît (la Familia del Profeta).
Salí del Santuario y me encontré con un hombre; sin haberle platicado respecto a mi intención, me dijo: “He traído un poco de agua de Zam Zam, ven conmigo para que te de un poco de ésta”.
Más adelanteme encontré con otro y le pregunté: “¿Acaso tiene usted turbah genuina?”. Me contestó afirmativamente y dijo: “Tengo un poco de turbah de la tumba del Imâm Husaîn”.
Cuandofui y tomé la turbah, apenas llegó a mis manos tuve un extraño sentimiento; sentía que mi cuerpo temblaba por dentro. Este sentimiento lo experimenté hasta que llegué a casa.
No obstanteen ese momento no fui digno del tercero de mis pedidos hasta algunos años después. Mezclé la arcilla con agua de Zam Zam y cuando mi hijo nació humedecí con ello su boca.[9]
9. La liberación de un prisionero de guerra
El religioso Ibn Ridâ relata de Hayy Agâ Kashfî, uno de los servidores del Santuario de Fátima Ma‘sûmah: Durante la guerra impuesta entre Irak e Irán, trajeron a un grupo de prisionerosiraquíes al Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P). Pusieron a los prisioneros sentados en la parte norte de la tumba y la muchedumbre suplicaba a su alrededor. De pronto escuchamos el grito de una señora y simultáneamente el de uno de los prisioneros. Nos dimos cuenta que este joven era un musulmán iraquí seguidor de Ahl-ul Baît. Al estar realizando su servicio militar el gobierno iraquí lo obligó a luchar en el frente donde fue hecho prisionero.
Su madre había sido expulsada de Irak ya que era seguidora de Ahl-ul Baît y desde que residía en Qom no había tenido noticia alguna de su hijo.
Esta señora durante todo ese tiempo visitaba el Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P) y le decía: “¡Querida Ma‘sûmah! ¡De ti quiero a mi hijo!”.
Esa noche al igual que otras muchas, había ido al Santuario y suplicado por su hijo, cuando de pronto lo vio sentado entre los prisioneros, y así fue como esta madre a través de los favores de Fátima Ma‘sûmah (P) luego de años de separación y espera encontró al fruto de su corazón.
Posteriora este suceso, las autoridades iraníes hicieron lo necesario para la liberación de este joven y así fue como pudo regresar a su hogar.[10]
10. La recomendación del Imâm Ridâ (P) respecto a su hermana
El religiosoQâsî Zâhîdî fue testigo de una karâmat en el Santuario de Fátima Ma‘sûmah (P) la cuál relata de la siguiente forma: Aproximadamente veinte años atrás una noche participé en la súplica de “Tawassul” (súplica de saludos a los Inmaculados y de procura de su mediación) que recitaban en el Santuario. Repentinamente se cortó la luz y así estuvimos durante unos minutos. Apenas ésta volvió advertí que toda la gente estaba mirando hacia un punto. Yo también me acerqué y observé cómo la gente rodeaba a una chica de 17 o 18 añosaproximadamente. Se dio a conocer que esta joven había enmudecido luego de una peligrosa enfermedad diez años atrás.
Sus padresla habían llevado a Mash·had al Santuario del Imâm Ridâ (P) para pedir la curación y el Imâm en un sueño le dijo a su familia que la llevasen a Qom, y así fue como a través de la atención de Fátima Ma‘sûmah la joven recuperó el habla.[11]
11. Anal Ma‘sûmah ujtur Ridâ  - Yo soy Ma‘sûmah, hermana de Ridâ
En una narraciónestá registrado que Imâm Ridâ (P) dijo: “Aquél que visite a Ma‘sûmah en Qom es como si me visitase a mí”.[12]
El destacadosabio Mîrzâ Husaînî Nurî, fallecido en 1320 d.H. (1941 d.C.), relata la siguiente karâmat sin intermediario en su obra Dâr-ul Salâm. A continuación exponemos la traducción:
La siguientenarración es una prueba del poderío de Dios que purifica los corazones de las oscuridades de Satanás. Durante mi estancia en Irak junto a los Mausoleos de dos Imâmes Infalibles en la ciudad de Kadzimaîn (el séptimo y el noveno Imâm, Al-Kâdzim y Al-Ÿawâd, con ambos sea la paz), había un hombre cristiano llamada Îaqûb que vivía en Bagdad y padecía de hidropesía. El hombre cristiano cuenta que continuamente pedía a Dios que lo curase o le quitase la vida. Relata:
“Una nochedel año 1280 d.H (1901 d.C.). que me encontraba descansando en mi cama soñé que un hombre alto, distinguido y con rostro luminoso se presentó junto a mi lecho, movió mi cama y me dijo: “La única forma de que recuperes tu salud es que viajes a Kâdzimaîn y visites las tumbas de los Imâmes que se encuentran ahí”.
Me desperté, conté mi sueño a mi madre y ella dijo: “Ese es un sueño satánico”. Luego trajo una cruz y un zunnâr (cadena especial en la que se cuelga la cruz) y la colgó de mi cuello.
Una vez más me invadió el sueño, esta vez observé a una Señora esplendorosa, la cual llevaba cubierto todo su cuerpo; movió mi cama y me dijo: “¡Levántate que ya va a amanecer! ¿Acaso mi padre no te pidió que lo visitases para que te cure?”
Pregunté: “¿Quién es vuestro padre?”.
Respondió: “Es el Imâm Mûsâ Ibn Ya’far (P)”.
“¿Quiénes usted?”. Pregunté intrigado.
AnalMa‘sûmah ujtur Ridâ”(“Yo soy Ma‘sûmah, la hermana de Ridâ”) - Respondió.
Me desperté, no sabía qué hacer ni a dónde ir. En mi corazón sentí que debía dirigirme a casa del virtuoso Saiîed Râdî Bagdâdî.
Así lo hice. Toqué a la puerta,...
(ver la continuación en archivo pdf)

[1]Revista Kauzar del Santuario de Fátima Ma‘sûmah, Qom;Hadrat Ma‘sûmah (P), Fátima II, Muhammad Muhammadî Ishtihârdî, p.190, núm. 1.
[2]Anwâr Musha‘sha‘în, t.1, p.206; Hadrat Ma‘sûmah (P), Fátima II, Muhammad Muhammadï Ishtihârdî, p.193, núm. 3.
[3]Fawâ’îd Ar-Radawîah, p.379; Hadrat Ma‘sûmah (P), Fátima II,Muhammad Muhammadï Ishtihârdî, p..197, núm. 6.
[4]Bar Setige Nur, p.77; Hadrat Ma ‘sûmah (P), Fátima II, Muhammad Muhammadï Ishtihârdî, p.198, núm. 7.
[5]Bar Setige Nur, p.79; Hadrat Ma‘sûmah (P), Fátima II, Muhammad Muhammadï Ishtihârdî, p.199, núm. 8.
[6]Qabasât, p.102 al pie de página, Karâmât Ma‘sûmîîah, ‘Alî Akbar Mahdî Pûr, p. 426, núm. 204.
[7]Santuario de Fátima Ma‘sûmah, Dpto. de Publicidad, año 1373 (1977 d.C.); Hadrat Ma‘sûmah (P), Fátima II, Muhammad Muhammadï Ishtihârdî, p. 204, núm. 9.
[8]Hadrat Ma‘sûmah (P), Fátima II,Muhammad Muhammadï Ishtihârdî, p.208, núm. 13.
[9]Karâmât Ma‘sûmîîah, ‘Alî Akbar Mahdî Pûr, p.17, núm. 1.
[10]Karâmât Ma‘sûmîîah, p.18, núm. 2.
[11]Karâmât Ma‘sûmîîah, p.22, núm. 7.
[12]Nasijut Tawarîj, t.3, p.68.
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