Arabia Saudí Después de la Muerte del Rey

Por Sa’dollah Zarei

La muerte de Abdolá bin Abdelaziz Al Saud, de 90 años de edad, la designación del príncipe Salman, el hermanastro de Abdolá de 79 años y el séptimo rey saudí, y el nombramiento de Muqrin bin Abdulaziz, el príncipe heredero de 70 años, son unos asuntos que se deben analizar.

Es probable que Al Saud no haya tenido ningún camino para mantener el poder en su mano excepto materializar el testamento del fundador de “Arabia Saudí”. Es decir, el trono no lo heredarán otras personas si los hijos de Abdelaziz Al Saud están vivos. Según el diario estadounidense 'The Washington Post', el nuevo rey de Arabia Saudí tiene diferentes enfermedades, como Alzheimer. Por lo cual, ¿este nuevo rey será capaz de dirigir el gobierno? En el texto, se analiza los cambios políticos de Arabia Saudí:
1) Abdelaziz Al Saud gobernó durante 29 años la región de Najd, y 22 años Arabia Saudí, país creado por el monarca por medio de los wahabíes y la tribu de Atiba. Según el testimonio de Abdelaziz, el trono no lo heredarán otras personas si los hijos del rey están vivos. En esta línea, tras su renuncia al poder en 111 y su muerte en 1111, sus hijos Saud, Faisal, Jaled, Fahad y Abdolá gobernaron el país árabe 16, 11, 7, 23 y 10 años, respectivamente. En esta etapa, sus hijos mantenían puestos clave tanto en el área política como cultural, social y de seguridad. Algunos investigadores en 7000 la cifra de los Al Saud que mantenían todos los puestos teniendo en cuenta que los hijos que llevaban realmente la sangre del rey ocupaban los cargos más importantes. En cualquier caso, se puede decir que Arabia Saudí es un caso excepcional en cuanto al sistema político.
2. La estructura de la monarquía saudí es “semitribal”. En las tribus, hay un ordenado sistema social dirigido por una persona. En este sistema, las leyes tienen raíz en las órdenes e intereses del jefe de la tribu. Cada tribu determina sus propias fronteras y no entra en las de otras, ni permite que crucen las suyas. Al Saud, derivado de la rama Masalij, de la tribu Anza, tiene un enfoque semejante al de una tribu. El testimonio de Abdelaziz ha establecido el sistema político de Riad sobre una base bastante alejada de las nuevas estructuras políticas en el resto de mundo, razón por la cual Arabia Saudí ha quedado aislada a nivel regional e internacional. Abdelaziz Al Saud, desde 1903 hasta 1932, gobernaba en la región de Najd donde se sitúan actualmente las 3 provincias de Riad, Al-Qasim y Wael, y se considera la única región de los hanbalíes en Arabia Saudí. Cabe mencionar que Abdelaziz con la ayuda de wahabíes y los jefes de la tribu “Atiba”, que cuentan con influencia desde la ciudad Basora en Irak hasta la región de Hiyaz, en el oeste de Arabia Saudí, pudo dominar las regiones del sur y este (de mayoría chií), regiones occidentales (de mayoría Shafi'i y malikí) y las zonas del norte (de mayoría hanafí) y fundó el país de “Arabia Saudí”. Sin embargo, cuando Abdelaziz tomó el poder, comenzó a erradicar distintas tribus e incluso asesinó al jefe del tribu Atiba en la cárcel. Aunque el gobierno saudí actuaba según las normas tribales, no aceptaba los derechos y la presencia de otras tribus e intentaba debilitarlas. Por lo tanto, los analistas destacados en Arabia Saudí, como Shorouk al-Fateh, creen que levantamientos de las tribus en Arabia Saudí serán las bases principales de próximos cambios en este país.
3) La designación del príncipe Salman bin Abdelaziz se realizó mientras que durante los 3 años pasados no apareció en público, como un príncipe heredero, menos a causa de su enfermedad. Entonces, Bandar Bin Sultan, Muqrin bin Abdulaziz y Mutaib bin Abdolá normalmente gestionaban el país. En realidad, se debe decir que la designación de Salman bin Abdelaziz se realiza a fin de ocultar la situación interna del régimen de Al Saud. El príncipe Salman no intervenía en los asuntos del gobierno durante las últimas décadas, entonces su designación como el príncipe heredero se considera una buena oportunidad para buscar una solución para la situación actual. Según una noticia, una delegación estadounidense ha evaluado la situación de Arabia Saudí durante los últimos tres meses y ha enviado informes preocupantes al respecto a Washington. Esta delegación no ha abandonó este país durante este tiempo con el objetivo de manejar las oposiciones de los príncipes. Anteriormente, los estadounidenses habían pronosticado que la llegada al poder de Sultán Bin Abdelaziz, quien fue durante cinco años el príncipe heredero de Arabia Saudí, podría desestabilizar el régimen de Al Saud. Por lo tanto, durante los últimos años vivía aislado y su hijo, Bandar Bin Sultán, estaba acusado de intentos golpistas contra Abdolá. Entretanto, el tema de la deposición de Mutaib sigue manteniéndose en secreto. Mutaib contaba con mucho poder durante los últimos tres años de la vida de Abdolá, ¬en particular después de la muerte de Sultán Bin Abdelaziz. Cuando era el ministro de Guaría Nacional se encargaba de asuntos importantes en la política exterior de Arabia Saudí, como los temas relacionados con los países de Siria, El Líbano y Egipto. Además, representaba al monarca en importantes reuniones a nivel internacional. Mutaib fue depuesto el mismo día de la muerte de su padre.
El nombramiento del hijo de Salman como el sucesor del príncipe heredero muestra que Al Saud no puede contar con Salman. La enfermedad del nuevo rey saudí y las discrepancias de Muqrin con los hijos de Abdolá bin Abdelaziz pueden crear nuevas condiciones en Arabia Saudí. Es de destacar que unas sectas wahabíes se oponen con que Muqrin bin Abdulaziz gestione el gobierno.
4) Arabia Saudí es extremadamente sensible para los americanos. Durante 7 décadas, el dominio de Estados unidos sobre el país árabe era uno de los pilares principales del poder y la influencia de Estados Unidos en el mundo de modo que políticamente, Arabia Saudí puede ser considerada como el quincuagésimo segundo estado de Estados Unidos. Para el gobierno norteamericano, Riad es una alcancía lucrativa económica, política, geopolítica, religiosa y de seguridad. Especialmente el país árabe ha jugado un papel muy importante durante las décadas pasadas en controlar los opositores de EE.UU en el mundo de Islam. Por lo tanto, Washington es sensible a cualquier nivel de reducción de dependencia árabe a sus apoyos. Cabe mencionar que EE.UU solo utiliza el gobierno de Arabia Saudí para sacar su propio beneficio y no acepta el origen de la familia monárquica. Hace unos 20 años, el ex secretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, había dicho explícitamente: ¨Al-Saud no posee Arabia Saudí. La familia solo es nuestro almacenista en el país árabe y recibe su parte por su servicio.¨
Pero no se debe pensar que Estados Unidos está completamente en control de las evoluciones de Arabia Saudí ya que el país occidental tenía la misma relación con el régimen monárquico del Irán y la importancia de preservar al trono de Mohamed Reza Shah (el rey iraní) era incluso más importante para los estadounidenses que mantener el trono del rey saudí. Pero en general, las evoluciones internos del Al-Saud no están fuera de los círculos de planificación y formulación de políticas de los Estados Unidos. Como un ejemplo, se puede mencionar el papel significante jugado por el país norteamericano en determinar el momento del anuncio de la muerte del rey y el empiezo de la responsabilidad del nuevo rey. EE.UU también controla los cambios en el gobierno, incluidos los funcionarios de seguridad y el personal del corte saudí. Entonces puede decirse que las autoridades árabes seguirán gobernando en los asuntos interiores del país dentro de los marcos del programa aprobado por EE.UU. También es posible que aumenten las intervenciones de Estados Unidos en la administración interna del régimen saudí debido a la muerte de Abdulá (como el más poderoso después del reinado del Rey Abdelaziz) y la falta de poder dentro de la Casa de Al-Saud.
Se puede observar que a pesar de las intervenciones amplias de EE.UU en los detalles de asuntos diarios de Arabia Saudí y su control sobre el rey y los príncipes saudíes, el país occidental no está tan seguro acerca de las evoluciones; los signos son visibles en la aparición inmediata de inconsistencia en la posición de las autoridades u organizaciones importantes oficiales y no oficiales de Estados Unidos. Mientras que el gobierno del país norteamericano está contento con el nuevo rey, Salman bin Abdelaziz, y con su heredero, Muqrin bin Abdulaziz Al Saud, el periódico Washington Post anunció que debido a las enfermedades del nuevo rey, incluyendo el Alzheimer, un grupo de los príncipes y los consultores extranjeros están responsable de gobernar y evaluar la situación del país árabe.
5) la muerte del rey saudí fue Coincidido con grandes evoluciones en Yemen. Este país tiene un papel significante en la posición regional de Arabia Saudí porque los chiíes zaidíes consisten alrededor de la mitad de su población y una parte enorme de Yemen (casi dos tercios) está controlada por los sureños opositores a Arabia Saudí. Sólo un día antes del anuncio oficial de la muerte del rey Malik Abdolá, el presidente afiliado a Arabia Saudí se vio obligado a renunciar y el movimiento poderoso de los Houthis (un grupo opositor que opera en Yemen) se presentó un plan a la Cámara del país exigiendo que un consejo presidencial tome una oficina temporal en Yemen. El proceso de evoluciones indica que los opositores yemeníes derrocaron al régimen afiliado a Riad durante un período de 3 a 4 años. Cuando Yemen sale del grupo de países que están bajo la influencia de Arabia Saudí, la situación geopolítica del país árabe reducirá seriamente. En el pasado, el papel jugado por Riad en el golfo pérsico y el estrecho Ormuz era severamente reducido con la victoria de la revolución islámica en Irán y ahora a través de los enfrentamientos triunfantes de los Houthis y de Al-Hirak (en el sur) contra el régimen afiliado a Riad en Yemen, la influencia árabe en el mar rojo y en el estrecho Bab-el-Mandeb será afectado del mismo modo. Claramente un parte significante de la importancia de Arabia Saudí para Estados Unidos es su posición geopolítica y religiosa así que la victoria de los chiíes imaníes en las zonas norteños del Yemen y la de chiíes zaidíes en el sur, ha cambiado el futuro de la manera que no está a favor de Arabia Saudí.

Fuente: http://www.asipress.ir

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